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1.20.2018

AlbumEscape #9: Ayo – Bomba Estéreo (2017)

¡Ahora han entrado a un nuevo inicio!

Seguimos con otro AlbumEscape en el que vamos a presenciar el trabajo más reciente de una agrupación colombiana que ha logrado dar una trascendencia incomparable a los ritmos tropicales en el mainstream de la industria latinoamericana. Por supuesto, y con gran emoción (así no se note), ¡he de presentar a Bomba Estéreo!

Liliana y Simón, en sesión de fotos posiblemente por motivo del nuevo álbum

A la cabeza de Simón Mejía y con la voz particular de Li Saumet, el grupo se ha consolidado como un ícono de la música fusión en su país de origen, además de obtener ese anhelado reconocimiento en demás países del globo: Lo anterior queda verificado con las extensas giras que han hecho a lo largo de festivales en Norteamérica y Europa, además de representar a nivel masivo la onda caribeña y tropical que otros individuos no han logrado difundir más allá de las fronteras locales (¿Cierto, Míster Black?).

Eso sí, han tenido una trayectoria variopinta que permite contemplar una evolución de sonido que ha mutado de múltiples formas. Por ejemplo, en su álbum Amanecer pretendieron manejar su estilo de una manera más comercial y digerible para diverso tipo de público, evitando perder el sello característico tropical y único que habían constituido. El experimento resultó ser un buen producto que gustó a muchos sectores… A pesar de que su calidad se cuestionó más de una vez, cabe aclarar.

En este artículo veremos cómo le fue a Ayo, el más reciente trabajo discográfico de esta afamada banda. Sin embargo, no creo que presencien tantos puntos positivos como se pueda creer. Un primer recorrido por este álbum no ofrece altas expectativas. Ojalá me esté equivocando…

Ayo (2017)

1.  Siembra
2.  Ayo
3.  Química (Dance With Me) [ft. Balkan Beat Box]
4.  Duele
5.  Amar Así
6.  Crush
7.  Money Money Money…
8.  Internacionales
9.  Flower Power
10. Taganga
11. Vuelve

Composición a cargo de Simón Mejía, Liliana Saumet, Efraín Cuadrado y muchos otros talentos a nivel mundial.

No sé por dónde empezar… Sí, siempre inicio con el primer track… No obstante, es un poco complicado debido a lo consternado que me ha dejado este disco. Pero bueno, hay que continuar.

Ayo significa alegría. Es un nombre Yoruba (una tribu del Africa Occidental)

Siembra es un comienzo extraño para Ayo. La instrumentación de fondo resulta ser hermosa y digna de ser apreciada, al componerse de unas cuerdas que reflejan como esa pertenencia a esta tierra, a esta vida. Los sintetizadores y material electrónico se sienten falsos y forzados, un factor que perjudica en forma grave la esencia de este inicio. Eso sí, el mensaje predicado hace referencia al destino, a los orígenes, al núcleo familiar en el que se manifestó el principio de la vida, y a lo que vamos a hacer como personas en el futuro. Algo maravillosamente cuestionable para iniciar.

"Dicen que si esperas y te sientas en silencio, puede que lo encuentres y también puedas entrar"

El track homónimo es de lo mejorcito que se puede encontrar en el álbum. Además, es lo más parecido que se puede encontrar al estilo del disco anterior: Amanecer. Se enfoca en disfrutar la vida, esforzarse al máximo, soñar y cumplir esos sueños… Mejor dicho, de superarse cada día mientras se goza (O así lo puedo interpretar). No disfruto mucho este material, aunque hay que admitir que es uno de los pocos que fue elaborado de una manera tan auténtica y con esencia propia (Entenderán esto más adelante). Muy buen trabajo.

"Ven donde quieras tú estar, el mundo es nuestro. Esta vida se nos va y vive este momento"

Química… El tercer sencillo de este álbum resultó ser un éxito bailable que sólo podría interpretar como una mezcolanza sin mérito de los elementos más comunes de la música anglo actual. Me explico: En principio, tiene unos elementos en la instrumentación bastante particulares que combinan la identidad de Bomba con un estilo árabe o similar (Unas cuerdas y un buen trabajo de sintetizadores). No obstante, respecto al ritmo y a la composición, se puede notar esa calca casi exacta de ese estilo internacional que muchísimas canciones poseen.

"Es amor lo que te quiero dar... Y poderte tocar"

Esto último lo interpreto como una esencia copiada y poco original. No sería un problema si no estuviéramos hablando de un grupo colombiano que ha innovado respecto a los sonidos e identidades que ha desarrollado a lo largo de sus trabajos anteriores. Se puede ser comercial sin necesidad de calcar ideas o ritmos más masivos. Aceptable, pero decepciona a lo grande.

