7.29.2020

Egovistazo #3-3: El fin de Los 40 Colombia – La historia

¡Bienvenidos de nuevo, a esta dimensión!

Si les soy sincero, tenía el presentimiento de que esto sucedería. Después de hacer un artículo en 2016 donde la recomendé y uno en 2017 donde despotriqué de ella, llega la hora de una columna para despedirme de esta emisora, porque ya es oficial: El próximo 31 de Julio de 2020, Los 40 Principales desaparecen de la radio colombiana, quedando sólo en formato web… Lo cual, en términos simples, representa la muerte sin retorno debido a los grandes referentes en el país que ya pasaron por dicha situación (¿Verdad, Superestación?).

This is the end...

Es irónico que mi regreso a esta alegre página sea escribiendo acerca de una despedida, pero tenía que aprovechar esta temática y las últimas emisiones radiales de esa cadena para cerrar esta trilogía escrita como debe ser. Preparen sus recuerdos, alisten su nostalgia, y vamos a dar una vuelta alrededor de la historia de esta reconocida marca, ahora agonizante en Colombia. ¡Comencemos!

No encontré registros históricos de sonido de la época más temprana de Los 40 en Colombia, pero varias fuentes coinciden en que llegó en 2001 a los 100.4 MHz de Bogotá como parte de una renovación radial en lo que a música se refiere. Antonio Casale, actual comentarista deportivo, sería el primer director de 40, el cual seguiría al pie de la letra el formato manejado en la casa matriz española: tendencias anglosajonas y en español, además de algún que otro clásico del pop o rock en el idioma de Cervantes. Oxígeno, una emisora que surgió mucho antes, con target y programación similares a lo que ofrecería la franquicia recién adquirida, moriría para dar vía libre a la moderna propuesta que inauguraba el siglo XXI en el país cafetero.

Tengan en cuenta que esto sonó en una emisora de la competencia jaja. Una Guerra con G mayúscula

En los primeros cuatro años, la cadena se caracterizaría por una popularidad creciente, un estilo irreverente y una publicidad agresiva. Factores que luego de un tiempo rendirían frutos al quedar en esa época como la segunda emisora más escuchada de la capital del país de acuerdo con lo que dijo el exmiembro Daniel Faura en un tweet hace varios días. Aunque realmente no encuentro evidencia en línea que confirme dicho hecho, voy a darle el beneficio de la duda.

Tiempos aquellos...

Un primer gran cambio se notaría con la llegada de Alberto Marchena en el 2005, en donde comenzaría una etapa de auge y que hoy son los días más recordados del grueso de la población que escuchó 40 en algún momento de su vida: La “Época dorada”, los principios del 89.9 FM. En un inicio, programas como La Cama e Insomnia acompañarían las mañanas y las noches de los oyentes por medio de propuestas de radio hablada que no fueron originales, pero que definitivamente eran atractivas (historias cotidianas y terror… terror del bueno).

Por otro lado, ese mix de géneros llamado Tropipop había llegado para quedarse durante un considerable periodo de tiempo, y los jóvenes de colegios y universidades empezaron a cantar y bailar con sonidos como los de “La mona”, “El diablo”, “El parrandero”, “Te mando flores”, “Ingenuidad”; entre otras joyitas de esa época. Así que 40 fue el medio oficial de todas estas bandas juveniles que se querían hacer oír y, por consiguiente, el público se incrementó. Por alguna razón que sigo desconociendo, este estilo colombiano no traspasó las fronteras del país, por lo que muy pocos latinoamericanos de diversas regiones lograrían vivir aquella explosión salida de los diferentes campus educativos de este rincón sudamericano.

El Problemón, una de las canciones más difundidas del género en aquellos años.
PD: Casi todos los jovenes adultos de esta época se aprendieron el coro de la melodía, incluyendome.

Así mismo, es en estos años donde se estructura el proyecto más ambicioso de la emisora: El Evento 40, un festival de alto impacto mediático en el que se invitarían a las bandas del momento: Desde Kudai hasta Andrés Cepeda, desde Miranda! hasta Luis Fonsi (cuando no hacía limbos mentales en forma de canciones), desde Coti hasta Panda… El pop latino y el estilo adolescente estaba a flor de piel, y un evento casi gratuito en el que se obtenían las entradas por medio de llamadas telefónicas era una oportunidad imperdible.

