Siendo este el último artículo del año, quiero
dedicarle este espacio a hacerle una revisión al recién publicado documental de
Netflix que trata la historia del Rock en América Latina: Rompan Todo. En redes
sociales se ha tratado el tema por multitud de personas y se pueden presenciar
tanto críticas justificadas a la estructura de la miniserie, como opiniones
descabelladas realizadas por gente que ni siquiera se ha tomado la molestia de
ver el documental en al menos una ocasión.
Poster oficial para el estreno de la serie. Creo que no fui el único que se emocionó un montón.
Más allá de lo sucedido en redes, y con el ánimo de
que este también sea un espacio para compartir percepciones y juicios acerca de
este material; hoy veremos los puntos positivos y negativos de la idea
concebida por Nicolas Entel y Picky Talarico.
Discúlpenme si no menciono a todas las agrupaciones
dentro del artículo, pero quiero enfocarme más hacia las fortalezas y
debilidades del documental en general. Sólo en casos específicos mencionaré el
nombre de algunas. Gracias por entender y empecemos de una vez.
Trailer Oficial. Los comentarios negativos en YouTube abundan, algunos con razón y otros sin justificación
Advertencia: Esta columna puede tener spoilers acerca
de Rompan Todo y los temas que trató u omitió en sus seis capítulos. Si
quieren, pueden verla y regresar apenas la terminen. Si no, continuemos.
En principio, no me alcanzo a imaginar la labor
titánica de organizar la vasta historia del rock latinoamericano para narrarla
de una manera coherente y temporalmente acertada. Así mismo, conseguir los
testimonios de tantos íconos del género, considerando sus ocupadas agendas y su
disposición para participar no es una tarea sencilla. Y como cereza sobre el
pastel, la obtención de registros fotográficos y archivos audiovisuales de los
últimos 60 años en más de cinco países debió ser un dolor de cabeza para sus
creadores.
Pero por fortuna, el esfuerzo se ve retribuido en los
primeros cuatro capítulos, en los que la historia se desarrolla a un ritmo
mediano que intenta abordar a cada una de las agrupaciones partícipes del
movimiento en las décadas del 60’, 70’, 80’ y hasta un poco de los 90’. Uno de los
reclamos que presencié en los grupos de debate de Facebook era el tiempo “insignificante”
dedicado a cada una de las bandas, pero se debe tener en cuenta que se distribuyó
de forma casi equitativa el espacio en pantalla para una inmensa cantidad de
grupos. Por ejemplo: si se le quería dar más minutos a Molotov, entonces
también Illya Kuryaki y La Lupita deberían contar con más apariciones. Eso sí,
más adelante veremos casos específicos en los que verdaderamente no se dio la
relevancia adecuada a ciertas figuras del rock latinoamericano.
Todo comenzó con una bamba que se bailaba con una poca de gracia...
Resaltan las apariciones de Luis Alberto Spinetta,
Charly García, Los Jaivas y El Tri como iniciadores del fenómeno artístico; así
como Ritchie Valens, Los Saicos, además de múltiples bandas mexicanas y
argentinas que fungieron como precursores de todas las subdivisiones y
derivados de la larga historia del género. Por otra parte, las manifestaciones
sociales desarrolladas en cada uno de los países se presentaron como el
trasfondo necesario para que se formara la identidad del rock en la región
hispanoparlante de América: una con mayores restricciones territoriales, llena
de dificultades para salir a flote y acompañada de influencias autóctonas de
cada territorio.
Una característica que me fascinó de la miniserie (y
que fastidió a ciertos puristas) fue el hecho de incluir compositores que
no tuvieron un contacto directo con el movimiento, pero que lograron
influenciar en el concepto del mismo. Ahí encontramos a Víctor Jara y a Calle
13, íconos de la canción folclórica y el reggaetón alternativo,
respectivamente; pero que con su trayectoria alcanzaron a impactar la dinámica
del rock latino en sus respectivas épocas. Quizás Bomba Estéreo también podría
ser un ejemplo de lo descrito con anterioridad, pero a diferencia de los casos
anteriores, no evidencio en su discografía alguna estructura cercana o
influyente para el género a nivel continental, por lo que me parece injustificada
su aparición.
En serio, no sé por qué les molesta tanto la aparición del dúo puertorriqueño.
Más adelante, nos podemos dar cuenta que el intérprete
más homenajeado y referido durante el documental resulta ser uno que lo tiene
muy bien merecido. Y es que el hecho de ser fan del cantautor no me impide
afirmar objetivamente que Gustavo Cerati marcó un antes y un después para la
música. Tal como se retrata en el material audiovisual, Soda Stereo fue la primera
agrupación latina en conquistar todo el continente con sus melodías, sus
álbumes y sus giras que fueron pioneras para la región respecto a su duración,
las ciudades visitadas y el impacto que resultó de ellas. Desafortunadamente,
tratan el tema de Gus, Charly y Zeta más como un experimento de marketing
internacional, que como una innovación en la composición y difusión musical. Si
me lo preguntan, fue un tanto de las dos, debido a que sin la calidad artística
no se hubiera logrado la oportunidad de trascender más allá de las fronteras
argentinas; y así mismo, la promoción desde México hasta La Patagonia potenció el
impacto del trabajo musical desarrollado por el trío bonaerense.