El primer adelanto que estuvo disponible del nuevo trabajo discográfico de la banda fue Duele, un experimento peculiar que resultó ser exitoso. Con el solo nombre, se deduce una apología al sufrimiento, traído gracias a un amor muerto y enterrado, que es nutrido con los gemidos incesantes de una armónica que destrozan ese entorno en el que esta melodía se ve inmersa. El estilo que profesa Bomba es diferente, más evolucionado, más maduro… O por lo menos, así sentí a este material que me dio una impresión optimista de lo que estaba por venir (Algo errado, por cierto). Muy buena.

"Si me preguntas si volveré a ti, lo más probable es que diga que sí"

Seguimos con Amar Así, que tiene un beat constante y una tropicalidad un tanto oscura que logra atraer hasta al más pesimista por este trabajo discográfico (El autor de estos artículos es un claro ejemplo =D). Por esto, y unas otras variaciones interesantes en la parte instrumental es que puedo considerar a esta pieza como la mejor del álbum. Es hermoso presenciar ocasiones en las que se utiliza bien un beat constante sin caer en la burda repetición insoportable. ¡Gracias, Bomba Estéreo!

"No faltan las palabras pa' que hablemos de amor"

Respecto a la letra, es tópica. Se enfoca en manifestar la euforia del amor a la manera del grupo, a la manera de Bomba: Un romanticismo con tintes de sensualidad e inocencia a la vez. Son de esas canciones que puedes imaginar que sucede en tu mente mientras se va reproduciendo. Es mágica. Sobresaliente, la mejor de Ayo.

Un caso curioso resulta ser el de Crush, una pieza que no se va a poder encontrar en los medios de streaming… para ser material exclusivo para el público que compró el álbum físico. ¿Qué tal es esta especie de bonificación? El autotune es penoso en la voz de Liliana… pero fuera de eso, es una canción que ofrece un ambiente tropical con notas que tienen una armonía auténtica. A pesar de que el ritmo pueda sonar repetitivo y remita un poco a las tendencias musicales genéricas, tiene a su favor esa interpretación de cuerdas que es por lejos, lo mejor de esta rareza. No es la gran cosa, aún así llama la atención de manera auténtica.  

"Llegas cuando se te ofrece, y me dejas iniciar"

Al carajo con Money… El producto más insatisfactorio y burdo del disco, se impone ante nosotros. Lo bueno: Aquella parte instrumental que le sigue al coro creada con puro sintetizador es única, con tintes de música del medio oriente… Es como para hacer un track entero sólo con ese loop. Lo malo: El resto… Ese afán de Li Saumet por hacer apología al dinero mediante el estilo que se puede presenciar en muchísimas canciones del hip hop gringo es incomodo y hasta lamentable. Por cierto, esto no se trata de una sátira o una ironía. Es un feo capricho que contrasta bastante con esa instrumentación increíble. Y al final, no vale la pena. Se puede omitir sin remordimiento alguno.

"Lo que quiere él es lo que quieren muchos"

Internacionales es de las melodías más rescatables en este Ayo. Un mensaje que promueve el respeto a la diversidad, sin importar las raíces o los orígenes de las personas: Ciudadanos de un mismo mundo, diferentes mentes en una misma vida. Por suerte, no se limita a eso. Entrega un sonido protagonizado por una especie de flauta (que suena a saxo) que traspasa barreras a través de la modificación de la tendencia estándar en Gringolandia que permite desarrollar un nuevo estilo que no sólo es Bomba Estéreo, es un sonido diferente difundido a nivel mundial. También introduce a un trance que profundiza aún más el mensaje expresado. De las que más sobresalen en Ayo.

"Y aunque somos diferentes, a la vez somos iguales. En la misma situación, en distintos lugares"

Ahora está Flower Power, la cual en sus propias palabras: “No es un reggaetón, y está hecha pa’ mover el culo”. Una oda a esa fortaleza femenina que fue reprimida en décadas pasadas, y que ahora es más vigente que antes y menos que después. Esta manifestación de poder de mujer se ve armonizada por bajos que resuenan en un ritmo irregular que entrega variedad y que no se va por el camino fácil de ser contaminado hasta el hastío por cuanto sonido se encuentre. Claro que no, además de que con sus sintetizadores y sus cuerdas expresa un estado de fuerza y ternura al mismo tiempo. Buen track.

"Soy un ser vulnerable, pero libre como el viento. Lleno de energía, poderoso en pensamiento"

Taganga, como aquella famosa playa cercana a Santa Marta, no destaca mucho. La letra es muy simple y minimalista, que al transcurrir más la canción se nota repetitiva y un poco sobrepoblada de diversos sonidos que no representan un problema por sí mismos… Pero si cuando están comprimidos en un pequeño segmento de la melodía. Esto último no permite un disfrute tan fenomenal de este material. Se goza en las primeras veces que se escucha, para luego pasar a ser poco soportable después de unas cuantas reproducciones. En sí, es un track poco memorable.

