10.17.2019

One Hit Wonders - Parte 2: Cápsula de “Superéxitos”

¡Ahora han entrado a un nuevo inicio!
Más de 6 meses después del inicio de esta serie, deseo continuar este viaje a través del tiempo para explorar más “flores de un sólo día” que más temprano que tarde se convirtieron en un simple “periódico de ayer” (Creo que eso ya lo había comentado en la primera parte. Bueno, ya que…). El segundo compilado de hits maravillosos que decidí titular “Cápsula de Superéxitos”, contiene los recuerdos de varias generaciones que gozaron, cantaron y coreografiaron estos íconos de la cultura pop cuya relevancia se desvaneció de una forma fugaz. 
Estamos de vuelta con los One Hit Wonder. Volumen 2: Cápsula de "Superéxitos"
Sin embargo, el idioma no va a ser una regla en este listado. Así es, la barrera del lenguaje es eliminada para dar paso a una diversidad implacable de géneros que retumbaron en América Latina, sin que fuera necesario que los latinos conocieran el significado de estas curiosas joyas. Pop turco, reggae en español, murga, cumbia, dance brasileño, idols adolescentes… va a haber de todo en este artículo! Empecemos de una vez por todas.
—Mua Mua.
El compilado de esta ocasión lo abre una canción que por azares del destino (y de la mercadotecnia) llegó a América Latina, donde lo único comprensible es el sonido de un beso bastante incómodo (o gracioso, si lo vemos desde otra perspectiva) que puede inquietar a aquella persona que escuche esta pieza por primera vez. El intérprete de esta maravilla se llama Tarkan, y por fortuna ha tenido un éxito creciente en Turquía, donde ha continuado su carrera de manera nada despreciable. No obstante, la fama del hombre quedó encerrada en las tierras balcánicas.
1. Şımarık - Tarkan [1997]
"Seni gidi fındık kıran, yılanı deliğinden çikaran, kaderim püsküllü belam, yakalarsam!"
Eso le da suficiente mérito para aparecer en este listado con Şımarık, su único exitazo mundial que agitó los vientos en el continente americano de una forma insospechada. Es una canción acerca de una chica consentida, astuta, difícil y provocadora que no cede ante los encantos de cualquier hombre… pero que si es perseguida por cuanto ávido pueda existir. La lírica no es tan resaltable, pero los detalles instrumentales oriundos del cercano oriente nutren adecuadamente a esta rareza musical. Por lo menos, Tarkan no desapareció sin dejar rastro, sino que prefirió limitarse a un público más específico. ¡Bien por él!
—Bate forte o tambor!
¿Cómo será de One Hit Wonder la siguiente joyita, que hay muchas personas que creen que Carrapicho es el nombre de la canción, y no el nombre del grupo que la interpreta? El nombre real es Tic, Tic, Tac, y el éxito internacional se lo debió a un actor y productor de origen judío llamado Patrick Bruel. El señor Bruel estaba de paso por la ciudad de Manaos, donde estaba grabando un filme llamado “Le Jaguar”. En su gira, conoció a los integrantes de Carrapicho, con los que hizo el acuerdo de promocionar con bombos y platillos su canción recién creada por varios rincones de Europa, con la condición de que Patrick también fuera acreditado. Y así fue…
2. Tic, Tic, Tac - Carrapicho [1996]
"Amazonas rio da minha vida imagem tao linda que meu Deus criou..."
En 1996 se difundió por toda América y Europa aquel pasito pegajoso que ponía los ritmos brasileños en lo más alto de la popularidad mundial, haciéndole la competencia a una ya desgastada Macarena que comenzaba a ser olvidada. Pero ojo, no es una melodía tan vacía como lo aparenta… De hecho, es una oda a la cultura, la naturaleza, el goce de las personas nativas, y un agradecimiento a todos los que han preservado aquel territorio (Dios, los ancestros, entre otros). Un sentido bonito que favorece toda la instrumentación autóctona de Brasil, que es básicamente espectacular, a pesar de su simpleza. Lastimosamente, el grupo se quedó sin una persona clave que les patrocinara sus composiciones fuera del país, por lo que se quedaron limitados a no tener mayor impacto en otros rumbos en el resto de su carrera. A pesar de eso, el Tic, Tic, Tac es un lindo descubrimiento lírico.
—Bate que bate...
