6.28.2017

Egovistazo #8: Crash Bandicoot [21 Aniversario] – Influencia, calidad y retorno

¡Ahora han entrado a un nuevo inicio!

Este artículo va a ser más corto que de costumbre. Va a tratar un tema que, ni con calzador, entraría en el eje central de este blog. Quería analizarlo porque, en pocos días, el regreso del fenómeno es inminente. Así que, les presento las experiencias personales que viví yo (el autor), frente al tema del que vamos a hablar. Bienvenidos al mundo del videojuego, les presentó a Crash Bandicoot (el 3 será del que más verán, así que...).

Si, sí, el Warped. Hablaré más del Warped. No creo que haya problema, ¿verdad?

Advertencia: El siguiente artículo de pensamientos personales contiene datos específicos sobre Crash Bandicoot, unos datos al aire sobre el mundo de los videojuegos. Si no están familiarizados, espero que entiendan sin confundirlos mucho :)

Crecer a la par con el fenómeno de los videojuegos es asombroso. Desde pequeño puedes ir conociendo esas distintas historias que están en cada título, en cada consola, en cada universo. Una quinta generación fue la que más me influenció. Nací y aprendí a manejar un control mientras esta se encontraba en su último apogeo. Así pasara el tiempo, seguía pegado con más juegos para un mismo aparato de sobremesa que aproveché al 105%.

Creo que ustedes también tienen muchos recuerdos con algún aparato en específico (Eso espero...)

¿Qué tuve? Una Nintendo 64, de la cual tengo recuerdos muy borrosos y que no aprecié tanto. No tenía ni tres años y fue cambiada por un despampanante PSone. Sí, ese modelito que salió en el año 2000 como una versión compacta para quienes querían vivir esa experiencia, y aún no les alcanzaba para la que recién iba a salir (PS2). Pocos juegos originales, y muchos piratotas porque los ingresos familiares eran bajos y pues lo importante sería probar diversos mundos de juego en esa pequeña consola circular. A aquel niño le interesó un juego en específico: Crash Bandicoot. Un nombre raro, poco reconocible y hasta atractivo para mi subconsciente infantil.

Una criatura medio extraña, pero con la que me podía divertir controlándola (Sí, suena un poco macabro).
Imagen de Hobby Consolas

No estaba solo. La experiencia la iba a compartir con dos de mis tíos que tenían edades cercanas con margen de error de 6-7 años. Y pues, del modo clásico por turnos, disfrutamos esos juegos. Era un disco que incluía las tres primeras partes del marsupial que, en aquel entonces, se nos parecía a un zorro (Sí, lo sé). La tercera parte fue la predilecta: Tal vez nos agradó más Warped porque tenía escenarios más variados y llamativos para nuestras edades; además de que el primer juego nos espantó con la elevada dificultad con la cual no pudimos seguir, y el segundo no funcionaba en el disco (Una pantalla negra infinita opacaba las esperanzas de jugarlo algún día).

La pantallita de selección. El 1 era jodido, el 2 estaba quebrado y el 3 fue la elección predilecta

¿Qué pasó con CB3: Warped? Fue encantador, maravilloso y frustrante. Uno siente mucho cariño por aquel primer videojuego en el cual uno aprende las mecánicas y termina dominándolo. Ese fue el primer título jugable que me tomé en serio, así me costara varios intentos llevados por varias muertes. Ciertamente existieron otras joyas que jugué antes, como la enésima versión pirata de Super Mario Bros., alguna edición de Circus Charlie o las motos locas de Excitebike. Pero con Warped, fue que realmente me introduje al mundo de los videojuegos: No como un jugador casual que juega de vez en cuando, sino como alguien apasionado que le interesa ver más allá: Batallas finales, contenido extra, niveles escondidos, etc.

Después de ver a medias la intro del juego, empezábamos a rescatar (Así nos referíamos para decir la palabra “completar”) cada nivel. Una primera sala de teletransporte, que infantilmente le decíamos mundo, con 5 niveles enumerados. Tres los jugaba el personaje principal (Crash, por supuesto) y los dos restantes tenían que ser hechos por la hermana (Coco, en unos modos de juego muy simpáticos para mis tíos y yo).

Primer sala, primer "mundo". The first Warp Room of the game.