Años de toures maratónicos y álbumes con una excelencia innegable. (En) el Séptimo Día - 22/12/90
Para finalizar con el tema de Cerati, también trataron
lo que conllevó el “Último Concierto” de Soda, además de sus dos últimos discos
solistas y su inolvidable colaboración con el grupo de tango electrónico
Bajofondo. Me siento satisfecho de que le hayan dado un buen nivel de detalle a
Gustavo; considerando que la mayoría de grupos mencionados en el documental no
sobrepasan los tres minutos de atención.
Otra queja que he visto frecuentemente es acerca de la
aparición de España dentro del documental, debido a que las apariciones de
agrupaciones de dicho país son más bien anecdóticas dentro del material
audiovisual e íconos de alta relevancia como Héroes del Silencio se encuentran
ausentes. Sin embargo, no me parece algo equivocado, debido a que la premisa
inicial de la miniserie se enfocó en el rock hispanoparlante del continente
americano, por lo que la movida ibérica no estaría obligada a hacer acto de
presencia. Considerando esto último, si hay algunos grupos que tienen su
espacio en pantalla, pero más por el furor suscitado en ideas como “Rock en tu
idioma” o festivales como “El concierto de conciertos” (sí, ya sé, artículo pendiente), siendo uno de ellos Los Toreros
Muertos. Pero ya establecido el concepto original de Picky Talarico y
Nicolás Entel, no tengo líos con este detalle.
La ironía y el humor fueron la carta de presentación de Los Toreros Muertos en estas tierras
Pasando a temas agridulces, quiero referirme a otras
bandas que recibieron una importancia mayor a la del promedio en el documental:
Los Prisioneros y Caif… ¿Maná? ¿Qué demonios?
Dificultades Técnicas. Por favor no se retire
Hablando con sinceridad, no me parece inadecuada ni insultante
la aparición de Maná en Rompan Todo. Es un grupo que sobresalió en México con
unos discos que los llevaron a la cima de la popularidad, y que supieron
transmitir las emociones juveniles de principios de los 90’s en forma de
melodías pegajosas. Ese no es el problema. ¿Pero por qué ******* le dan tanto
tiempo en pantalla al proyecto liderado por Fher Olvera? Maná nunca se
reinventó, ni mejoró, ni modificó su fórmula. Solamente se estancaron en un
punto del que no han podido escapar en más de 20 años: tramas adolescentes,
baladas románticas que suenan igual, y un concepto auditivo tan refundido hasta
el punto de llegar a una dolorosa colaboración con Steve Aoki… Escucho de nuevo
esa cosa y me da vergüenza ajena.
Este es el único álbum completo de Maná que es bueno. De resto, es la repetición de la misma formula.
En el documental admiten que Maná no es el mejor
grupo, pero que merece ser destacado por su éxito en ventas. Pero si es así,
entonces porque no incluyeron carreras de mejor calidad y de mayor éxito como los
inicios solistas de Shakira y Juanes, quienes se apegaron bastante al rock. Aspectos
como esos me confirman que más allá de que me haya entretenido con la
miniserie, esta tiene fallas que pueden ser chocantes a la hora de revisitarla.
Más tarde, cuando lleguemos a los puntos nefastos, hablaré más a fondo de la
ausencia del dúo dinámico de Colombia.
En un rincón más amable, tenemos a Los Prisioneros, la
voz de los 80’s, los íconos de aquellos ciudadanos que no tenían los medios
para expresarse en una época de represión severa. Sus tres primeros álbumes
abordaban esa vida juvenil en medio de una dictadura: crítica social,
situaciones juveniles, burlas y sátiras a las realidades de la época, himnos de
la cultura latinoamericana. En fin, un compilado de inmensa calidad. No
obstante, de 1988 para adelante no se contó nada más acerca de la banda. Ni
Tren al Sur, ni Estrechez de Corazón, ni Corazones Rojos, ni el reencuentro del
2001… Y lo peor es que con su cuarto disco, Corazones, se dieron a conocer a
una medida más internacional, por lo que debería haber algo de eso en el
documental. ¿No creen?
Omitieron hablar de una de las primeras canciones de rock feministas, con unas deliciosas ironías presentes.
Y para cerrar con la santísima trinidad del rock
latino (conformada también por Soda y Los Prisioneros), está Caifanes. Y con
esto entramos a los puntos malos de Rompan Todo, puesto que de Caifanes hay una
única mención de un minuto o menos refiriéndose al inicio de su historia con el
cover de La Negra Tomasa. Pero de resto, no hay nada más. No hay El Diablito,
no hay El Silencio, no hay Unplugged… Cuando te pones a pensar que de Maná se
refieren a por lo menos 10 años de historia, y de Caifanes sólo uno, sabes que
hay otro problema con este documental.
El MTV de Caifanes es magnifico, a la vez que incómodo por el ambiente hostil entre sus miembros.
Desde el capítulo cinco en adelante, las fallas se van
notando más y el ritmo acelerado se convierte en una regla muy notable. En la
década de los 90 nos muestran el legado que han dejado proyectos como Café
Tacvba, Los Tres, Fito Páez, Aterciopelados e incluso Illya Kuryaki and the
Valderramas desde unos tiernos 15 años de edad en promedio. Y llega otra
ausencia grave originada por estos años: Rock al Parque. El festival insignia
del género más grande de América Latina no aparece por ningún lado; y para más
colmo, solo hay breves menciones a aquellos grupos (a excepción del dúo de
Andrea y Héctor) que promovieron el principio de dicho evento. Como que el peso
de R.A.P. es mínimo para los creadores de Rompan Todo, lo cual es un error garrafal
que muestra la poca importancia que les dieron a países que no fueran
Argentina, Chile o México. Lamentable.