Una presentación de Sanalejo, uno de los emblemas del tropipop, en el quinto Evento 40

Aproximadamente en 2008, Marchena abandonaría la emisora para ser director de marketing de la disquera Universal, por lo que Alejandro Vargas entraría en su reemplazo con un concepto diferente acerca del esquema de la emisora. Digamos que no se había explotado el potencial de los discjockeys como rostros visibles de la marca. Ahora llegaba el revolcón, por lo que ellos iban a representar la emisora y conformarían una época extraña de la emisora en la que las bromas telefónicas, el terror y el humor adolescente inundarían Los 40 Principales… La nostalgia inunda a más de uno en este punto, y no puedo decir si fue una propuesta positiva o negativa; aunque sin dudas fue entrañable para el público que la vivió.

El Pintor, la más famosa de todas, a cargo de Rover Galarga (Personaje de Rafael Cifuentes)

Todo esto coincidiría con la campaña de desprestigio que se le armó al tropipop encabezada por cierta figura célebre de W Radio, género el cual saldría por la puerta de atrás de la historia por ser “carente de contenido”, mientras sus intérpretes y grupos migrarían a otros estilos. Esto condujo a la búsqueda de nuevas tendencias entre las que destacó el recién famoso reggaetón. La moribunda Oxígeno había revivido un par de años atrás como una frecuencia que sólo transmitía el dichoso estilo de música, y todas las emisoras adolescentes y no tan juveniles querían pegarse a ese furor. Los 40 también cayó en esa tendencia y empieza una época de lenta decadencia para la misma.

El problema del supuesto género urbano no era propiamente su calidad (aunque tengo mis comentarios fuertes sobre esto) sino la sobreexplotación que empezó a sufrir desde principios de la década del 2010. En cuanto a la música, se nota una pérdida de valor agregado cuando varias propuestas radiales empiezan a poner el mismo tipo de intérpretes o grupos. Y con eso, el único factor diferencial que se podría rescatar es el nivel de entretenimiento que pueden ofrecer los programas y los discjockeys… Pero precisamente eso también empezaría a decaer por esta misma época.

Época extraña de la emisora, donde el humor adolescente abundaba. Me reservo mis comentarios

La tensión y el suspenso que se sintieron en Insomnia fueron reemplazados por Internight, un copia y pega del programa de la competencia con otros rostros. Los Eventos 40 se cerraron a traer sólo intérpretes del género repetitivo que ya mencioné antes, más alguna banda juvenil que todavía no hubiera caído en el ostracismo. Claramente acudía gran cantidad de personas a esos conciertos, pero realmente era público fantasma ya que poco tiempo después ese mismo público ya había descartado la marca en pro de sus competidores, o incluso de sus emisoras hermanas.

A esto se redujo el Evento. Los nombres realmente buenos son pocos.

En el 2013, la frecuencia cambió dos veces de director y la misma había desaparecido del top de las mediciones de audiencia de las emisoras. Ya la gente la veía como una calca de su más próximo competidor, a pesar de que entraron ciertos discjockeys carismáticos que trataban de mejorar el panorama desde su posición. Finalmente en 2014 empezó la transición hacia la que yo llamó la “Época plateada”, inicialmente encabezada por Rafael Cifuentes, un veterano de la frecuencia.

El target cambió: Los días de las bromas telefónicas y parodias destinadas a un público adolescente quedaban en el pasado porque tenían claro que el oyente al que divirtieron años atrás ya había crecido. Y como el reggaetón ya llevaba mucho tiempo en Los 40 sin algún signo de mejora, se fue abandonando gradualmente. El foco sería el pop anglo, el Electronic Dance Music (EDM) y un componente adicional bastante especial.

"Serás, serás, lo que yo quiero que tú seas, tú serás"

La música alternativa había ganado terreno en Colombia y ya no era solamente una preferencia de nicho, sino que poco a poco se había empezado a masificar con intérpretes como Esteman, Bomba Estéreo, Monsieur Periné o LosPetitFellas. Por lo que, en un giro inesperado, 40 Principales se convirtió en la primera emisora comercial en apoyar y masificar el talento colombiano alejado de lo que marcaban las tendencias de la industria. La radio pública siempre fue el medio de difusión predilecto para las voces más desconocidas, y era significativo que una empresa con animo de lucro apostara su éxito por lo que podían demostrar estos nuevos íconos nacionales del cuarto arte.