En ese entonces, aún no conocíamos ese mágico dispositivo llamado Memory Card, y a fuerza, la idea era completar el juego de una sentada (lo cual, para nuestras edades era bastante complejo). Ni siquiera completábamos el mísero primer mundo, y ya se tornaba cansón. No obstante, un día llegó a nuestras manos gracias a mi padre y se nos facilitó el poder avanzar en el juego... No del todo.

El primer boss (que llamábamos “guardián” ... no sé por qué) era un tigre musculoso con ánimo de aplastar al personaje protagonista. Había que aprender a vencer a Tiny. Y como raro, las vidas que se perdieron no fueron pocas. Fue una gran cantidad, la cual no recuerdo bien. ¡Sólo eso en el primer jefe! Bueno, terminamos aprendiendo y lo vencemos. Aparece un poder especial que ya podemos usar: Una especie de super aplastón oprimiendo X y luego O. Vencimos al “guardián”, guardamos el juego y continuamos hacia el segundo “mundo”, y así sucesivamente.

El momento inicial con el primer "guardián" del juego: Tiny Tiger

Era también propio de nosotros llamar de maneras extrañas a ciertos niveles. Al 7, basado en la antigua arabia, le pusimos el nombre de Traición. ¿Por qué? Porque el primer fulano que nos quitó una vida en ese nivel fue ese imbécil que avanza lentamente y luego se voltea para cortar los pantalones de Crash. Un jodido traidor. Y el 9, ambientado en la cultura egipcia, lo llamábamos Egipto (¡no me digas!) por obvias razones.

Hola! Tiempo sin verte, "Traición"...

Jefe tras jefe fuimos pasando. Ya nos costaba menos cada batalla. Pegarle tres veces al “guardián” de cada “mundo” era la rutina. Dingodile, N. Tropy, y N. Gin... todos esos cayeron (aunque el último me costó mucho trabajo hasta años después, ese sólo lo vencía mi tío). Y pues, quedaba el quinto “mundo” (porque en aquel entonces no conocíamos esa sala subterránea). Vencer cada nivel fue sencillo y obtener la gema era un desafío, pero lo único que importaba era llegar al jefe final. Y llegamos.

Enfrentar al archienemigo de Crash, Neo Cortex, en CB3: Warped, era de otro nivel. La mecánica no era tan compleja; y, aun así, empezamos a perder vidas muy velozmente. Estábamos mi tío y yo, frente a ese televisor, un 22 o 23 de diciembre, perdiendo una y otra vez en esa última pelea. Nos turnábamos para ver quién podía ganar, sin resultados alentadores. Comenzamos con 99 vidas y perdimos unas 50-55 en esa primera vez que intentábamos vencer al némesis del protagonista. Cuando su última barra de vida despareció en el turno de mi tío, y el quinto poder especial hizo presencia en el centro del recinto, empezamos a gritar y a celebrar como locos; pues era la victoria total... ¿O no? Alegres y todo, pero faltaba mucho para completar realmente el juego. Por el momento, ese era el fin de CB3 en una inocente niñez.

Pelea final. Cuando niño, perdía por aquí unas 55 vidas, aproximadamente.

Fui creciendo, y mientras seguía jugando me podía dar cuenta que había juego más allá de esa icónica batalla final (que actualmente puedo pasarme sin perder ni una sola vida). Niveles secretos, reliquias, una sala de teletransporte subterránea y varios tiempos que superar en el desafío de tiempo o Time Trial. En fin, podía frustrarme un montón de tiempo logrando el aún desconocido para mí 105% máximo de CB3, pero sabía que valía el sacrificio por la satisfacción de completar el videojuego.

Ver esto en la pantalla de pausa era... muy satisfactorio. (Miren ese 4K bien pro!)

No diré que el juego es bueno, malo, aceptable, épico u olvidable. Ni siquiera le daré una calificación. Sólo está aquí en un podio donde el esfuerzo, la diversión y la pasión se mezclaron en aquel primer juego que rescaté en su totalidad. Para mí es excelente, y la rejugabilidad es muy atrayente para los que lo puedan jugar.

Pronto saldrá un remake de la trilogía de Crash: N-Sane Trilogy. Las expectativas están por las nubes, a los nostálgicos se les moja su ropa interior, y la sensación será revisitar cada juego de la que alguna vez fue la mascota no oficial del PS1. Esta experiencia sólo está aquí para que los seguidores puedan disfrutar esta lectura ocasional, y (lo mejor) puedan compartir sus experiencias de un título que marcó la manera de jugar de millones de niños (y no tan niños) a finales de los 90 y comienzos de los 2000.