Archivo fotográfico del primer Rock al Parque, durante su desarrollo en la Plaza La Santamaría
Y esto último es un error que se repite durante la
totalidad del material audiovisual. El fin del documental también debió ser la
exploración de la historia del género en países diferentes a los tres
mencionados. A duras penas mencionan a Colombia, Perú y Uruguay; pero no se
encuentra casi nada de información acerca del rock en los demás territorios de
América Latina. Admito que el impacto mediático de los mismos puede no ser tan
grande como el de Argentina, pero al menos merecían el reconocimiento de
enriquecer el estilo y el alcance del movimiento. Injusto por donde se le vea.
Meme sacado de ElDeforma. No me parece tan exagerado...
De igual manera, si hablaron de MTV Latinoamérica y su importancia a la hora de promover los talentos de la región, ¿Por qué no se refirieron directamente a aquellos recitales que la cadena televisiva patrocinó directamente para la consolidación de los artistas? Al igual que Rock al Parque, los MTV Unplugged de intérpretes latinoamericanos no son presentados en ningún momento, siendo que estos también fueron grandes plataformas para expandir el impacto de múltiples proyectos. Considero que esta parte era imprescindible en el documental, debido a que estas presentaciones permitían mostrar nuevas facetas de las agrupaciones, ya sean de mayor introspección o cercanía con el público. Otra omisión inexplicable.
Aquí les dejo una canción del Unplugged de los Illya Kuryaki: Una sabrosura por donde se le vea
Y la mayor equivocación que comete Rompan Todo es
ignorar la historia del fenómeno rockero en el nuevo milenio. Parece como si no
hubieran surgido más bandas después del año 2000, porque a excepción de Zoé, La
Vela Puerca o Julieta Venegas (esta última más enmarcada en el pop), hay poco o
nada acerca de lo sucedido con el rock en esta década. Lo peor del caso es que
algunos de los invitados de este proyecto forman parte de lo acontecido en los
años más recientes del género, y ni una sola referencia. El Cuarteto de Nos,
Juanes, Kinky, Don Tetto… Había mucha tela de donde cortar, pero el cierre de
la miniserie se siente tan abrupto como insatisfactorio.
Y si de los años 2000 hay escasez de contenido, de los
2010’s sencillamente no hay nada. A pesar de que en la actualidad no haya
surgido una superestrella rockera que impacte a todo el continente, si hay
varios nichos en cada país que aún sostienen el género al ofrecer propuestas con
una esencia única y una innovación notable. Casos como los de Usted Señálemelo,
Porter, Telebit, entre otros, aún dan de que hablar a este fenómeno artístico.
Pero los desarrolladores del documental prefirieron seguir explotando la
nostalgia y dejar la serie en un punto ambiguo, evadiendo gran parte de lo
sucedido en los últimos 20 años.
Otra omisión inexplicable. Y lo peor es que aparece el vocalista como entrevistado...
Una persona especial y muy cercana me dijo lo
siguiente acerca de Rompan Todo: “Tal vez se quedaron sin dinero y no quisieron
gastar más”. No es una teoría descabellada, porque la inversión en los archivos
históricos sumada a la presencia de famosas figuras del género debió tener un
costo bastante elevado, y suspender el proyecto de forma repentina va más allá
de la flojera que tuviera el equipo creativo para continuar. Sí, creo que me
conformo con esta teoría. ¡Muchas gracias!
Ya hemos recorrido los punto fuertes, débiles y
agridulces de toda la miniserie, así que a continuación veremos la conclusión en
lo que respecta a la calidad de la serie y su alcance en cuanto a lo
informativo que puede llegar a ser.
¿Conclusiones?
Rompan Todo es un buen trabajo audiovisual en lo que
respecta a conocer los puntos más significativos e influyentes del rock latinoamericano
desde los años 60’s hasta el fin de siglo. Ofrece un contexto muy bien
establecido y testimonios que enriquecen el conocimiento de la historia de
aquel fenómeno que cambió para siempre la vida de los habitantes de esta gran
región. Sin embargo, el documental se queda corto al pretender abarcar la
historia entera del género: omite ciertos países y eventos que fueron también
representativos para el desarrollo del movimiento; además de saltarse los
hechos y protagonistas que tomaron lugar después del año 2000, salvo
específicas excepciones.
Es un programa para pasar el rato y reforzar la
nostalgia, pero definitivamente se podría haber hecho un mejor trabajo con una
mejor distribución de tiempo, un par de capítulos más o mayor reconocimiento a
quiénes lo merecían y tristemente no lo tuvieron. Espero que esos defectos
queden como enseñanza para próximos trabajos relacionados con el rock en
español o derivados creados por los productores de esta miniserie.
Aquí termina el último artículo del año. Dejen sus
opiniones en la parte inferior de la página para que compartamos ideas entre
todos. ¡Les deseo un 2021 lleno de muchos éxitos! ¡Hasta otra ocasión!