"Todo lo que me puedas dar, se recibe"

Vuelve es una pieza instrumental que posee exactamente la misma base instrumental de Siembra… Algo que le da continuidad a este disco tan difuso, variopinto y gris. Hasta tiene los mismos detalles como las cuerdas, el coro de infantes cantando ‘¡Siembra!’, ciertos vestigios de un material electrónico con una ejecución cuestionable, y unos ecos misteriosos. Todo esto mientras se va reproduciendo una pista que evoca sinceridad, naturalidad, humildad… Siento por alguna extraña razón que este debería haber sido el track 1, aunque esto no hizo parte de la realidad. De cualquier manera, es un buen cierre para un disco muy neutro.

"..."

Una foto más de Li y Simón...

En principio, resulté ser pesimista frente a este nuevo trabajo discográfico. Sin embargo, existen piezas que realmente sorprenden por el empeño y la alta calidad con la que fueron hechas. Y eso realmente alegra hasta al que no esperaba nada de Ayo. Pero no se puede tapar el sol con un solo dedo. En general, el contenido de este álbum deja mucho que desear frente a lo que ha sido este legado que ha constituido Bomba Estéreo durante su carrera. Así que, aquí va el veredicto.

ESCALA DE CALIFICACIÓN: -4 (Indeseable) ****** 0 (Común, Punto Medio) ****** 4 (Excelente)

Valoración Final: 0 (Cero). El punto medio. Común, genérico, con calidad intermedia. Así como existen contenidos sorprendentes que nutren el repertorio artístico del grupo a nivel lírico e instrumental, también hay piezas que no tiene razón de existir y que sólo hacen montón dentro de Ayo. No hay una esencia clara en la totalidad de los tracks: Algunos la tienen y la expresan, otros más discretos no la poseen. Es una dualidad constante que termina en empate. Merece ser escuchado, pero no es la gran cosa. Un trabajo que no está al nivel de Bomba Estéreo. Decepción.

Si me lo preguntan, me esperaba algo menos digno. No fue el caso, y así existieron joyas que valieron este análisis al disco. Nos veremos en una próxima ocasión. ¡Hasta la otra!


“Ahora el fin marca un nuevo inicio”

1.09.2018

AlbumEscape #8: La Trenza – Mon Laferte (2017)

¡Ahora han entrado a un nuevo inicio!

Bienvenidos al 2018, estimado público. Este año representa el inicio de una nueva temporada de proyectos aquí en Ya Viene... Todo a su Tiempo. Algunos caprichos personales, otros tratando los temas del momento, algunos más por votaciones, y demás por pedido del público… Definitivamente va a existir de todo en este nuevo año.

Anuncio que posiblemente entre Marzo y Junio del presente año no van a crearse tantos artículos como en años pasados (Esto debido a una causa que contaré en días posteriores). Aún así, espero que disfruten mucho el contenido que puedan presenciar durante los dos primeros meses del año. Después de estos cortos anuncios, seguimos con la columna de hoy.

Una votación algo sesgada del año pasado en las redes sociales presenciaba que La Trenza sería uno de los primeros discos en ser analizados en el nuevo año. Así que, aquí está este nuevo AlbumEscape con un álbum que consolidó el reconocimiento de Monserrat Bustamante Laferte (mejor conocida como Mon Laferte) a nivel internacional.

Monserrat Bustamante Laferte... Artista chilena que ya cuenta con unos cuantos años en el medio!

Por increíble que parezca, la carrera de esta artista inició desde el poco lejano 2003, quién resultó destacarse por lo alto en un programa de talentos chileno que le brindó la oportunidad de la financiación de un primer álbum. En ese entonces, se presentaba con su nombre real en diversas presentaciones relacionadas con el formato cazatalentos. No obstante, decidió continuar con su vida al apartarse del mundo televisivo y comenzando una nueva vida en la Ciudad de México.

Las dificultades fortalecieron a la cantante durante los primeros años que residió en el Distrito Federal. Las presentaciones en bares y sitios públicos como el metro fueron el pan de cada día. No logró publicar un segundo álbum durante un largo tiempo por una enfermedad que la apartó de su vocación. Aún así, continúo con la formación de su carrera, se renovó y adopta el nombre artístico que ya todos conocemos. En poco tiempo, la publicación de sus siguientes discos sería un hecho.