Junio 30. Prácticamente, ya llegó el tan esperado remake.

No sólo es bueno por la nostalgia. Lo vuelves a jugar hoy y se siente fresco: Los gráficos no han envejecido mal, el modo de juego no se ha tornado repetitivo, el OST sigue siendo memorable y su epicidad aún es constante. Alístense para jugar la nueva reedición en PS4, o recuerden las originales en PS1 o comprándolas virtualmente para PS3 o alguna consola portátil de Sony.

Ojalá compartan sus experiencias en los comentarios de este artículo!

Terminó aquí esta mini-columna. Más íntima que muchas cosas aquí jajaja. Nos veremos pronto con el especial de JLG y 4.40. ¡Hasta Luego!


“Ahora el fin marca un nuevo inicio”

6.24.2017

Un sueño llamado Soda Stereo – Capítulo 8: Terapia de Soda Intensiva

¡Ahora han entrado a un nuevo inicio!

Con el paso de 4 meses de ausencia del compilado más importante (hasta el momento) de este blog, hoy regresamos a ver los últimos pasos de aquella experiencia rockera archiconocida en América Latina bajo el nombre de Soda Stereo. Esta vez, veremos una propuesta que fue muy aplaudida en su época y que rompió con los moldes establecidos respecto a lo que era en principio el concepto fundamental de un evento único como lo es un MTV Unplugged.

El trío, en la antesala de uno de los conciertos más significativos bajo la firma de MTV.

Olvídense de ver calificación aquí, porque el disco está compuesto en su mayoría por nuevas versiones de melodías ya existentes creadas por el trío + cierto material rechazado de Sueño Stereo + la interpretación al estilo “Soda” de un cover de una canción original de Vox Dei, un grupo argentino. Advierto desde aquí que no veremos todo lo que se hizo en el Desenchufado; no obstante, se verá lo que, a mi juicio personal, fue lo más representativo de esta obra especial. Sin más que comentar, demos comienzo:

Comfort y Música para Volar (1996)

1.  En la ciudad de la furia [ft. Andrea Echeverry]
2.  Un misil en mi placard
3.  Pasos
4.  Entre Caníbales
5.  Té para Tres
6.  Ángel Eléctrico
7.  Ella usó mi cabeza como un revolver
8.  Sonoman
9.  Planeador
10. Coral
11. Superstar
12. Zoom*
13. Cuando pase el temblor*
14. Terapia de Amor Intensiva*
15. Disco Eterno*
16. Paseando por Roma*
17. Génesis (Cover de Vox Dei) *

* Estas canciones no salieron en el disco original de 1996, sino en una reedición de 2007
Autoría de las canciones inéditas: Cerati (8-11); Bosio (8,9,11); Alberti (8,9,11)

Entrada Limitada. Sonido Natural (y sintético). Una experiencia sin igual. [Crédito a FlacoStereo por la imagen]

Mi elección será de 7 canciones (sin incluir las 4 inéditas o el cover). No todas se pueden considerar como la perfección en pasta o al menos sobresalientes (Sí, hay algunas flojitas o que poco varían frente a sus versiones originales). Por ende, quiero comenzar con un contenido ligero y a la vez, excepcional:

El Des-enchufado

a)  Entre Caníbales: Un cambio mínimo, pero notable en la distribución de compases es lo que se nota en primera instancia. El bajo y la batería van armando un camino amónico por el cual la guitarra va caminando poco a poco, dejando rastro de cada uno de los sensuales acordes que tenía la melodía original. La voz, más fresca y con más calma, relata esos instantes de amor y desenfreno salvaje. Y los violines del final logran añadir el toque de seducción que le pudiera faltar a esta pieza. Se ve sencilla, oculta complejidad y es sobresaliente en su salsa (Aunque sea rock, aja).

Entre Caníbales... el dolor es veneno, nena. Y no lo sentirás, hasta el fin... Mientras te muevas lento,
Y jadees el nombre, que mata...

b)  Cuando Pase el Temblor: La más interpretada por el trío en giras, presentaciones, eventos, etc. Y aquí no podía faltar. El cambio trasciende más allá de la interpretación vocal de Gustavo Cerati (que ya se nota más enérgica). Un instrumento de viento (posiblemente una zampoña) que se siente más realista; el constante sonido de la pandereta; además del apoyo de ciertos sintetizadores que no opacan el tono precolombino de la canción. Con alargue al final, solos de guitarra y bajo crean ese contenido adicional que se tornó frecuente en los últimos conciertos del grupo.