El especial de navidad de esta página ha llegado, y
tengo el honor de presentar un disco referente a estas fechas recién salido del
horno. Para ser más exacto, fue lanzado el pasado 27 de Noviembre con el ánimo
de entregar nuevas reversiones de clásicos de estas festividades. Sin embargo,
este álbum tiene dos particularidades: uno, que a diferencia de aquel debut
discográfico de cierto quinteto de chicas, no sólo van a estar presentes
villancicos o melodías navideñas de talla global, sino que también se le dará
espacio a los cañonazos tropicales que son recordados cada fin de año en los
hogares colombianos; y dos, una gran cantidad de carranga para bailar y gozar. Hoy
veremos a Los Rolling Ruanas con La Casa de la Abuela.
¡Con natilla, buñuelos y todas las galletas que se puedan comer!
Para los que no sepan, los Ruanas son una agrupación
colombiana que surgió en el 2015, enfocada en la música campesina que empezó a
promover Jorge Velosa desde finales de los años 70, combinada con un estilo
juvenil y rockero; para lograr una sustancia tan original como interesante. Eso
sí, la exploración de ritmos alternativos es de igual manera un agregado muy
significativo para la creación de sus nuevas piezas (algo visto en su
segundo disco, Sangre Caliente). Vamos a revisar si su trabajo discográfico
con motivo de las celebraciones decembrinas alcanza a tener gran calidad, o si
en un mes será abandonado en el baúl de objetos perdidos. Sin más dilaciones,
comencemos este vistazo a La Casa de la Abuela, ¡para celebrar las festividades
de fin de año!
La Casa de la Abuela (2020)
1. Noche de Paz
2. Buy Traguitos
3. Jingle Bell Rock
4. La Suavecita
5. Gozos
6. Hacia Belén va una burra
7. Pecadora
8. La casa de la abuela
9. Faltan 5 pa las 12
A pesar de ser una reseña corta, me gustaría examinar
algunos tracks de forma detallada; debido a que su naturaleza y características
dadas por el grupo pueden jugar un gran papel dentro de la estructura del álbum
en general. Y para apartarse del común denominador de la parranda y la euforia
absoluta, el disco arranca con una melodía suave y reflexiva: Noche de Paz.
Aunque pueda sonar más rápida que las típicas versiones, continúa brindando ese
ambiente de armonía que se espera tener durante las festividades. Me gustaría
destacar el añadido en la última estrofa que permite evocar el diario vivir del
campesino, cuya rutina le permite contemplar con mayor cuidado el entorno en el
que se encuentra y el legado que le ha dejado su ascendencia… Esta última es
una parte inspiradora que nos recuerda el origen de la carranga y la notable
dedicación que se le da a cada labor en las zonas rurales del mundo.
"Tus ancestros viven en mi, viven por siempre en mi"
Buy Traguitos y La Suavecita como pistas 2 y 4,
respectivamente, comparten muchos elementos a resaltar: son reversiones de
composiciones tropicales del ayer que cada Diciembre son infaltables para
escuchar y bailar; cumbias interpretadas en las potentes caricias de la
guitarra y el tiple, sin olvidar a la guacharaca estableciendo un orden
estricto en cada tiempo. Versiones que sus autores originales, Guillermo
Buitrago y Víctor Gutiérrez, estarían muy satisfechos de escuchar. No hay
cambio alguno en la letra de las canciones reelaboradas, pero el apartado
instrumental y vocal está muy bien armado.
"Año nuevo lo quiero pasar, contigo allá en la sabana"
PD: El juego de palabras de Buy Traguitos haciendo
alusión al apodo del autor está bien ingenioso.
"Y al sonar los tambores, si no la invito me invita ella"
Con Jingle Bell Rock nos vamos hacia un campo
más global, evocando los recuerdos de un clásico conocido a lo largo de todo el
planeta gracias a Bobby Helms. La transición que Los Rolling Ruanas realizan
desde el rockabilly hacia la carranga se hace de forma muy natural, asunto que
confirma el talento de la agrupación desde hace cinco años con aquellos covers
de los escarabajos y las piedras rodantes. Así mismo, es de esas melodías en
las que se nota que los instrumentos acústicos no tienen nada que envidiarles a
los enchufados, debido a la pericia con la que se manejan los primeros. Una
joya en el apartado sonoro.
"What a bright time, it's the right time to rock the night away"
La mitad del disco está marcada por un interludio de
una breve tonada que en una Novena de Aguinaldos no puede faltar: “Ven a
nuestras almas, ven no tardes tanto”. Gozos para cada uno de los nueve días,
que en sus veinte segundos de duración resume la esencia sincera y natural que
se le ha querido dar a esta creación decembrina.
"No tardes tanto, no tardes tanto, Jesús ven ven, ven ven"
La segunda parte comienza con otro villancico en un
tempo más rápido y que contaba uno de los primeros trabalenguas que varios
aprendimos en nuestra niñez: Hacia Belén va una burra. Además de brindarnos
los ya típicos instrumentos de la carranga en una composición inolvidable,
aplaudo el hecho de incluirle al cántico la casi olvidada estrofa de “los
calzones de San José roídos por los ratones”, brindándole un estilo más
gracioso y único a esta nueva versión. Definitivamente esta otra mitad también
empieza bastante fuerte.