Y poco a poco, el éxito se fue manifestando en su carrera, aquella que hizo resurgir con diferentes trabajos discográficos y presentaciones en vivo

Desechable, Tornasol y Mon Laferte Vol. I fueron piezas discográficas que le dieron renombre a esta artista “revelación” que ya conquistaba las radios chilenas y mexicanas con su estilo de pop rock alternativo. Sin embargo, es evidente que el auge se daría en un 2017 que significó la consolidación de la cantante a nivel latinoamericano. Casi un año de trabajo y preparación fue necesario para formar el proyecto más ambicioso de la chilena… ¿El álbum cumple con las expectativas que ofrece? ¿Merece el reconocimiento que se ha suscitado alrededor de él? Vamos a verlo, track por track.

La Trenza (2017)

1.  Pa’ donde se fue
2.  Que sí
3.  Mi buen amor (ft. Enrique Bunbury)
4.  Ana
5.  Amárrame (ft. Juanes)
6.  Yo te qui
7.  Primaveral
8.  No te fumes mi mariguana
9.  Cielito de Abril (ft. Manuel García)
10. Flaco
11. La Trenza

Todas las canciones fueros escritas por Monserrat Bustamante Laferte. En algunas de ellas, existió el talento creativo de: Gamaliel de Santiago (2), Erwin Flores y Rolando Carpio (4), Manú Jalil (8), César Ceja (9).

Se podría catalogar a esta pieza dentro de un género de música alternativa que incluye un tributo al folclor latinoamericano en aspectos de diversa índole: el ritmo, los instrumentos, el mismo estilo vocal que manifiesta la cantante a lo largo de todo el disco. Es interesante ver un proyecto de este tipo… No obstante, existen unos detalles que impiden que el género profesado por la artista chilena sea lo suficientemente natural. Vamos por partes.

Un comienzo enternecedor… Más bien, lleno de emociones tristes. Eso es lo que presenta Pa’ donde se fue; que sin ser precisamente una canción tópica acerca del amor o desamor común entre personas, logra representar de manera adecuada el efecto de la ausencia de esa figura paternal en las personas: Tanto de la hija que creció en medio de la naturaleza con una soledad latente, como del padre que llegará a viejo sin tener el cariño de su descendiente. Una voz moderada, con la expresividad suficiente, y acompañada de una mezcla instrumental que conserva una armonía que evoca a la nostalgia y a una fortaleza medianamente ficticia.

"Ya hice mal porque ya te perdí, sabiendo que envejeces por ahí"

Continuamos con Que sí, un vistazo en tercera persona a las chocoaventuras de unos amantes: desde que se conocen hasta que consuman su inconmensurable amor. Sí, solamente eso. La elegancia tropical de esta melodía es evidente… Aunque lamentablemente la letra resulta ser en ocasiones bastante superficial. Esto último no sería un problema, si la musicalización no evocara esa belleza natural en la que se acomodarían mejor unas líricas más abstractas. Tal vez sea sólo mi impresión, pero por ese lado no convence. Por lo demás, cuenta con interpretaciones instrumentales y vocales bastante pulidas (Esas cuerdas pueden transportar a una persona a la playa más remota o al bosque más lejano).

"Esos dos se derritieron frente a una fogata... Todo todo se dijeron"

Mi buen amor cuenta con la participación del legendario Enrique Bunbury, con quien se representa el egoísmo en un amor que prácticamente ya no existe, en manos de una pareja disfuncional en la cual un mismo sujeto comete errores a diestra y siniestra, a la vez que quiere “enmendar” las fallas. Sinceramente, resulta ser el primer track decepcionante dentro de este trabajo discográfico. Y no es para menos, pues con Bunbury se espera material verdaderamente inspirador… En vez de un contenido soso y aburrido que cuenta con las exageradas interacciones vocales de una Mon Laferte que parece no saber moderar su voz en los momentos de mayor tensión: Caricaturización de la voz a la vista.

"Tú no cambiarás, no me vas a convencer de que ahora sí, todo va a estar bien"

¿Por qué hay tanto tedio? La temática tratada ya se ha visto en muchas otras canciones; no obstante, lo que aniquila a esta tonada es la manera tan simplona en la que el tema es desarrollado. (Sí, no me vas a convencer. Sí, fuiste egoísta. Sí, quieres ser mi amigo. ¿Para que amigos si no hay cariño? Mentiras y más mentiras. Mala Gente). Al menos, otros artistas se toman la molestia de ofrecer un contexto más nutrido o detallar aún más las facetas de los individuos. Aquí no. Todo es tan bidimensional, que llega a ser fastidioso. Decepción absoluta.

Pensé que una colaboración de ellos sería realmente maravillosa. No fue lo esperado.

Ana continúa un poco en la tónica de la caricaturización de la voz, aunque es menos frecuente (Gracias al cielo). No demos enfoque a la letra, debido a que no merece la pena un detalle específico. Aún así, el enfoque debe existir en los arreglos instrumentales que nos entrega, los cuales son… Una fanfarria de trompetas que no exhibe en forma efectiva el folclor que la señorita Laferte quiere demostrar en su álbum. Este cover no es perfecto, pero tampoco es tan malo. Es una pieza neutra.