Ya no tendremos que hablar... del temblor. Te besaré en el templo, lo sé... Será un buen momento!

(¿Sabían que no se utilizó ningún track del álbum Signos en este Unplugged? Ahora que lo noto, me parece demasiado raro...)

c)  En la ciudad de la furia: Creo que, junto con Te para Tres, es el contenido más recordado en este Des-enchufado. Y se justifica con la aparición de la vocalista de Aterciopelados como intérprete invitada, la cual giró junto a Soda Stereo en la breve gira de conciertos de este Unplugged. Esta pieza nos transmite el sentimiento de una noche oscura, con un desespero que el silencio acalla, y con una ciudad que continúa su rumbo. El contraste de la voz de Gustavo puede recordar un poco a lo sucedido en Entre Caníbales: calma, sobriedad. Los arreglos instrumentales no se quedan atrás, al brindar esa atmosfera lenta, relajante, tranquila. Cada conjunto de notas que salen del bajo de Zeta pueden ser orgasmos musicales, subidones. Respecto a Andrea, se puede ver su manejo impecable de la voz en una atmosfera distinta a la de su zona de confort en Aterciopelados. Esta melodía sobresale, sin duda alguna, dentro del álbum.

Te desnudaré, por las calles azules. Me refugiaré, antes que todos despierten.

d) Pasos: La más corta de este disco. Pero no hay que subestimarla, porque su ejecución es concreta, bien formada y excepcional. En simples palabras, es una versión acústica de la original de Sueño Stereo. Agradezco infinitamente que no se hayan incluido sonidos electrónicos o de sintetizador, porque no eran de mi agrado en la primera versión. Esta es la muestra de que el minimalismo se puede formar sin recurrir a técnicas facilistas o mediocres: Una melodía en la que la batería descansa para dar exclusivo protagonismo a todas las cuerdas presentes (violines y guitarras). Se convirtió en una de mis preferidas (a nivel subjetivo).

Es igual a un laser, la pasión actúa por reflejo. De uno a dos, de dos a tres... Yo, prefiero seguir tus pasos.

e) Un misil en mi placard: Hay sintetizadores... muy pocos, por sí lo querían saber. Es casi acústica y una renovación total del concepto que se llevó a cabo en el álbum debut del trío. Tal transición de un género new wave y post-punk a una especie de pop-rock con vestigios de folk. La juventud y la ironía también se dejaron a un lado para mostrar la pasión y el realismo con el cual la interpretación vocal irrumpe en toda la canción. ¿Por qué los violines tienen que ser tan sensuales en la mayoría de piezas tocadas? Es naturaleza del instrumento, tal vez. Lo que sí puedo asegurar es que esta nueva versión es competente, con muy buena ejecución y gran impacto.

Algo ocurrió, una extraña sensación, un presentimiento...
Tuve que dejar de hacer el amor, en el momento

f) Terapia de Amor Intensiva: Unas notas de piano son las que nos introducen a una nueva forma de ver esta tonada. La que sería el último track de Doble Vida ha sufrido cambios notables: Desde la aparición casi nula de cuerdas eléctricas; además del foco excesivo (y maravilloso, por cierto) que se le da a la interpretación de teclado; hasta la única existencia de sintetizadores en el mero principio. De ahí en resto: Un paseo lujoso de acordes y armonías que interactúan entre sí dentro de una de las canciones más románticas de Soda Stereo. Puede que no destaque frente a otras, pero brilla por sí sola por su calidad. (PD: El Solo de Piano al Final es ASOMBROSO).

Lo que tus labios no puedan besar, se esfumará... Y no escucharás más palabras lascivas.
¡En la terapia de amor intensiva!

g) Té para Tres: Terminamos las versiones Unplugged de tracks antiguos con otra joya de Canción Animal. Una que evoca tristeza, impotencia, realismo del más puro. Si bien, no logra tener esa melancolía extrema que lograba la sencillez de la versión original; si transmite sentimientos de reflexión y nostalgia, por mencionar algunos. Irónicamente, es mucho más compleja a nivel instrumental que su equivalente de 1990; aunque... este no es un MTV Unplugged normal. Agregar ciertas secciones de otros artistas (como Spinetta), e incluir más variedad respecto a teclados, sintetizadores y bajo no le queda nada mal. Todo lo contrario. ¿Memorable? Claro que sí. ¿Excelente? No. ¿Es satisfactoria? En cierto modo, sí.