"¡María, María!, ven acá corriendo, que los calzoncillos los están royendo"
Les presento la que a mi parecer es el mejor track del
álbum: Pecadora. Aquí es donde la experiencia a la hora de aprovechar la
guacharaca y cada una de las cuerdas se hace notar más, regalándole a la
composición original un toque más cercano a la carranga rock que la banda ha
interpretado durante toda su carrera. Y ya sea por mérito del autor original
(Pastor López) o el de su contemporáneo Rodolfo Aicardi, los Ruanas además nos
regalaron una especie de sample en su propio estilo del puente musical
del clásico decembrino Boquita de Caramelo concebido por el ya
mencionado señor Aicardi. En conclusión: por más sencilla que sea la letra, una
excelente interpretación puede convertirla en la mejor contribución navideña
del grupo.
"Cuando yo me vaya, nadie te amará; porque está manchado tu corazón, con el pecado"
El paso se suaviza con el penúltimo track y único
original en el trabajo discográfico: La casa de la abuela, una carta de
amor a las tradiciones, los recuerdos familiares y a todas esas abuelas que
entregaron felicidad, historias de vida y momentos inolvidables. Una dedicación
con mucho cariño, acompañada de tiernas cuerdas y voces armoniosas.
"Aunque Dios te llame un día, siempre vivirás en mi canción"
El cierre llega con la última melodía que las familias
escuchan cada año, a manera de tradición para finalizar el último de los 365 (o
366, si es bisiesto) días: Faltan 5 pa las 12, en una versión más
introspectiva, prácticamente a capella. Ya no vamos a encontrar la voz
grave y temblorosa de Néstor Zavarce acompañada de campanazos; pero es posible contemplar
una versión más tranquila y reflexiva, no tan deprimente, aunque aún
sentimental. Las cuerdas pasan a un segundo plano, para que la voz sea la gran
protagonista del fin de este álbum, tan alegre como nostálgico.
"Faltan cinco pa las doce, el año va a terminar. Me voy corriendo a mi casa, a abrazar a mi mamá"
Para concluir, respondo la pregunta que planteé al
inicio: ¿Es de gran calidad, o es nada más un pedazo olvidable de historia?
Pues realmente es un buen trabajo, que aprovecha la esencia de la carranga y el
rock, armando con ellos ideas nuevas para la concepción de canciones ya
existentes. Realmente si se evidencia el valor agregado puesto a las versión
para que homenajearan a sus creaciones originales, sin que cuenten con un amplio
parecido.
Tiene el potencial de convertirse a futuro en un
clásico revisitable por muchos años más, con una labor a pulso que lo soporta
muy bien. En resumen, es el sabor de la navidad hecho carranga.
¡Navidad bacana!
Espero que hayan disfrutado este recorrido por la
música típica de navidad, y nos estaremos viendo en una próxima columna este
mismo mes. ¡A su tiempo nos veremos!
Ha trascurrido más de un año desde la más reciente
entrega de esta saga y ya era hora de regresar a ver algunos de los tesoros que
han pasado por la industria musical con la promesa de lanzar al estrellato a
diferentes candidatos, para que al final todo caiga en saco roto con una única
canción de amplia recordación y una carrera musical sepultada en el agujero
negro del olvido… Pobres almas, que aquí vamos a recordar. Unas merecidas,
otras no tanto, pero todas cayeron en el mismo abismo. ¡Aquí estamos de regreso!
¡Hoy estamos de vuelta con más hits pasajeros cuyos intérpretes no volvieron a brillar!
La barrera del idioma vuelve a imponerse en esta saga
y por el momento sólo contaremos con propuestas concebidas en el idioma de
Cervantes, aunque no sólo van a ser las siete tradicionales de cada artículo…
No, no y no. Hoy les traigo diez exitazos que pegaron en lo más alto de los
rankings musicales, para luego desaparecer junto a sus intérpretes. La variedad
de ritmos continuará imperando, debido a que pasaremos por reggae en español,
baladas, cumbias, clásicos del rock hispanoparlante, reggaetón y una pizca de
house. ¡Allá vamos!
Empecemos con esto...
—Vuela, vuela
El fenómeno de las boybands lleva más tiempo de moda
de lo que puedan pensar. Aunque no sólo hablo de grupos inalcanzables
provenientes de Estados Unidos o Gran Bretaña… No, no, no, porque también
surgieron varias propuestas de origen latinoamericano cuyo target apuntaba a
las chicas en su etapa infante o adolescente para que “invirtieran” el dinero
de sus familias en conciertos o mercancía del grupo en cuestión. Por alguna
razón inexplicable una de ellas tomó el nombre de un villano de los X-Men y es
la que nos ocupa en esta sección: Magneto.
Posiblemente en su país de procedencia (México) tuvo
varios éxitos adicionales, pero en el resto de América Latina a donde llegó su
fama, sólo sobresalió una canción en específico: Vuela, vuela. El
superéxito de la banda resultó ser una adaptación al castellano de otro One Hit
Wonder de la intérprete francesa Desireless, en donde la agrupación mexicana
descartó de la letra original los viajes líricos hacia diferentes destinos de
la geografía mundial para introducir una composición escrita que tiende más a
un viaje genérico, cargado de motivación e imaginación… además de un
infaltable: una letra bastante pegadiza. ¿Éxito seguro? Sí, claro; pero después
de volar, se estrelló y se cayó.