"Eres tú, Ana. Una dulce ilusión que he de tener"

El disco sigue con la archiconocida Amárrame, aquella colaboración con Juanes que resultó ser el primer sencillo de este proyecto. Personalmente, esta fue la pieza que me atrajo a escuchar a la artista chilena de manera definitiva y que, de paso, me enamoró. ¿Mejor que la colaboración con Bunbury? Probablemente. Es una melodía que transpira sensualidad, una cumbia que habla acerca del amor visto desde el punto de vista más caliente y excitante que se puedan imaginar. Toma los elementos necesarios del folclor para construir una pieza exquisita que, lejos de ser perfecta, si se puede considerar como una canción sobresaliente del género alternativo. Esa consonancia entre las voces de Juan Esteban y Monserrat es increíble, a mi parecer.

"Quiero ver tu perversión: Hasta dónde llegas, hasta dónde me has llevado"

Yo te qui, no es muy memorable… aunque es simpática. Otra canción donde el folclor funciona en su mayoría, en una temática donde el amor no correspondido protagoniza varios versos que parten de símiles y algunas hipérboles. Cuerdas y vientos se ponen de acuerdo para entregarle un ambiente problemático y bello a un tema un poco cliché, pero que resulta ser efectivo en su atmósfera.

"Aunque sé que no soy la más bella, este amor por ti hasta mata"

Primaveral es… ¿tierna? Los misterios de la naturalidad de la adolescencia condensados en una sola canción. ¿Bipolaridad? ¿Inestabilidad? Sé que lo expresado en la canción radica en la cotidianidad de la vida de unas personas específicas que manifiestan estos estados, pero por alguna extraña razón, es difícil tomar en serio a estas líricas. Puede existir ternura, pero eso no le quita la baja calidad que pueda tener una letra tan “sutil” como esta. Definitivamente el tema de la vida rutinaria no es uno de los fuertes de Mon Laferte. De resto, la instrumentación está bonita y es cohesiva con el contexto de esta pieza… aunque no es gran cosa, realmente.

"A veces me aburre la vida, tú me haces más bellos los días"

El álbum sigue con No te fumes mi mariguana, con unos acordes y una melodía bastante animada y graciosa, a decir verdad. Creo que eso es lo único rescatable. La letra es… ¿Comedia? ¿Una anécdota dominguera? ¿Una metáfora acerca de la confianza? La verdad, no sé. Esta “oda a la poesía” es de las menos recomendables de La Trenza por razones más que evidentes. No es tan abstracta porque intenta tener un contexto. No es tan concreta porque no aborda bien ese contexto. Es un punto a medio camino.

"¿Qué voy a hacer? Sin mi mexicana, mi bella Juana. No, va a volver"

Cielito de Abril hace pensar, hace reflexionar. En realidad, es una joya dentro del disco. Con un ambiente natural, unas guitarras que inspiran calma, y la colaboración de Manuel García; esta canción ofrece esa tranquilidad que se hacía necesaria desde hace algunos tracks atrás. En una vida que quedará inconclusa, ocurren situaciones de cualquier tipo que nutren nuestras vivencias. Es pausada, suave, tierna y encantadora. De las mejores.

"Sólo me queda respirar. Ahora me dejaré llevar"

Flaco representa nostalgia, lejanía y tristeza. La letra, aunque medianamente superficial, resulta ser bella y sincera. Además, algunos instrumentos se dan el lujo de interactuar cual ambiente natural lleno de árboles y fauna diversa. En ocasiones, tenemos una voz juguetona de parte de la señorita Laferte, sin dejar atrás ese sentimiento latente carente de alegría. El defecto: ¿Por qué carajos volvemos a ver la exageración vocal de la artista chilena, en puntos en los que, con un buen manejo, puede tener un mejor desempeño en su voz? ¿Por qué? Eso mata parte de la esencia verídica que posee esta melodía. Como sea, no es un defecto tan dañino… Pero sí afecta lo suficiente a la calidad de esta tonada.

"Todo este blanco me perturba, y me priva de la razón"

Con La Trenza, la pieza homónima, es que se cierra este disco lleno de sorpresas. Un consejo, una conversación hacia una señorita, la mujer de la siguiente generación, la cual cuenta con unas virtudes excepcionales, que no caiga en cometer los errores que una vieja señora cometió en el pasado. Un son bello, con tintes de inspiración notables, y que demuestra que, aún después de canciones de contenido pobre, Mon Laferte sí tiene música rescatable y sobresaliente para ofrecer. El folclor sí es latente en este último track y la instrumentación acústica es un deleite hasta para los oídos más exigentes. Definitivamente, un gran cierre para el disco.