El eclipse no fue parcial, y cegó nuestras miradas. Te vi que llorabas (Te vi que llorabas)... por él. Te para Tres.

Inéditas de Sueño Stereo

I) Sonoman-Planeador: Sonoman es una banda de sonido instrumental en su totalidad. Carece de voces cantadas y el único registro vocal se encuentra al final. Varios instrumentos acoplados junto a sintetizadores van elaborando esta pieza cual señal de ajuste musical para alguna canción posterior. Tranquila, sin caer en lo aburrido. No es excelsa; aun así, es buena. Para cerrar la primera parte, un hombre comenta: “Ya se los advertí, aquí tienen música... para Volar”; e inmediatamente empieza Planeador. Esta es una melodía de dream-pop con influencias psicodélicas, donde la distorsión del bajo es el atractivo principal (claramente acompañada de sonidos sintéticos y otras cuerdas). Con líricas que hablan acerca de una aventura abstracta en un mundo imaginativo, la pieza resulta ser un experimento exitoso de Soda respecto a otros géneros menos explorados.

La ternura de tu duda, mi habitual rincón. En cada mínimo detalle, creo oír tu voz...

II) Coral: Una canción que me recuerda un poco al punk rock de Green Day compensado con otra capa de rock alternativo al estilo Soda. La letra narra las incidencias de “comenzar de nuevo” y todo lo que ello implica (o al menos, eso entendió el autor de estas columnas). La batería es muy relevante y preside casi toda la pieza, con una guitarra eléctrica siguiéndole y un bajo poco notable. Aceptable, porque no es del todo convincente.

Corre y sueña bajo el sol, siente que lo alcanza. Liberada del temor, de volver a casa.

III) Superstar: Un inicio con el intro alterado de cierta canción titulada De Música Ligera. Para fortuna o infortunio (aún es discutible) de nosotros, el track toma un rumbo distinto... más específicamente hacia las reminiscencias de un britpop reinante en aquella época (Soda y sus influencias británicas casi siempre haciendo de las suyas). “No hay más que hacer, ya todo está hecho” es lo que narra esta pieza. El bajo regresa de su descanso para ser el protagonista de esta rola a pleno. Y tanto batería como guitarra le van secundando. No es nada del otro mundo, es aceptable. Puede cansar después de 4 veces, y no es una que vayas a recordar mucho por su calidad.

Mírame, y hablas de empezar de nuevo...

Cover de Vox Dei

* Génesis: Uno de los puntos álgidos de una pieza magna de ópera rock representativa para el rock argentino. Comenzando por el principio en calma constante y avance progresivo, pasando por una parte vocal excepcional y terminando con uno de los solos más orgásmicos de todo el rock mundial... SÍ, MUNDIAL. Es épico, no muy fácil de hacer y armónico frente a todo el contenido restante de este principio bíblico. No me alcanzan las palabras para describir este Bonus Track. Lo único que sé es que este cover es una de las joyas valiosas poco reconocidas de este movimiento latinoamericano de rock. Así de simple.

Hombre que te miras en las aguas para ver quien sos
Mírame si quieres verte porque imagen mía sos.

El desconectado fue un rotundo éxito, abrió las puertas para más presentaciones del trío y consolidó la imagen “renovada” que el grupo había querido transmitir desde Sueño Stereo. Sin embargo, no todo estaba perfecto. El agotamiento creativo de las tres mentes envueltas en este proyecto ya se hacía muy presente en cada ensayo o cada concierto. El interés de Gustavo por experimentar nuevos caminos sin depender de ese hilo conductor llamado Soda Stereo también empezaba a cobrar factura.

Y comenzando 1997, ya se estaban esparciendo rumores de una posible separación de la que, en aquel entonces, era la banda más reconocida de rock en Latinoamérica. Antes de finalizar el ciclo, y antes de que se confirmara o se diera aquella separación; se dieron ciertos momentos interesantes en el punto final de la vida de la agrupación...

Ya se acercaba el momento de decir adiós

Hasta aquí llego con esta columna. Esperen las dos últimas partes de esta serie que me ha apasionado hacer durante más de 1 año; un homenaje bien interesante a aquel nombre que revolucionó la música latina durante la década de los 80 y los 90. ¡Nos veremos en una próxima ocasión!