—Quisiera contarte que no me gustó su final
Érase una vez un chico que trabajaba en una lavandería
desde pequeño para sostenerse económicamente, pero que tenía sueños más
relacionados con el ámbito artístico: Quería desarrollar todas sus habilidades
musicales, por lo que algún tiempo después conseguiría grabar un disco de salsa
y otro de baladas que le cambiarían la vida totalmente… Bueno, realmente una
melodía fue la que lo lanzó al estrellato, para prontamente desaparecer y formar
parte de aquellosdesafortunados
cantautores cuyo reconocimiento es inversamente proporcional al que posee su
creación.
La composición que lo lanzó a la fama, y que trataba acerca
del arrepentimiento de haber entregado todo a una relación fracasada fue un
boom en la industria latina del cuarto arte, al punto de que el disco que la
incluía fue uno de los favoritos para ganar dos Latin Grammy (en la época en la
que aún tenían gran prestigio) y que no logró obtener. Aunque su intérprete
contaba con una gran versatilidad entre dos géneros (balada y salsa), su
carrera no tomó el impulso necesario y su notoriedad desapareció cuando Antes
salió de los tops radiales de aquel entonces. Triste destino, porque su
trayectoria prometía bastante.
—Pásame la botella, voy a botarla en su caneca
Vamos a irnos un par de años adelante para revisar
esta joyita del reggae en español. Pero en primer lugar ¿qué es eso del reggae
en español?... Pues resulta ser un derivado del reggae en nuestro idioma con
influencia de sonidos africanos y mejor conocido como el precursor directo del
hoy afamado y a la vez aborrecido reggaetón. Y si bien, la fecha de lanzamiento
de esta reliquia auditiva (2005) puede poner en duda la forma en la que se le catalogue,
comparte más semejanzas con el estilo de íconos como El General y no tanto con
el de Daddy Yankee.
Mach & Daddy fue un dúo panameño que estuvo activo
en la primera década del presente siglo y cuyo salto a la popularidad se dio
con La Botella, su megaéxito que con ritmo gracioso nos hablaba acerca
de embriagarse con gran cantidad de alcohol por culpa de una mujer aprovechada
e infiel. Unas líricas muy elementales (que no toman más de 10 minutos en
aprenderse), un tema fácil de empatizar y un sonido muy repetitivo hicieron las
delicias de actuales jóvenes adultos que ahora rememoran su infancia coreando
la canción e intentando recordar el nombre de los pelados que le pusieron voz a
esa algo lejana remembranza. Aunque hayan superado a artistas consolidados como
Shakira en listas semanales de no sé cuántas emisoras, la verdad es que el fin
del éxito de aquella botella fue la condena al anonimato eterno que tuvo el dúo
desde que su obra maestra abandonó las tendencias de principios de 2006. Una
pena por ellos.
—Y si solo tengo Love, ¿Qué es lo que valgo yo?
En la primera mitad de los años 90 fueron creadas
varias de las obras del rock en español más representativas de la historia, y
que a día de hoy son recordadas por un público masivo. Soda Stereo, Caifanes,
Héroes del Silencio fueron algunos de los protagonistas de esa movida con
múltiples joyas de amplio reconocimiento. No obstante, también existieron
grupos que con una única melodía se sumaron a la tendencia, para luego desaparecer
y no dejar rastro (aunque hay que admitir que en España tuvieron mayor
recibimiento). Ahí tenemos a La Unión, Duncan Dhu, y la banda que compuso la
pieza que nos ocupa: El último de la fila.
Como un burro amarrado en la puerta del baile es el testimonio triste de una persona a la que su
novia dejó abandonado, mientras intenta mendigar algo de baile con alguna otra
chica que se encuentre en el mismo bar. Aquellos agregados como la inspiración
flamenca y la notable sensualidad le adicionan méritos, pero al mismo tiempo
cavaron la propia tumba de la carrera del grupo, el cual no alcanzó a concebir
obras de la talla de su sencillo más exitoso. Lástima, porque la canción es de
esas que mientras más se escucha, más agrada. Pero al final, se quedaron para
siempre en el último espacio de la fila de la fama y el prestigio.
—Ella no suelta na, na, na; dice na, na, na; que no
hay na, na, na. Eh.
Aquí entramos al terreno del reggaetón puro y duro;
aquel que en la primera década del 2000 arrasó en popularidad dentro de la
industria musical latinoamericana. Con representantes como Wisin y Yandel, Don
Omar y el tiguá favorito de los niños; el género se fortaleció de forma muy
acelerada. Eso sí, también existieron ciertos intérpretes que, pegando su único
éxito en las listas de popularidad, potenciaron el impacto del mal llamado
género urbano. Angel y Khriz fueron uno de tantos grupos que hicieron la tarea
con un único single de una fama gigantesca, muy superior a la recordación que
generan sus nombres.
¿Qué es Na de Na? Un recuerdo nostálgico que
después de volver a escucharlo, queda reducido a una porquería de proporciones
bíblicas. A excepción del primer verso y del coro, la canción resulta ser una
cochinada que insulta el intelecto humano, con “joyitas” de carácter explícito
y nada poético, que hacen referencia al acto de reproducción humana. Como
consideración para los niños que escuchan esta mugre, las partes rapeadas son
las que cuentan con un alto grado de vocabulario indeseable, dejando el corito
pegajoso y sano como la parte a memorizar. No tendría problema con la letra de
la canción si tuviera alguna justificación válida en el ámbito social o emocional,
pero simplemente no lo posee. Un one hit wonder que permite dilucidar el
merecido destino de sus intérpretes en lo más profundo del olvido. ¡Auf
wiedersehen… y nunca vuelvan!