"No vas a caer como esta vieja, que dejó de cantar por un amor"

Después de ver lo que cada pieza de este álbum tenía por ofrecer, se puede concluir que es un contenido bastante variado en calidad. No dudo del esfuerzo y el talento que le requirió a la señorita Laferte la creación de un proyecto tan ambicioso como el que hemos visto. Sin embargo, algunas melodías pecan de tener un contexto desarrollado a medias o de una caricaturización de la voz que está lejos del máximo potencial que esta artista realmente llega a ofrecer en una presentación en vivo, por ejemplo.

"Amárrame..."

Es hora de dar el veredicto a uno de los contenidos más afamados de aquel 2017…


ESCALA DE CALIFICACIÓN: -4 (Indeseable) ****** 0 (Común, Punto Medio) ****** 4 (Excelente)

Valoración Final: 0,9… Más bien, 1 (Uno). No merece ni más, ni menos. Tiene a su favor las delicias instrumentales que entregan un estilo folclórico que si bien, no es auténtico; si entrega una calidad respetable frente a muchos contenidos de la industria latinoamericana. Hay fallas garrafales en unas cuantas canciones que impiden tomar en serio los contextos en ciertas ocasiones. La consolidación de Mon Laferte logra ser un fenómeno que no deja indiferente a ninguna persona, pero que en ciertos puntos deja mucho que desear. Aun así, La Trenza destila ternura, talento, incandescencia y sensualidad, en un tiempo donde la tendencia musical se inclina hacia los peores lados. Para un servidor, un disco disfrutable. A nivel objetivo, es un producto aceptable.

Si Mon Laferte llega a leer esto, de todo corazón, la felicito por lograr consolidar su talento y popularidad en América Latina en el año que pasó. Aunque el disco no me pareció tan bueno del todo, espero que con sus presentaciones en vivo y sus futuros proyectos, logre demostrar el máximo potencial que tiene a nivel artístico. Gracias, Mon.

Gracias, Mon.

Nos vemos en una próxima ocasión con más contenido interesante en esta dimensión. ¡Hasta la otra!


“Ahora el fin marca un nuevo inicio”

12.22.2017

Un Cuento de Navidad como cualquiera

¡Ahora han entrado a un nuevo inicio!

Antes del artículo de Navidad de este año, quisiera invitarlos a pasar una navidad con el CD de Product Placement navideño más nostálgico de los últimos años. Los Villancicos con Sabor a Navidad de Coca Cola son una experiencia que no te puedes perder musicalmente para…

We wish you a merry christmas, and a Coca Cola for y... What?

¿Qué carajos estoy haciendo? Que vergüenza, y eso que ni la digna organización me paga para esto. Como sea, por mi que escuchen los villancicos de Pepsi interpretados por la nunca controversial Madonna y su estilo Like a Virgin que le queda perfecta para estas épocas…

Pero ya siendo sinceros, el disco de la gaseosa más alegre de todos los tiempos no está mal. Es… como cualquier otro disco temático de Navidad, sólo que da nostalgia y tiene diversas odas a la marca (como si no las tuviera ya). Dejó el vínculo de la playlist en YouTube aquí abajo (Por si el ocio los invade).

¡Ahora sí, comencemos!

Para los realmente expertos en la técnica del desocupe, aquí está el mentado álbum en una playlist de YouTube (o al menos, lo intenté...)

Pretendía hacer una carta de navidad como el año pasado. Sin embargo, la inspiración no estuvo muy de mi lado en estos días. Así que, disfruten este microcuento de navidad que les traigo con la pobrísima literatura que en este momento tengo. Ahí les dejo, para que lo disfruten en unos minutos de su vida.

Un cuento de navidad como cualquiera… pero sin el cualquiera

Estaba sentado en la banca más remota de la plazoleta principal de un pueblo de la sabana, infinitamente lejano para muchos hijos de premium, los cuáles se asomarían a esos lares sólo para presumir de los alumbrados navideños en sus nada escuetas cuentas de Instagram. El joven de 25 años tenía características similares al estereotipo hombre juvenil: alto, un poco barbudo, y con una figura que hasta los actores de la novela del momento envidiarían. Era bastante ignorante, eso sí, con un pensamiento tan materialista que hacía oda al principio de aquella canción de Rubén Blades: El muchacho plástico por excelencia.

