7.29.2021

#Cringelombia: El origen

¡Bienvenidos de nuevo a esta dimensión!

Desde Noviembre del año pasado no he realizado alguna revisión mordaz de contenido peligroso para la salud mental del ser humano en general, debido a que me he concentrado en hacer análisis y reseñas detalladas de material que tiene, por lo menos, algún elemento complejo o interesante. Pero por esta vez (y otras más en un futuro cercano), voy a abrir la caja de pandora de la música colombiana, en donde la pena ajena va a potenciarse a niveles desconocidos y el sentido del ridículo se evaporará más rápido de lo que creen.

Esto no es una crítica o un entramado analítico, sino un vistazo de algunas de las obras que quebraron los oídos y la dignidad de quién la creo y las escuchó. ¡Bienvenidos a #Cringelombia: Donde el riesgo es que la música se quede eternamente en tu mente!

¡Bienvenidos! Los símbolos se borraron, pero la pena ajena no lo hará

Hoy cinco composiciones abrirán el telón más bochornoso de esta dimensión. ¡Que inicie la función!

(ADVERTENCIA: Los siguientes sonidos pueden causar grandes carcajadas, amplios llantos, altas dosis de vergüenza, y/o pérdida del orgullo patrio en casos más extremos. La intención de este artículo no es descalificar a los intérpretes que serán mencionados, sino burlarse de estas creaciones enfermizas que rasgaron la realidad de formas impensables. Se recomienda discreción).

1.  Te quiero mucho – Naty Botero [2006 / Sencillo]

Un inicio fuerte, que promete un nivel premium en lo que a escándalo auditivo se refiere. El principio es como una enredadera de palabras fácilmente malinterpretadas que se pierden en el infinito mientras incursionan las notas de una guitarra eléctrica más perdida que una bicicleta en una feria automovilística. Justo al final de esa preciosa intervención, aparece la voz de la cantante después de haber estado en la peor resaca imaginable. De hecho, la interpretación de los versos (si es que se le puede llamar así a esa bazofia) es desastrosa, sin ritmo ni una mínima entonación.

El coro es repetitivo a más no poder, pero es el menor de los problemas cuando se juntan la enredadera antes mencionada, las cuerdas perezosas, y un montón de suspiros que intenta apelar a la seducción, pero que simplemente incrementan la vergüenza ajena que provoca la melodía. En conclusión, una basura que puede quedarse pegada en la mente de sus oyentes durante meses o años… El ejemplo de lo anterior es este artículo, originado en gran parte por esta pieza preciosa.

Años después, Naty Botero iría mejorando sus composiciones y si bien en la actualidad, no goza de gran éxito o reconocimiento, si ha tenido una evolución notable frente al material que la hizo famosa. Es más, hace unos meses lanzó una versión acústica más tropical de la misma canción, y la mejora es indiscutible: con la misma letra, pero mejoró todo lo demás.

2.  Sudores – Tulio Zuluaga [1994 / Álbum: Sudores]

—Y chucutún pa dentro…

Esta es la clara muestra de dos hechos irrefutables: Primero, que una mala producción y una mala mezcla pueden destrozar la obra de cualquier intérprete. Y segundo, que Tulio Zuluaga no sirve para cantar rock o baladas, y mucho menos para desgarrar su voz.

Con ustedes, una magnánima obra de los años 90, en la que un antiguo locutor de la Superestación se aventuró valientemente a grabar su propio disco, pero que salió estafado (me imagino) respecto al resultado que deseaba encontrar. Una instrumentación irritante digna de las tonadas más recalcitrantes de la época, mezclada con un desempeño vocal que cae en una sobreactuación que mata de risa hasta a los asistentes de un funeral.

Por el mismo camino va la letra, que resulta ser más cursi que cualquier imagen de Piolín que se pueda encontrar en la red. La discordancia entre cada elemento sonoro en la canción provoca que varias personas dejen de reproducirla antes de culminar el primer minuto. Mala producción, una clara ausencia en la ingeniería de sonido, y un producto horripilante por donde se le vea.

Afortunadamente, Tulio Zuluaga se reivindicaría con otros discos en los que exploraría un sonido más tropical, el cual no le queda nada mal. Y desde hace unos años, se convirtió en uno de los chefs insignia del país (al cual le agradezco algunas recetas para beneficiar mi apetito)… Al final, el hombre encontró su vocación real y un reconocimiento positivo.

3.  Ay que calor – Luna Verde [1994 / Sencillo]

Encontrar algo peor que el debut de Tulio Zuluaga puede ser arduo, mas no imposible. Les presento a uno de los muchísimos fenómenos juveniles que inundaron aquel fin de siglo en Colombia: Luna Verde, con su ¿one hit wonder? titulado “Ay que calor”.

Es como juntar los peores componentes de los grupos juveniles de las décadas anteriores y mezclarlos con un ambiente instrumental tan exagerado como ridículo, lleno de magia tropical y sonidos de sintetizador que parecen no tener fin. De hecho, el intento de coro es incluso más vago que el de la canción de Naty Botero antes mencionada. Y por supuesto que no me puedo olvidar de la letra, la cual consiste en una mutación incomprendida entre aventuras en la playa, anécdotas “graciosísimas” con desconocidos y una reflexión acerca de la contaminación mundial; asemejándose a una versión de muy bajo presupuesto del Capitán Planeta con sombrero vueltiao y traje de baño. ¡Sí, así de burlesca llega a ser esta canción!