—Quítame el deseo de estar con él, déjame en la mente
ganas de volver a verte.
Pilar Montenegro es otro caso de aquellos en los que
el reconocimiento es más notable en su país de origen, pero que lamentablemente
sólo llegó a llamar la atención de varios países de América Latina en una sola
ocasión y con una melodía específica. El 2002 fue el punto más alto de la dama,
que como solista realizó un cover de una composición de Yolandita Monge,
cantante puertorriqueña que por alguna extraña razón no es tan renombrada como
debería. El cover antes mencionado fue adaptado por Jorge Luis Piloto (autor de
Yo no sé mañana y Dia tras día) al ritmo de regional mexicano y salió a la luz,
convirtiéndose inmediatamente en un éxito arrollador.
La nueva versión de Quítame ese hombre evoca
esa identidad chicana a lo Pasión de Gavilanes (novela de pésimas actuaciones
donde también apareció la pieza en cuestión) en donde la mujer quiere superar
la sombra de una relación pasada por medio de una nueva pareja que si la haga
sentir feliz. La letra es simple y repetitiva, a la vez que bella y pegajosa; y
la voz de Pilar le entrega una sinceridad y una ternura en la que es imposible
no creer. No soy muy fanático de este género, pero este es uno de esos casos en
los que dan ganas de escucharla una y otra vez. En resumen, podría tratarse de
uno de mis placeres culposos. Y realmente me hubiera gustado ver el potencial
que tenía la intérprete después de una consolidación como esta; dicho momento,
empero, no sucedió… Y la caída de popularidad de Pilar fue inevitable, que
lastimosamente empeoraría con una enfermedad que la alejó de los escenarios en
los que seguía presentándose. Un futuro prometedor que nunca ocurrió.
—Así es la vida, de caprichosa, a veces negra a veces
color rosa
Las historias de las bandas cuyos vocalistas son
reemplazados y que después no alcanzan el éxito de antes son más comunes de lo
que parecen en este medio. Pasó con La Oreja de Van Gogh, ocurrió con Sanalejo
y sucedió con el siguiente grupo que tuvo como valor agregado el hecho de ser
artífices de un One Hit Wonder, aspecto que pudo reducir aún más el
reconocimiento que tendrían en conjunto o a nivel individual: Elefante.
Así es la vida ya puede considerarse como un clásico del pop rock en
español, el cual nos invita a tomarnos la vida con calma a pesar de los
incidentes o percances que pueda causar una relación amorosa en nuestras vidas.
Una lírica ingeniosa y pegadiza al mismo tiempo, cortesía de Reyli Barba y
Rafael López (vocalista y guitarrista, respectivamente); junto con una
combinación entre la balada acústica y estilos instrumentales más actuales,
fueron los ingredientes para obtener la popularidad en toda Latinoamérica.
Tristemente, Reyli abandonaría Elefante después de tres años de carrera y su
éxito como el de la banda no llegarían a los niveles que alcanzaron con este
tesoro de la música latina.
—Me estoy portando mal y me fascina… ie, ie, oi, oi, o
The Sacados, un nombre extraño para una agrupación
igual de extraña, ¿No creen? Comenzaron a principios de los 90’s experimentando
con ritmos como el house y el reggae en una época en donde los estilos
electrónicos de habla hispana tendían a la cursilería o al empoderamiento
juvenil (¿o por qué no?, a las dos). Ellos no, ellos prefirieron ser íconos de
las discotecas, de los boliches, en los que debían existir discos para que la
rumba fluyera. Esto tomaría mayor vuelo en 1994 con su single más conocido: Más
de lo que te imaginas.
La canción nos relata la historia de un amor a
distancia, con sus altos y bajos que se toman con la suficiente gracia y calma
como para sostener la relación ¿O no?... Una curiosa combinación entre pop y
reggae que transmite un glamour particular, más allá de lo irrisorio que puede
ser el coro de la misma. El intento por crear una melodía de tinte relajante
funcionó, contando con una fama absoluta en casi todos los países del
continente. Sin embargo, después del furor de este superéxito, la popularidad
no se les acercó ni por accidente en el resto de su carrera, quedando solo la
opción de presentarse en conciertos nostálgicos en los que la única pieza
coreada será la del supuesto idilio a distancia. ¿Sacados de los recuerdos de
su público?
—Ven, dame una razón; si es algo que no tiene
solución, es otro día más sin verte
No sé si sea justo colocar el siguiente caso en este
artículo, debido a las altas ventas de álbumes que el implicado tiene en su
haber y la idea de convertirse en un cantautor de nicho en la actualidad… Pero
decidí dejarlo por aquí debido a que su historia artística aún comparte varias
semejanzas con la de los One Hit Wonders anteriores, pero sin el final
desastroso. Y es que el impacto de Jon Secada al comenzar la última década del
siglo XX fue notable a más no poder, gracias a una canción representativa y
ampliamente recordada por un gran público que impulsó su carrera a niveles que
no volvería a alcanzar jamás. La responsable tiene nombre y apellido: Otro
día más sin verte.
