2.28.2021

Egovistazo #17: Daft Punk – Reflexiones después del fin

¡Bienvenidos de nuevo a esta dimensión!

Como se separó Daft Punk, tengo la oportunidad de capitalizar ese hecho por medio de atención, visitas y mucho más ¿No creen? Es posible ponerme manos a la obra para hacer tops de mejores canciones, vídeos con su historia de pe a pa; o en caso de que quiera preservar un estilo más familiar, atreverme a hacer el análisis de sus cuatro álbumes de estudio en una superreseña que posiblemente no terminaré. ¿Cierto, reseña de Gorillaz? ¿Cierto, reseña 2.0 de Los Prisioneros?

Ya hablando en serio, no pretendo hacer ninguna de las anteriores. Más bien, este artículo va a ser un testimonio personal acerca del juicio que tengo sobre el dúo francés: La manera en la que conocí sus creaciones, la forma en la que posteriormente me adentré más en su concepto, y la espera a un nuevo disco o una completa gira latinoamericana que jamás sucederá. Esta columna va a ser más subjetiva que cualquiera que hayan visto dentro de este espacio, y va a partir desde el punto de vista de una persona que hasta ahora se está escuchando el tercer disco del grupo al momento de escribir estas palabras y a quién le fascinó el último álbum a pesar de la opinión contraria de “expertos” en la materia. ¡Empecemos este breve recorrido!

Self-insertion

La primera vez que escuché algo de Daft Punk fue en el 2013, cuando un comercial de una marca que no recuerdo aprovechó la gigante fama de su más reciente sencillo para quemarlo sin piedad a través de la pantalla chica. No logro recordar la empresa que hizo dicha pauta, pero aquella fue con la que conocí el mítico coro de Get Lucky.

She's up all night to the sun

I'm up all night to get some

She's up all night for good fun

I'm up all night to get lucky

Tan repetitivo como sorprendente, ese coro me voló la mente. Y en poco tiempo, tuve la oportunidad de escuchar la canción entera; la cual fue maravillosa para mi mente adolescente. No era normal que pusiera bastante atención a las modas del momento, por lo que el aspecto que me ató en su totalidad a esa composición fue la similitud evidente que tenía con la música disco, un ritmo por el que estaba muy atraído en esos días. Para un individuo que le emocionaba escuchar los sencillos de los Bee Gees o Earth, Wind & Fire; era inevitable enamorarse de un gran homenaje a dichas épocas doradas… Pero hasta ahí. Ese adolescente no pensaba en Daft Punk como algo importante o trascendental, sino como el grupo que “canta” Get Lucky, cual one hit wonder que pronto desaparecerá.

Tuxedo...

Luego me enteraría de que el otrora ultra famoso Pharrell Williams había colaborado en dar la voz para ese exitazo; y que también haría lo mismo en otra canción del mismo álbum que conocí gracias a uno de esos anuncios graciosos por los que antes se caracterizaba Open English: Una pieza musical cuyo coro hablaba de un tal Lucho que sabía inglés… Y que después me enteraría que en realidad ese estribillo te invitaba a bailar como desquiciado. En conclusión, no era Lucho sabe inglés, sino Lose yourself to dance.

Aquí está el antes mencionado comercial. Al estilo gracioso de las antiguas promos de Open English

Más adelante, durante la presentación de un curso del colegio, saldría a relucir otra melodía de esos fulanos de Daft Punk. Aunque por algún extraño motivo, esta sonaba diferente a las dos anteriores. Se iba más por el lado electrónico y parecía ser como una especie de himno. Cosa rara. Aquel gancho que más se repetía resultó ser su nombre: One more time. Euforia y alegría pura en un mar de efectos electrónicos incluso psicodélicos.

"Music's got me feeling so free"

¿Pero qué carajo? ¿Por qué Pharrell no estaba cantando One more time? Por fortuna, no le di importancia a esa pregunta irrelevante y me dispuse a continuar mi vida. Pasaría un año hasta el momento en el que me enteraría de una gran revelación. Visitando los comentarios del vídeo oficial de la última canción que conocí del grupo, la gente hablaba de la existencia de una película de Daft Punk. ¿Película? No es normal que una banda o intérprete tenga una… Pensé en ese momento. ¿Su nombre? Interstella 5555. Nombre super loco y fumado, dije con una cara de no creer esos comentarios sin pies ni cabeza. Eso sí, la curiosidad me ganó y decidí buscar aquel filme en YouTube o en alguna página de las que ya sabemos. La encontré y la empecé a ver. A L U C I N É.

