11.30.2021

Una ojeada a: 14. Encanto (Una ilusión de múltiples matices)

Regreso a este espacio maravilloso para pegarme de la tendencia del momento de una forma super notoria. Que hermoso, ¿No creen?... Bueno, de hecho la idea original era crear un artículo acerca de un festival de música que en los últimos meses ha captado múltiples miradas; pero ciertas dificultades con el tema condujeron a que fuera postergado por tiempo indefinido. Ahí surge la capacidad de reaccionar a último momento para entregarles un contenido que también puedan disfrutar. A propósito, tercera publicación consecutiva en la que no hablo de música directamente, a pesar de los acordes y ritmos que el material revisado involucra en forma frecuente. Bienvenidos a la reseña a Encanto, una ilusión de múltiples matices.

Dos sensaciones opuestas en la misma imagen. ¿Cuál eres tú en este momento?

Encanto es una película de Walt Disney Animation, más exactamente su clásico número 60; la cual recibió una amplia notoriedad en Colombia debido a que la ambientación, los personajes y las situaciones estarían basadas en el país cafetero. Quizás el planteamiento de ¿Si Coco pudo homenajear la cultura mexicana, por qué yo no a la colombiana? pudo estar contemplado dentro de las cabezas de los creativos del estudio del ratón, pero no hay nada confirmado.

¿Qué tan fiel es la película a la cultura colombiana? Yo creería que bastante. En internet se pueden encontrar detalles super específicos que demuestran la preocupación del estudio por encontrar diversas señas de identidad del territorio que están homenajeando. Que el chigüiro, que la arepa, que el traje típico, que los elementos del realismo mágico, que el conflicto armado, etc.… Parece que se preocuparon bastante para que la identidad de la cinta realmente se concentrara en la cultura de esta nación en particular, y no en una molesta confusión de que toda Latinoamérica es igual. Buena esa, Disney.

Premier mundial. Ojala le vaya bien en taquilla...

Aprovechando el contexto del filme, me voy a permitir en esta ocasión excederme en lo que a modismos locales se refiere, así que les pido que estén preparados. El primer gran aspecto a resaltar es animación, que resulta ser lo último en guarachas tal como las más recientes producciones del estudio. Tonos pasteles, agradables de contemplar y personajes con movimientos fluidos. Tan chévere como siempre.

En cuanto a la historia, tengo mis primeros reparos. Aprecio que hayan querido variar la formula del villano inesperado que aparenta tener buenas intenciones (elemento que ya daba jartera a la hora de ver un producto Disney); pero el hecho de caer en el cliché del protagonista que no tiene nada de especial pero que al final resulta ser la pieza clave de la historia es algo desalentador. Y ojo que no me le estoy tirando la película a nadie, puesto que esa temática ya había sido revelada desde el tráiler del filme en cuestión.

Pero no importa, a pesar de tener un hilo conductor poco novedoso, son los personajes los que mejoran la perspectiva de la cinta. Las interacciones permiten que uno se amañe con algunos de los perfiles que se pueden encontrar en la historia: desde el más lambón hasta el más corrido de la teja; o desde el más iguazo hasta el más mamón. Cada individuo tiene un estilo particular, y estoy seguro de que cada espectador sentirá empatía al menos por uno.

La casa de los Madrigal concentra tantas historias como estilos de vida...

Es más, Mirabel podría ser (a mi parecer) una de las protagonistas más carismáticas que ha creado el estudio de animación más reconocido del mundo. No obstante, hay algo que no me permite llegar a ese punto, y para colmo, es exclusivo de la versión latinoamericana: El doblaje… Aspecto con el que un grueso de perfiles en redes sociales levanto su voz con el ánimo de que la localización al español se hiciera exclusivamente con talento colombiano y no mexicano como en la mayoría de filmes doblados. Y aunque casi todo el elenco hizo un buen trabajo, tenemos dos ejemplos que la embarraron por completo en lo que a actuación de voz se requiere: Mirabel y Bruno, interpretados por Olga Lucia Vives (una de las integrantes de Ventino) y Alejandro Riaño (comediante), respectivamente.

En pocas palabras, es incómodo escuchar a Mirabel cuando habla. Parece que Olga Lucía no tuvo un buen desempeño a la hora de actuar, y no se entiende porque Disney la eligió para ese fin, trayéndonos “Recuerdos de Vietnam” de aquel Hércules boricua hecho por Ricky Martin. Preferible darle el rol a otra persona que tuviera mayor profesionalismo en el rubro, orientando a la vocalista de Ventino exclusivamente a las interpretaciones musicales. Sin embargo, no fue así. Mala decisión.

Mi cara al ver cada escena en la que hablaba Mirabel. Era bastante chocante el tema del doblaje.

El otro implicado es Bruno, pero no es un caso tan evidente. No aparece tanto en pantalla, además de que su actuación denota el ligero aprendizaje en doblajes anteriores que Alejandro Riaño ha tenido (como su cuestionable aparición en Lego Batman). Sin embargo, el resto de personajes si logra tener un muy buen desempeño, en especial Maria Cecilia Botero, en cuyo papel demuestra el gran bagaje actoral que posee.

Por último, tenemos el apartado musical: La variedad está a la orden del día, en donde la mezcla de géneros y la calidad vocal nunca van a faltar. Realmente se nota lo mosca que se puso Lin Manuel Miranda a la hora de elaborar cada una de las composiciones aparecidas en la película. Unas más épicas que otras, pero ninguna cae en lo molesto. Y desde aquí realizo la advertencia: si no soportan que los individuos canten cada 10 minutos, este filme les va a causar un yeyo sin precedentes… Cuidado con eso.

En resumen, Encanto es una vaina bacana. No la pondría al nivel de joyas animadas de tiempo reciente como Soul o Klaus, pero cumple con una buena animación, una historia atrayente, personajes carismáticos y alusiones propias a la colombianidad. Entusiasma ver que estudios pinchados se inspiren en lo profundo de las culturas latinoamericanas para crear historias y no simplemente en los estereotipos que por décadas carga cada idiosincrasia. La recomiendo si se quiere pasar un rato entretenido o si se quiere explorar la cultura de un país sudamericano de manera llevadera. No la aconsejaría para aquellos que no soporten los musicales, que estén cansados de los clichés hollywoodenses, o que quieran encontrar el próximo hito animado del cine. Eso se encuentra en otro lado…

Ilusión y magia, aunque con sus fallas dificiles de omitir.

Aquí termina esta revisión, algo corta pero tratando de abordar lo más notable del producto en cuestión. Disfruten mucho este fin de año, y estén atentos al último artículo del 2021. Esto es Ya viene… Todo a su Tiempo y ¡Suerte es que les digo, agonías!

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“Los finales siempre marcan nuevos comienzos”