“Ahora el fin marca un nuevo inicio”

6.20.2017

AlbumEscape #3 [Edición Plateada]: ¿Dónde jugarán las niñas? – Molotov (1997)

¡Ahora han entrado a un nuevo inicio!

¿Cómo les va a todos? Decido continuar este ritmo constante en esta lejana dimensión, y traigo una joya para su análisis detallado. Se trata de una pieza bastante alabada, y a la vez, cuestionada desde el tiempo en el que salió por su explicito contenido, su impacto en la industria musical y por la naturaleza de casi todas sus canciones.

Hoy traemos al frente a ¿Dónde jugarán las niñas?, el disco debut de la agrupación mexicana Molotov. Disfruten de este nuevo AlbumEscape en una edición especial por el vigésimo aniversario del magnus opus de la irreverente banda. ¡Comencemos!…

Molotov también tiene sus aspectos particulares, como muchas de las agrupaciones que han pasado bajo la reseña de esta página. En esta ocasión, este grupo mexicano se caracteriza por su irreverencia, sátira y critica a los múltiples problemas sociales que existen en Latinoamérica por medio de líricas subidas de tono, con palabras soeces incluidas en el menú.

¡Para una campaña de jeans, aquí está el cuarteto dinámico!

Conformada por Tito Fuentes, Randy Ebright, Micky Huidobro y Paco Ayala en el ya alejado año de 1995, comenzó a ser telonera de distintas bandas que en ese entonces eran bastante significativas para el ciertamente desgastado rock en español: Héroes del Silencio, e Illya Kuryaki and the Valderramas (de esta última hay cierta inspiración en sus primeros trabajos). Sin embargo, el cuarteto no deseaba emular el estilo funky que el dúo Spinetta-Horvilleur promovían por toda América Latina. Más bien, se decantarían por una esencia enfocada en un rock más duro, un género metal notable, con tintes de rap y un poco de ese funk de IKV (Sí, sólo ese poco).

El año 1996 resultó cargado de trabajo luego de que un representante de una disquera los escuchó, y posteriormente convenció, para que grabaran un primer trabajo discográfico. Con la producción del legendario Gustavo Santaolalla, junto a Aníbal Kerpel; el álbum con un “sutil” doble sentido como título saldría al mercado. A propósito, un mercado que empezó rechazando su venta masiva al público por la naturaleza de su portada. Tarde o temprano, las tiendas no resistieron comercializarlo al ver que su éxito fue inmenso cuando los integrantes de Molotov vendían las copias del disco en las calles.

¿Dónde jugarán las niñas? (1997)

1.  Que no te haga bobo Jacobo
2.  Molotov Cocktail Party
3.  Voto Latino
4.  Chinga tu Madre
5.  Gimme tha Power
6.  Mátate Teté
7.  Más vale cholo
8.  Use it or Lose it
9.  Puto
10. ¿Por qué no te haces para allá?... al más allá
11. Cerdo
12. Quítate que ma’sturbas (Perra arrabalera)

Letras escritas por: Huidobro (1, 4, 5, 6, 7, 10, 12); Ebright (2, 8); Fuentes (3, 7, 9, 11); De la Cueva (7); González (8).

Fue un total acontecimiento. Al final de esta reseña veremos si posee o no esa excelencia de la que tanto se alardea. No obstante, se puede afirmar con total veracidad que este disco significó un hito en la historia del rock mexicano de aquel entonces. Ese enfoque hacia la sátira y la burla que perdía toda nobleza en las canciones más controversiales fue lo que sacudió el ambiente musical de finales de los años 90. Desde el mismo título se hace una parodia a aquel archifamoso álbum de Maná de 1992, pero con connotaciones hacia una situación que aún es tabú en la sociedad: La Prostitución.

Desde el debut, su impacto arrasó con todo en América Latina

No sólo fue representativo en México. El impacto que tuvo por fuera de su país natal es una de las razones por las cuales exista esta reseña. Y sorprende que el paso del tiempo no haya hecho sufrir a esta pieza, algo que puede jugar a su favor a la hora de evaluar su calidad. Pero si es triste que después de 20 años desde la salida de este disco, la banda no haya igualado o superado a su debut, que pisó más fuerte e hizo más eco que cualquiera de sus posteriores contenidos.