Actualmente, el largometraje está en YouTube. Si quieren, véanlo cuando terminen este artículo

65 minutos muy bien aprovechados, claramente

¿Cómo era posible que todo un disco pudiera estar animado de esa manera? En ese entonces no tenía conocimiento acerca de obras como The Wall y se me hacía algo improbable que un artista lograra realizar visualmente su creación, y que aquella proyección tuviera coherencia. Pero no era ninguna broma o mito, estaba frente a mí, mientras una banda de alienígenas de piel azul realizaba un concierto para todos los de su misma especie en un planeta/dimensión que parecía ser lejano. Estaban interpretando One more time y todo era increíble hasta la llegada de un extraño ejercito con la intención de secuestrarlos… y bueno, el resto sería spoiler de una película que ya tiene sus años. Lo único que si les puedo decir es que el largometraje abarca la totalidad del segundo álbum de Daft Punk: Discovery, con una trama impecable y personajes icónicos, más allá de que no musiten palabra alguna. Sí, así es: dicha obra carece de diálogos, y aun así resulta ser alucinante (Clic aquí si desean ver la reseña de Interstella 5555).

Eso fue a mediados del 2015, cuando este espacio web ya existía, y por supuesto que me animé a realizarle uno de los primeros análisis que compartí con aquel público amante de la música y de la animación. Y ya de ahí sólo quedaba conocer los demás discos en su totalidad. Inicié con el más reciente (Random Access Memories) debido a que debía completar la experiencia que había comenzado a vivir con Get Lucky y Lucho sabe inglés… Digo, Lose yourself to dance. Y ahí conocí otras piezas interesantes como Instant Crush o Give Life Back to Music, que con el resto de tracks demostraban el potencial consolidado del dúo francés a la hora de combinar las bolas de espejos con los samplers.

Esta caratula se me hace muy familiar. Como si estuviera agarrándose ahí abajo y tirándose unos pasos de baile de talla internacional. ¿Será mi imaginación? (Créditos a Fanpop.com)

Años después, le dedicaría tiempo a conocer el principio de la historia. El debut, Homework, resultaba algo más tradicional en lo que a electrónica se refiere. Aunque si he de admitir que aquel álbum tenía sus particularidades que desde ese momento le otorgaban un estilo único a Daft Punk: inspiración en el hip hop y el rock, estética más relajada y más rústica… En concreto, un pasaporte a la década de los 90 en su máximo esplendor. No me pareció un trabajo discográfico excelso, pero mentiría si no les digo que es un producto muy bien hecho. Al mismo tiempo, también había espacio para los Alive, discos en vivo que demostraban el desempeño del grupo en un escenario en frente de miles de espectadores. El apartado técnico es envidiable y el ambiente generado para el público presente de esos eventos parecía ser genial. No me enfoco mucho en estas producciones debido a que no gusto de reseñar álbumes salidos de un escenario, pero les hago la mención por ser creaciones de considerable cuantía.

Y por ahí comenzó todo...

Por último, apenas escribo esta prosa me termino de escuchar el concepto más extraño del grupo: Human after all. Creo que el título de rareza electrónica le queda corto a esta vaina, con un estilo muy desconocido para mí; pero que se ganaría el corazón de los seguidores más fieles. Si les soy honesto, aún no le he hallado el gusto y no logró escucharme los 45 minutos enteros. No obstante, estoy seguro que en una segunda o tercera repasada, terminaré encantado de aquel material engendrado en el lejano 2005.

Y eso que está es de las menos extravagantes. ¿Se imaginan las demás?

Muchas personas esperaban un nuevo proyecto de estudio o al menos una gira latinoamericana para compartir la experiencia en múltiples países cercanos, pero ninguna de las dos sucedería. Sin embargo, los organizadores del Festival Estéreo Picnic tuvieron en un principio el sueño de gestionar el evento en caso de que se pudiera dar. Esa fue una de las motivaciones para que se aventuraran a crear el primer picnic multitudinario de Colombia, lo demás siendo historia (Clic aquí para ver ese artículo acerca del FEP).

Enterarme de la separación de los “manes de los cascos” fue bastante impactante. Son de esos artistas cuya calidad no podría cuestionar, con un misticismo muy bien conservado, y con un legado que muchos envidiarían. De hecho, en mi concepto personal me atrevo a afirmar que son de los pocos que “no tienen disco malo”, considerando la talla de los trabajos discográficos con los que deleitaron al público mundial durante casi 30 años. Pero ahí quedan, como leyendas y grandes íconos que llegaron como quisieron, hicieron lo que se les antojó, y se fueron en el momento que prefirieron, dejando una obra artística de gran deleite.

End of the road

PD: Por fortuna, y sabiendo que la industria musical llega a ser muy explotadora; fueron de los pocos músicos que rechazaron firmar con una disquera hasta llegar a unos acuerdos lo suficientemente favorables para ellos, en cuestión creativa, financiera y hasta de imagen.

¡Adiós, hermanos computadores del Paine… Digo, Daft Punk! ¡Feliz viaje y buen retiro!

Uy, creo que me equivoqué de imagen...

Página de Facebook: https://www.facebook.com/yaviene.todoasutiempo15

¡Los finales siempre marcan nuevos comienzos!

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