Un recordatorio de la canción del poeta de la salsa... (Imagen de Akifrases.com)

¿Por qué tanto alboroto por la figura? Sencillamente era un imán para diversa clase de mujeres (y algún que otro hombre) que se lo imaginaban como la pareja de sus sueños. Puede que fuera insensible o detestable, pero jamás estúpido. Enamoraba a sus presas (sí, porque un servidor llama así a cualquier jovencito o jovencita que se decante por ese tipo de personas) con las típicas cosas de siglo XXI: coqueteos, manera de hablar seductora (al menos para sus presas), y un sutil alardeo de sus características físicas. ¡Y voilà! Nada de romanticismo, ni cartas, ni canciones, ni poesía, ni experiencias diferentes al contacto carnal… Eso automáticamente para Nico calzaba como cursilería innecesaria. Y le funcionaba, porque su manera de cortejar atrajo a más de uno.

Sí, uno. Sepan que nuestro individuo protagonista es bisexual. Disfruta el momento con quién vea potencial pasional-sexual exclusivo para luego descartarlo a la semana (o al día siguiente) por su próxima presa. Pueden decirle hipócrita, mentiroso, manipulador… pero nunca intolerante o discriminador. Nico le entraba al que le viera ese mentado potencial, así tenga más orientaciones sexuales que las reconocidas por el humano promedio.

Después de esa medio-extensa caracterización, regresemos a su realidad desenfrenada. Que en ese momento no lo parecía, porque durante una hora había esperado a la cita (mejor dicho, presa) de esta semana. La susodicha vivía a dos cuadras del sitio en donde, desesperado, el joven había esperado por 60 minutos que el sentía como 600. No era muy paciente que digamos, pero por alguna extraña razón no se había roto ese delgado hilo de paciencia que ha tenido desde que estuvo en el vientre de su madre. Continuo en su espera.

Imagínense un parque similar a este, con decorados y demás adiciones

Pudo haberse ido del lugar, pensando y maldiciendo a la señorita cual melodía pegajosa de Molotov, cuya letra le pondría los pelos de punta a cualquier feminista empedernida. Sin embargo, eso no sucedió. Más bien, empezó a detallar cuidadosamente cada una de las decoraciones que se encontraba en esa plazoleta. 

No se tomaba sus típicas selfies, sino que seguía caminando alrededor de aquel paraje en ese pueblo. Mientras observaba el árbol, las luces, los pesebres y todo eso; pensó detenidamente el porqué se encontraba allí. Por una señorita, quizás… Que tarde o temprano caería a sus pies por un pensamiento superficial insensato… Insensatez es lo que él había tenido toda su vida al aprovechar la apariencia de playboy para vivir la vida como un donjuán (Y en todas sus extensiones). Aquella reflexión no le enseñaba nada más, aparte de una moraleja rutinaria de no sólo enfocarse en las apariencias para tener sexo gratuito. Por lo cual, ignoró sus pensamientos que querían escapar del sujeto plastificado.

Tener la mente así no era normal en lo absoluto para alguien como aquel joven

Aún así, sucedió algo más. Vio a un niño triste. Tenía unos 7 u 8 años y para Nico, era su antónimo casi perfecto: Inocente, lucía bondadoso, y su jean estaba lo suficientemente roto para lucir desgastado. Estaba sentado en frente de él, en otra banca con aspectos iguales a los que tenia aquella en la que se encontraba. Llamaba la atención el llanto poco ruidoso pero muy particular en el que estaba inmerso el infante. Así que, cual desocupado, desinteresado (y un poco entrometido), Nico se ubicó al lado del chico para ver si lo podía ayudar con algo.

—¿Qué te sucede, niño? — Pregunto Nico, de forma atenta (algo que no hacía desde su primera vez).

—Realmente me siento solo. Mis padres sólo piensan en ellos mismos, en sus peleas, en sus discusiones… Sabías que terminan de discutir tan rápido, que cuando los veo diez minutos después ya están haciendo un segundo piso de humanos— Contestó el mocoso, con una cara medio distraída.

—Pienso que sería genial que te distrajeras un poco de esos problemas, que un niño de tu edad no debería tener— Dijo el muchacho. Luego, agregaría lo siguiente —Tal vez sería buena idea que te llevara a un parque de diversiones. Con eso, realmente disfrutas la navidad y yo también puedo desprenderme de la vida tan desprendida que he tenido—.

—¿A qué te refieres con desprendida? — Insistió curioso el niño.

Nico recordó los múltiples placeres carnales acompañados de una gama nada pobre de gemidos que había escuchado a lo largo de 7 años, cuando su vida se convirtió en la perfecta rutina de un playboy. Por obvias razones, no se lo podía expresar de manera explícita al niño. Así que le respondió con un simple —Nada en especial niño. Sólo una palabra insignificante que usamos los jóvenes todo el tiempo—.

Lo que no sabía el niño era que Nico también gustaba mucho de hacer segundos pisos. Que curioso...