A continuación, nos encontramos con uno de los infaltables en esta lista. Antes de que agrupaciones como El Cuarteto de Nos y No te va a gustar tomaran las riendas para representar a Uruguay en el ámbito musical, dicho país tuvo la particularidad de vivir una etapa en la que las flores de un solo día eran el común denominador. Con grupos como los Nietos del Futuro y Chocolate, la cumbia se tomó las pistas de baile en canciones pegadizas cuyo tema predilecto era la comida (espera, ¿Qué?). De parte de los futuristas, salió Gelatina; y de parte de la banda del cacao, salió la Mayonesa (de la cual vamos a hablar).
3. Mayonesa - Chocolate [2000]
"Sosteniendo la mirada, se acercó y sin decir nada, me agarró fuerte la cara, y a la pista me arrastró"
Compuesta por Eduardo Britos y Alejandro Jasa (cuya noticia más relevante fue la muerte del primero en 2017), la pieza ascendió como espuma y alcanzó una notable popularidad en América Latina, que empezaba el siglo XXI con una de las pocas cumbias que era puesta en discotecas juveniles a nivel internacional. La letra incluso habla de eso: un hombre que es seducido por una mujer con unos atractivos dotes de baile, y que al final descubre la vergonzosa realidad. Es solamente una tonada para pasar el rato, sin ninguna pretensión de ser algo más profundo o enriquecedor. Los trombones amenizan el ritmo, pero no ofrecen algo resaltable a los arreglos instrumentales. Es nostalgia e infancia (para algunos) que se limitó a sólo una ingrediente comestible.
Porque déjenme decirles que el resto del álbum de Chocolate, oscila entre lo bizarro y lo tedioso.
—Perro, mono… ¿Ahora el pescado?
Los años 90 fue una época muy enriquecedora para la música latina. La consolidación del rock, el merengue y la bachata, junto al surgimiento de nuevas promesas del pop; permitieron que el caos cultural anglosajón (que ni siquiera el grunge o el britpop amortiguaron) no impactara tan fuerte en esta parte del mundo. De hecho, la alegría, la gozadera y la rumba se potenciaron con la aparición del reggae en español, que propició la fama de varios nombres que antes habían estado en la clandestinidad. El General, Nando Boom y El Chombo lideraron el género a partir de creaciones variopintas que podían ir desde lo disfrutable hasta lo insoportable. De esa corriente sale Aldo Ranks, con El Baile del Pescao.
4. El Baile del Pescao - Aldo Ranks [2002]
"Este ritmo se baila, mira como el pescao, moviendo la colita de un lado al otro lado"
Fue lanzada en el 2002 (ya algo tarde respecto al auge del género), pero eso no evitó que se pegara como chicle en todas las listas de música de aquel tiempo. Cuenta con un arreglo electrónico icónico al principio de la canción, el cual es seguido por una letra que no pretende ser profunda ni algo similar: Sólo es menear el trasero hasta abajo, y ya… Como track para una rumba, está bien. Es simple, pero agradable. Eso sí, es repetitiva hasta el cansancio y no ofrece nada destacable si de instrumentación se habla. Aldo Ranks tuvo un par de canciones más que rotaron en las pistas de baile, pero no tuvieron la misma trascendencia de esta peculiar danza. ¡Ya saben: A menear la cola como el pescado, ¿Ok?!
—Ay, que cosquillitas.
Esto si es muy colombiano y no creo que lo conozcan afuera del país cafetero, aunque vale la pena conocer la historia del reality de donde salió. Popstars fue un programa de telerrealidad emitido a comienzos del 2002, donde (en palabras de ellos) “5 jovencitas cumplirían el sueño de grabar un disco y ser las Spice Girls colombianas”. Tres jurados se encargaron de supervisar esta competencia: la recordada Yolanda Rayo, el nuevamente viral Julio Correal, y el olvidado Ivan Benavides. Y al final, las cinco ganadoras (Laura Mayolo, Natalia Bedoya, Isa Mosquera, Carolina Gaitán y Vanessa Noriega) formaron el grupo Escarcha con el que se convirtieron en las Spice Girls colombianas… durante un mísero año. De ahí salió el sencillo más conocido de estas chicas: Bum Bum.
5. Bum Bum - Escarcha [2002]
"Siento cosquillitas, siento burbujitas, cuando miro tus ojitos que me hacen soñar"
La letra es sencilla: La descripción bien detallada de cómo es sentirse enamorada, bajo la óptica de una joven entre los 14 y los 22 años (el público objetivo del grupo). Tiene detalles agradables como la genial armonía entre las trompetas y la guitarra eléctrica, asemejándose a cierta canción de Ricky Martin que tuvo un éxito masivo tres años atrás. Se nota que las voces de las chicas fueron bien seleccionadas (algo así como el Ventino de esa época). Pero al final, la melodía se limita a ser una explosión de hormonas que difícilmente va a agradar a alguna persona fuera del target objetivo, a excepción de que sea por nostalgia.