Dejando las introducciones a un lado, vamos a ver de que está compuesta la mejor obra de Molotov (eso último lo dijeron ellos mismos...), con infinidad de dobles sentidos incluidos:

Que no te haga bobo Jacobo es un tiro directo a la desinformación, la manipulación de los medios por parte del gobierno turno, la actitud conspiranoica y fenómenos similares a partir de la historia del fallecido Jacobo Zabludovski, un periodista mexicano acusado de impostor y oportunista por parte de su amplia gama de detractores; representando todo lo que pueda estar mal en el periodismo latino. Sonidos fuertes, beats resonantes y un coro gritado en potencia armonizan el primer track de su disco debut. No se anda con rodeos. No es de mi agrado personal, pero es buena (en lo que cabe).


Molotov Cocktail Party es la carta gringa de presentación del grupo. Una canción en inglés que describe de una manera poética y callejera a la vez cuál es la esencia que caracteriza al cuarteto y toda la controversia que llevan detrás. Tenemos un compás más pausado, pero que es acorde con el lento y constante impacto que quiere poseer este “saludo” de la banda. Ritmo rockero con una prevalencia de batería. ¡Un tesoro en toda regla!

En vivo en el Auditorio Nacional - 2014

Voto Latino, una muy conocida, una muy celebrada. The point of this song is very simple. It tries to explain the problems that racism can produce in the Latin-American society, una muy chingona, por cierto. Y con ritmos tradicionales donde abundan varios instrumentos típicos de la región (más que todo mexicana), logran concretar un grito de protesta contra esa discriminación. Letra inspirada, realismo expuesto de manera efectiva y una interpretación de una sola toma impresionante. Increíble.


Chinga tu Madre no es algo que maltrate a la mujer, por si les quedaba la duda. La canción es vulgar, pero tiene su justificación en que es un grito de “basta” hacia esas situaciones incomodas que ocurrían en una relación y de las cuales todos los humanos estrictamente racionales nos llegamos a cansar. Sea hombre, sea mujer, sea de cualquier género... La idea es mandar al demonio esas experiencias fatales. Así de simple. No ofrece novedad instrumental; no obstante, la letra lo compensa al... Bueno, las líricas no son tan elaboradas... El atractivo llega a ser el conjunto de sensaciones que transmite la rola. No es precisamente pegadiza, y aun así acierta en aquellas sensaciones. Aceptable.

Desde Rusia con Amor (En Vivo - 2012)

Gimme tha Power es la archifamosa melodía de Molotov. La típica de canción protesta contra el maldito gobierno, la desigualdad culera y las mismas pinches promesas de siempre sin resultados algunos. Es un mensaje de unión en contra de esos malnacidos que sólo tienen intenciones egoístas estando en un cargo que supuestamente debería dar beneficio social. Pero bueno, vulgaridades aparte (pocas en comparación a las demás tonadas), es un hit puro y duro. Una interpretación lenta, cabizbaja e impecable del sonido de agotamiento por la corrupción; una letra apegada al realismo con ánimos de unión social. Es una belleza. No es la mejor del álbum, pero es sobresaliente.


Matate Tete vuelve al ambiente estruendoso de las primeras canciones. Esta vez presentando la declaración de odio a aquel individuo por el que se siente esa peculiar y fuerte emoción. Esta canción no vale la pena escucharla: La calidad lírica no es digna de otros trabajos del grupo, el ritmo es repetitivo y su simplicidad llega a ser fastidiosa. La interpretación vocal es variada... Y no, eso no salva a esta cosa de ser mala.


Más vale cholo nos cuenta la historia de un desmadre en el que todo terminó en caos, balas y peleas entre gente pendeja. Si, es bastante básica la trama e, irónicamente, me parece un mejor trabajo que el del anterior track. No tiene una letra de calidad, pero el ambiente instrumental y vocal logran atraer un poco. Más aceptable que el anterior sí es. Aun así, no es la gran cosa

Desde Rusia con Amor (En Vivo - 2012)

Use it or Lose it es como un manual de instrucciones para la vida dado ni más ni menos que por los Molotov. De esa manera es que lo puedo ver. Y es lo primero y único que se me ocurrió, porque mi ignorancia sólo permite ver una neblina de ideas muy poco desarrolladas. Tenemos unas líricas de Ebright que tienden a un estilo implícito, ya menos pesado y agregando un poco del funk y gangsta’ style de su inspiración directa (IKV). ¡Es buena para pasar el rato y su ritmo es efectivo a grandes escalas!