Pedrina y Río, Manuel Medrano, Systema Solar, El Freaky, Juan Pablo Vega también entrarían a formar parte de esta movida desde 2015. Y aunque Rafael Cifuentes dejaría la dirección de la emisora en este mismo año, Alberto Marchena volvería a la carga para continuar esta propuesta de valor y consolidarla con el Evento 40 de Navidad de aquel 2015, que demostraría el auge de los intérpretes alternativos. Adicionalmente, la entrada de rostros afamados del medio como Liss Pereira, Alex Pinilla y Heisel Mora afianzarían la nómina con la que contaría la marca en su Época Plateada.

El Evento 40 de Navidad 2015: El punto de consolidación de la Época Plateada

Desafortunadamente, esta etapa no duraría mucho. Si bien, se promocionaron eventos como el Viva 40 que apostaban a un sonido de la ciudad más internacional (como Illya Kuryaki y Babasonicos) y llegaría una renovación de marca; la nueva decadencia comenzaría cuando por conflictos empresariales, la emisora se ve obligada a abandonar los 89.9 MHz para pasar a una frecuencia radial menos poderosa, que mermó la cantidad de oyentes que podían atraer. Aún así, continuaron brindando cobertura a novedosos festivales como el ALMAX y a otros ya consolidados como el Estéreo Picnic.

Lamento no haber podido asistir a este simpático evento

Poco a poco, la propuesta musical iniciada en 2014 se desmoronaría debido a la salida de varias figuras reconocidas de la marca, el cambio de frecuencia citado anteriormente y por último, el reingreso del reggaetón a la programación, hecho que terminaría por poner el último clavo a la existencia de Los 40 Principales. Ya no era una propuesta alternativa, sino una copia exacta (de nuevo) de las diversas emisoras que hacían y siguen haciendo lo mismo. Por alguna razón, los programas tampoco llamaban la atención de su público objetivo y por más de que Insomnia retornara de la muerte o que viejos conocidos regresaran a la nómina, ya estaba todo consumado.

Por más de que tuvieran buenos DJs, la emisora también requería de su música para triunfar

Así como el tropipop fue exiliado diez años atrás, casi todas las propuestas alternativas fueron sacadas en pro del género “urbano” que movía masas en todo el mundo… Al parecer, no movió las suficientes a escuchar la emisora, puesto que en Junio de 2020 llegaría el anuncio definitivo: Los 40 finalizan sus emisiones en el territorio colombiano. Debido a su parecido evidente con una revitalizada Oxígeno, su empresa propietaria decidió fusionarlas y dejar viva a la más exitosa de las dos, que claramente no es 40. Ahora el verdugo y el condenado intercambiaban sus roles.

Este es el fin. Paz en su tumba.

Así se da término a 19 años de distintas emociones de calidad variopinta, de los que muchas personas guardarán recuerdos bastante nostálgicos. La lección más importante que nos deja la historia de esta marca en Colombia es el no apostar por los océanos rojos, por más “éxito comercial” que pueda prometer. En vez de replicar las tendencias, el ideal es crear e imponerlas, generando beneficios para el público, para los artistas alternativos y para la emisora. Un gana-gana, en todo sentido.

Puede que el pop anglo y el EDM se rigieran por las modas y las novedades, pero la posibilidad de tener una tercera línea musical que no dependiera de eso brindaba ese valor agregado que ciertos oyentes, inconformes con los estilos más difundidos, tuvieran una oportunidad de apoyar a nuevos grupos e intérpretes que normalmente no son escuchados en la radio comercial. Eso sumado a discjockeys de alto nivel profesional y amplio carisma, podían ofrecer la posibilidad de tener una emisora agradable de escuchar. Pero la realidad es otra, y a la medianoche del 31 de Julio de 2020 terminará la emisión de la otrora “Radio de los éxitos”.

Bye Bye

Aquí termino este artículo y confirmo que voy a regresar a la página, con una presencia menor pero con toda la intención de continuar. ¡Nos vemos en una próxima ocasión!

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¡Los finales siempre marcan nuevos comienzos!