No tengo más comentarios sobre esto, debido a que no le quiero dar más importancia de la que merece. Los integrantes del grupo no volvieron a resaltar nunca más, a excepción de Carolina Sabino, quién cosechó una mejor carrera como actriz que como cantante. Jorge Cárdenas se dedicó a llamar la atención de forma paupérrima y vivir de cuanto escándalo aparecía en redes sociales. Y los otros 2 desaparecieron de la palestra pública, sin mayor interés en el reconocimiento. El grupo quedó en el absoluto olvido, sólo visitado por espectadores como nosotros para recibir una terapia intensiva de risas y vergüenza.

4.  Cualquier canción de Tequila Mix [1996 / Álbum: Tequila Mix]

¿Creían que Marbelle era la única representante del género conocido como “tecno-carrilera”? Sí, yo también creía eso, pero es completamente falso… Existió otro representante de esa vaina que inundó cuanto programa de televisión y radio en aquel remoto 1996: Tequila Mix.

Decir que es nuestra propia versión del grupo Pandora sería un insulto hacia las mexicanas, puesto que las “tequilas” resultaron ser una de las propuestas musicales más perversas que se han engendrado en este país. Y no conformes con ese calificativo, también resultaron ser una banda de puros covers. Así es, ninguna composición original, sino puras deformaciones… digo, reversiones de rancheras y corridos populares.

Por lo cual, en su primer (y espero, único) álbum tenemos clásicos destrozados por esta agrupación como La ley del monte, Nadie es eterno o Si nos dejan… No veo de que manera elegir un track en específico, puesto que todos sufren de los mismos pecados: una composición electrónica desastrosa, incluso peor que lo visto con Luna Verde; una armonía prácticamente nula entre las trompetas de mariachi y los sintetizadores; y una interpretación vocal genérica y tediosa, que incluso tiende a lo insoportable. Después de unos 5 minutos, la percusión provoca dolores de cabeza en el espectador (lo digo por experiencia propia). ¡Tengan cuidado!

Mención de honor a los efectos de sonido baratos al principio o intermedio de cada canción. Es la cereza en el pastel del excremento auditivo de Tequila Mix.

Son 10 “tequilazos” (como ellas llaman a cada cover), pero dudo que los más valientes aguanten más allá del tercero. Es todo lo que está mal en el vasto mundo de la música. De hecho, es de las pocas ocasiones en que terminó adolorido por escuchar alguna pieza auditiva. Y no puedo decir nada de lo que pasó después con el trío de chicas, porque no aparece nada referente a ellas en internet, aparte de sus canciones y un publirreportaje en El Tiempo. ¿Tan bajo cayó dicha casa editorial para promocionar esta vaina? Oh, Dios mío.

5.  Tienes Huevo – Adriana Tono [2005 / Álbum: Rompiendo Esquemas]

Después de haber presenciado la interpretación alcoholizada de Naty Botero, el debut fallido de Tulio Zuluaga, el ridículo olvidado de Luna Verde y el martillo mental de Tequila Mix; es imposible imaginarse una creación que haya sido más horrible que todo lo anterior. No obstante, si existe… Y para cerrar el telón, voy a presentarles el santo grial de la basura auditiva en Colombia. El punto máximo del absurdo, al punto de que cuesta creer su existencia. La crème de la crème.

Conocí esta preciosura en un vídeo acerca demateriales perdidos de Colombia y me tomó por sorpresa, ya que en mi vida lo había escuchado. Así mismo, me volvió loco el hecho de que esa canción, así como todo el disco de Adriana Tono (actualmente desaparecido) tenían una temática infantil… Por supuesto, es que el vocabulario y los efectos sonoros son super adecuados para un niño. Por poco y la llevan a Plaza Sésamo.

Adriana Tono es una famosa presentadora de televisión que incursionó en la música con el peor resultado que se pueda imaginar. ¿Por qué lo hizo? Puede ser porque su familia tiene trayectoria en el cuarto arte, o porque un desfasado colega de periodismo la incentivó a incursionar. Sea lo que sea, entró al estudio con un equipo de trabajo que intentó apelar a la moda de ese momento, junto con una producción bien pobre… Y de ahí salió: Tienes huevo, el único sencillo que se rescató de esa maravillosa época.

Y bueno, ¿Qué se puede decir de esta obra maestra? Es implacable. En definitiva, es el paso a paso adecuado para crear la peor versión de tropipop posible. La combinación del acordeón con el resto de los instrumentos no es coherente, sin una razón de ser válida… más allá de imitar lo que hicieron otros intérpretes como Fanny Lu o Fonseca en su tiempo. ¿La letra? De las cosas más inconsistentes que he presenciado, debido a que se desconoce la intención. ¿Es infantil, de corazones rotos, de insultos en exceso al estilo Molotov, o intenta ser divertida? Nadie sabe, y considero que no logra nada de lo que pretende.

Pero lo más perverso, por mucho, es la interpretación de Adriana Tono. La muchacha no sabe cantar: no entona bien, desafina en extremo y pretende irradiar sensualidad cuando sólo logra causar un alto nivel de fastidio. La intervención del rapero sólo alarga de forma artificial el suplicio que se vive durante los cuatro minutos de esta porquería. Un fenómeno para no olvidar a lo que puede llegar Cringelombia cuando se lo propone. El cierre perfecto para esta lista de la infamia.

Para terminar, la edición en vinilo del primer disco de Tulio Zuluaga. Picasso se queda en pañales...

A tiempo… Un artículo diferente a los que normalmente pueden presenciar, porque tenía ganas de variar el contenido. El mes siguiente regresaremos a nuestra programación habitual, así que pendientes de lo que llegue en Agosto. ¡Nos veremos muy pronto!

¿Quedaron con ganas de más? ¿No les bastó con las barbaridades que vimos en esta ocasión? No se preocupen, que aún queda material de sobra para darle un respiro adicional a este listado. Próximamente tendrán noticias de eso… ¡Ya lo verán!

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“Los finales siempre marcan nuevos comienzos”