Puto... No sé qué decir de Puto. Matarile a esta canción, que más allá de ser un himno, o ser muy famosa, no tiene mucho contenido lírico. Perdón, no posee contenido de este tipo. Es sólo montársela al aguafiestas de cualquier situación, evento o desmadre. Pegadiza y todo, pero es un despropósito. Sólo es una canción chatarra que se volvió popular por su lenguaje soez que era tabú en la época. Épica, pero pobre.


¿Por qué no te haces para allá?... Al más allá expresa el deseo de ver en las peores condiciones (la muerte, explícitamente) a aquella persona interesada que tanto daño hizo a los sentimientos de uno mismo. Insulto y medio para esa expareja traicionera e infiel que no merece el perdón de alguna divinidad existente. Hard Rock y unos vestigios de metal son los que armonizan esta canción llena de odio, desprecio, maldiciones y redención del ego. Los solos de rcok del final son increíbles, la estructura rítmica puede caer en lo repetitivo. Aun así, la letra logra ser un hilo conductor mejor logrado que anteriores canciones. Es aceptable, tirando a buena.


Cerdo se refiere literalmente al apodo que la sociedad asigna a aquellas personas que sufren de gula y comen en forma exagerada. La hipérbole a la que se acude en la descripción literal de esta condición es grotesca, repulsiva... y lamentablemente, real. La letra no podrá ser muy elaborada (su superficialidad puede dar miedo en cierto modo), pero en cuestión instrumental es una tonada de amplio disfrute. Es evidente la manera en la cual toman el funk inspirado por Illya Kuryaki para mezclarlo con sus mensajes de burla e ironía... resultando en una canción rara. Pegajosa, carente de líricas muy pensadas, pero efectiva al punto de ser aceptable.


Quítate que ma’sturbas, más conocida con el nombre de Perra Arrabalera (más misógino para donde) nos comenta acerca de la situación de una mujer excitada que no le importa qué hacer con el fin de conseguir su propio placer o excitación: Hacerle con todos, darse auto-amor, o ser muy insinuante con cualquier persona. No voy a comentar acerca de los alcances morales de la canción (si lo hago, me linchan). Más bien, veamos la instrumentación y la rítmica: Es básica, fuerte y constante. También puede pecar de tornarse repetitiva y la letra no es tan desarrollada. 


Puede ser una pieza demasiado criticada por su contenido lírico, pero mejor la descartaría por su nula variedad y su pretensión de ser algo que no es... Me explico: Pretende ser una sátira social y contestación de metal (en teoría), y termina siendo una composición infantil de sujetos que no superan su pubertad. Así que, rock fuerte y todo... pero no pasa de ser una vil queja adolescente. Y esto puede aplicar para otras canciones dentro del disco.

Ya sé que el decir ¿Dónde jugarán las niñas? expresa una referencia directa a “niñas” relacionadas con lo narrado en estas tonadas, aunque el grupo trate de exagerar en cada ocasión posible. Y teniendo una mirada más global, el álbum en conjunto no ha envejecido muy bien. Los mensajes principales son ejemplares (con vocabulario fuerte, y aun ejemplares); pero las subtramas son misóginas, sucesos controversiales porqué sí, y vistos de mal modo en una sociedad en la que las mujeres quieren eliminar ese estereotipo de ramera en las que a algunas las encasillan y el odio es el peor mensaje que se le puede dejar a esta sociedad.

El punto de vista de Molotov es válido como el de cualquier otro grupo. Y así, no sé en donde empezarían a irrespetar a ciertas personas o comunidades. Es algo muy difícil de descifrar. Con esto dicho, doy el veredicto de esta pieza fundamental del rock mexicano. (Recuerden que la escala va de -4 a 4).

Nota Apreciativa: 1 (Uno)
Un álbum casi neutro. Un clásico con aciertos que establecieron cierta tendencia del rock. Aunque posee también canciones con estándares de calidad muy bajo. No ha envejecido muy bien porque ciertos mensajes se ven anacrónicos, pero estableció un estilo satírico bien llevado. No es un disco para cualquier espectador.

Termino este artículo conmemorativo y esperen el próximo. ¡Espero no demorarme otra eternidad! ¡Hasta la otra!


“Ahora el fin marca un nuevo inicio”