Muchas han cambiado. Otras no tanto. Ni idea si sentirán vergüenza u orgullo por esta etapa
Y pasó lo que tenía que pasar: Se separaron, quedaron como un producto pasajero, cada una tomó un rumbo con resultados diversos, y la canción quedó como material fresco para que los niños parodien la letra de formas tan creativas como graciosas. Fin. ("Ay que bueno, me mandaron a vender buñuelos, en la esquina de un cementerio...")
Sí, por supuesto. Fue tan "poco pasajero", que ahora están en este listado. ¿Cómo la ven?
—Chiquilla, te quiero.
Seguimos con otra cumbia, la cual adquirió una enorme fama en varios rincones de América Latina sin que realmente se supiera quién estaba detrás de aquel éxito. Aunque en México no se considere un One Hit Wonder, a los demás países del mundo les importó un reverendo pepino quiénes eran Pee Wee y los Kumbia Kings… Los responsables de Na Na Na, o mejor conocida como Mi Dulce Niña. Pero antes un poco de historia...
Existió un grupo mexicano llamado Kumbia Kings, fundado por el hermano de la difunta reina del Tex Mex (A.B. Quintanilla), los cuales gozaron de una fama nada modesta en su país de origen, donde pegaron varias canciones como Sabes a Chocolate o aquella de Speedy Gonzalez. Sin embargo, la fortuna estuvo de su lado con uno de sus sencillos, el cual trascendió más allá de las fronteras locales a otros países. Era aquella canción que inicialmente pensamos que era interpretada por una chica, para ya más grandes, descubrir la sorprendente verdad :o.
6. Na na na (Dulce Niña) - Kumbia Kings [2005]
"Ya te lo tengo advertido, lo tengo bien decidido, yo te voy a enamorar, conmigo tu vas a estar"
Ya pasando a la canción en sí, es posible decir que la palabra “cursi” le queda corta a esta melodía. La voz es muy plana… Agradable, pero plana. De hecho, esta letra no parece compuesta por A.B. Quintanilla, sino por un chico de 10 años que quiere impresionar a la niña de sus sueños… Buenas intenciones, pero pésima ejecución. El coro es pegadizo, aunque después de escucharlo unas cuantas veces puede sonar tedioso e incluso insoportable. Si la disfruto, es por plena nostalgia, más que por otra cosa. Y al igual que Escarcha, el grupo se dividió y nunca volvieron a producir un superéxito como este (por suerte). “Todo tiene su final, nada dura para siempre”
—Muy muy lejano… ¿Ya merito?
Todos los veinteañeros y treintañeros de la actualidad conocen esta joya del funk gracias a cierta película animada de mediados de los 2000, que contaba con un soundtrack asombroso y hasta extraño (¿Ya mero llegamos?). ¿Por qué usar una melodía antigua en un filme como ese? ¿O más bien, cómo se acordaron que existía esta canción? Esto último me lo pregunto porque estamos frente a la canción más vieja del listado, que data de 1980: FunkyTown. De hecho, diverso contenido audiovisual también ha utilizado esta canción (South Park, Malcolm, Friends, Skins), por lo que realmente fue algo muy popular en su época.
7. Funkytown - Lipps Inc. [1980]
"Won't you take me to Funkytown?"
Atractiva, glamurosa, sofisticada… Tres palabras que describen en forma precisa esta tonada. Lamentablemente este grupo, cuyo nombre era Lipps Inc, surgió en plena decadencia y muerte del disco y del funk, lo cual podría explicar que su éxito fuera limitado. En cuanto a la canción, es posible comentar que la letra es lo más absurdo de toda la existencia (sólo mírenla y me cuentan), por lo que es preferible ignorarla. Sólo contemplen la voz y el trabajo con el sintetizador, la cual no tiene nada que envidiarle a You should be dancing de los Bee Gees… ¡Bacán!. 
Por otro lado, la segunda mitad repite todo lo hecho en la primera mitad. No obstante, la primera mitad no es repetitiva y con todo y eso es pegajosa hasta el fin de los tiempos. ¡Buena esa!
"El reino de Muy Muy Lejano es a donde vamos... MUY, MUY, lejano."
Aquí concluimos esta segunda tanda de superéxitos cuyo nivel de recordación será mayor que el de sus intérpretes (y por los siglos de los siglos, amén). Nos veremos en un próximo artículo ¡Hasta la otra!
“Ahora el fin marca un nuevo inicio”