Primero le compró un burrito lleno de arroz y frijoles en la tienda que vio primero cerca de la plaza principal. El niño estaba feliz y nuestro donjuán podía entender, sin un placer sexual de por medio, lo que era el dar: ofrecer alegría a una persona sin nada a cambio. Ya fuera comida o la ida al parque de diversiones prometida, era notable que la empatía de Nico era real y muy generosa. De igual manera, siguieron hablando y caminando para llegar al parque de diversiones, cuya cercanía era más que inexistente. Sin embargo, en ese momento no era relevante ese detalle tan “insignificante”.

Unas 5 cuadras después, todo parecía ir de maravilla. Y el muchacho estaba contento de ver al niño en un estado latente de felicidad que el le había obsequiado en el marco de toda la inocencia del mundo. En ese momento, se encontraron con dos siluetas de estatura mayor a la del niño, pero menor a la del playboy. Una pareja de adultos que sobrepasaban los 40 años, cuyos ánimos aún no se habían desaparecido por completo por la edad.

—Al fin te encontramos, Nico. ¿Dónde estuviste? Apenas terminamos entre tu papá y yo de formar un segundo piso, no te hallábamos por ningún lado. Nos preocupaste mucho, y caímos en cuenta de que no pensamos mucho en ti— Dijo la señora pelinegra que tenía un cuerpo bien cuidado, como si hubiera sido modelo de ropa hace unos 20 años. Su nombre era Natalia.

—No hay problema. Él es mi nuevo amigo. Íbamos a ir a un parque de diversiones y… — Respondió el pequeño hasta cuando fue interrumpido por su padre.

—No vale la pena, hijo. ¿Sabes qué? Si vas con nosotros inmediatamente, te presto un juguete de 999 juegos en 1. Son los que están de moda y tus amigos van a querer uno. —Le dijo el hombre, cuyo nombre era Robert, y cuyo bigote tenía el mismo diseño que el de Mario. Por lo visto, su barbero pasaba mucho tiempo jugando videojuegos.

—Sí, sí, claro que sí. ¡Al fin! — Celebró el infante, con entusiasmo.

—Pero íbamos a ir al parque de diversiones. Pensé que te gustaría ir. Pensé que no te importarían las cosas materiales. Pensé… — Reclamo Nico, totalmente anonadado. El niño lo interrumpió.

—Claro que no, desconocido. Nunca dije que no me gustarían los 999 juegos en 1. Sí… Ya no quiero ir al parque de diversiones, ya no me gusta. ¡Sólo quiero mi juguete! —Dijo el niño, más emocionado que antes.

—Pero es prestado…— Expresó el muchacho.

Sí, uno de estos. ¡Prestado! (Ni siquiera, regalado). Como sea...

Por último, el pequeño dijo: —No interesa. ¡La navidad es para jugar! Jugar, y jugar, y jugar. Bueno, hasta pronto, desconocido—

Eso último dejo frío a Nico. Jugar, y jugar, y jugar. Lo que había desde hace unos cuantos años en una sola palabra repetida tres veces. Lo que lograba hacer con la ventaja de la apariencia que atraía a toda la superficialidad de su mundo. Señoritas y señoritos que lo buscaban sólo por su físico envidiable, por un placer sexual, durante un corto período de tiempo que tarde o temprano terminaría para dar paso a la siguiente presa del muchacho de 25 años.

—Gracias por encontrar a nuestro hijo. Feliz Navidad— Le dijo Natalia al joven, intentando irse con su esposo y su hijo de la forma más acelerada posible. Por cierto, el Feliz Navidad lo mencionó para salir del paso, pues ese día era un nublado 16 de diciembre. Magnifica despedida la de aquella cuarentona despreocupada, su esposo salido de videojuego cutre, y su hijo inocentemente materialista.

Pues... ¿Qué carajo, Nico? Feliz Navidad (por más 16 de Diciembre que haya sido)

No musitó palabra alguna después de ese momento. Regresó a la plazoleta principal del pueblo con decoraciones y un villancico sonando de fondo (Un Feliz Navidad interpretado por José Feliciano, irónicamente). La banca donde debía estar su siguiente cita estaba vacía, aunque eso ya no le importaba mucho. Creía haber aprendido el verdadero significado de la navidad, pero aquello fue sólo un espejismo. Descompuesto, comprendió que siempre había vivido la esencia real de aquella festividad en ese mundo de plástico en el que vivió. Nada de dar o de hacer feliz a otra persona de manera desinteresada, o de ofrecer aprecio genuino… No, no, eso no era parte del menú.

Y el silencio tomó asiento en su mente, cordialmente y gustosamente…

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Aquí termina el cuento de navidad que me apasione en crear este año. Espero que se hayan entretenido (o que hayan hecho ocio) con mi intento de literatura. Nos vemos en el próximo artículo: el del 28 de diciembre. ¡Hasta la otra!

¿Será?


“Ahora el fin marca un nuevo inicio”