La lejanía, el olvido y los sentimientos que giran
alrededor de dichas situaciones se hacen presentes en esta melodía, en donde la
armonía del piano y una percusión incesante acompañan el lamento del vocalista
de una forma muy interesante. Gracias al impulso de este exitazo, se hizo
merecedor de dos premios Grammy anglosajones (ya que no existían los latinos)
con los que se dio a conocer de manera más efectiva en el mundo. No obstante,
sus trabajos posteriores no alcanzarían el impacto de aquel acercamiento
inicial al ámbito artístico, prefiriendo enfocarse a un público más
especializado, con los que aún cosecha nuevas producciones que recurrentemente continúan
llamando la atención de la Academia. En conclusión, Jon Secada resultó ser un
incidente afortunado y excepcional entre tanto fracaso que sufrieron otros creadores
de “perros de un solo truco”. ¡Muy bien por él!
—Quiero una mujer que sea muy especial, quiero una
dama que me sepa amar.
Escuchar a la gente corear esta canción se ha vuelto
muy común por estos días, debido a la nueva versión que lanzó Sebastián Yatra
por alguna razón que desconozco y con la que perdió parte del respeto que le
tenía. ¿Será el reciclaje de viejas canciones de reggaetón la nueva tendencia
del género? ¿El ritmo “urbano” puede caer más bajo? No lo sé y no lo quiero
abordar en este artículo, porque lo realmente importante es conocer la historia
de Latin Dreams, su obra icónica del dembow romántico y su desafortunado
desenlace… Para que luego no digan que no hay drama en estos relatos.
Quiero una chica es una declaración de búsqueda del amor en un paquete
todo incluido: apariencia, sentimientos, valores y hasta una buena habilidad
para bailar. Sí, así de simple es la letra de esta obra de arte; aunque admito
que es agradable que en el apartado instrumental confluyan el relax acústico del
reggae y el dembow reggaetonero condensado en los beats que retumban segundo a
segundo. Con el encanto emocional de los elementos ya descritos, el debut de
Latin Dreams fue un hit de proporciones colosales; aunque no duraría mucho
debido a motivos más empresariales que creativos. Una casa disquera inhumana,
un nombre artístico que ya no se podía usar, amenazas de muerte por cantar y un
lío de diez años en las cortes fueron aquellos capítulos que le impidieron al
dúo obtener más popularidad que la ya conseguida. Los sueños latinos
resurgieron, pero ya a la sombra de “eminencias” del medio como el señor Balvin…
Que pena por los cartageneros.
—Bonus Track
Para una virtual parte 4 de revisión de One Hit
Wonders, existe un caso de varios años atrás con el que me gustaría comenzar. Y
con eso, les lanzo la siguiente pregunta: ¿Realmente los concursos de canto
televisados eligen a los mejores talentos? ¿O se guían sólo por el rating, el escándalo
y la miseria audiovisual? Les presento a Gonzalo, representante de España en el
festival de la canción de la OTI en 1983, que luego se involucraría como
productor y compositor para múltiples agrupaciones; y que en 2019 no sería seleccionado
por ninguno de los cuatro jurados del programa La Voz Senior en España. Ahí se
los dejo como aperitivo de la siguiente parte. ¡Espérenla!
¿Opiniones sobre este suceso? Cantante original no reconocido...
—¿Amargo es el adiós?
Espero que hayan disfrutado este trabajo escrito con historias
de toda clase, muestra de que son múltiples los artistas de un solo éxito dentro
del universo de la música. Manténganse atentos a los próximos artículos de esta
página, la cual entrara en modo navideño con columnas con sabor a villancicos,
música tropical y tradiciones de toda la vida. ¡A su tiempo nos veremos!
Hoy
regresa el espacio que dedico todos los años a revisitar lo más destacado en la
premiación más destacada de la música latina… DESTACADA: Los Latin Grammy.
Créditos a Nick88x por este fragmento de un vídeo suyo.
El
2020 nos afectó a todos de una manera en la que no nos imaginábamos. Y la
música no fue ajena al impacto de una infección de proporciones globales…
Tanto, que incluso antes de que comenzara el aislamiento en esta parte del mundo,
ya estábamos sufriendo algunas de las plagas que a la academia se le dio por
destacar. ¡Que belleza!
Y
no quiero sonar tan amargado como Anton Ego descalificando la comida del
restaurante Gusteau’s, pero les juro que apenas vi la lista de nominados de
este año, me llegó esta escena de la citada película a mi mente.
—“Después
de leer todas estas bufonadas del nuevo chef, creo que se me antoja algo de
perspectiva. ¡Es todo! Quiero una fresca, clara y deliciosa perspectiva…
¡Perspectiva! ¿Me están diciendo que no tienen?”
Después
de un 2019 en el que el género “””urbano””” fue prácticamente vetado de las
nominaciones, este maravilloso año nos trae una sobreexplotación bien
fastidiosa del ritmo en cuestión en el que, como en todas las ocasiones, no hay
variedad ni novedad. Es el mismo sonsonete repetitivo, la misma falta de
inspiración, las mismas letras ultra banales y los mismos conceptos facilistas
de siempre. ¿Cuál es la diferencia ahora? Que la academia le da bola. Por
alguna razón u otra, diferenciar éxito económico de calidad se ha vuelto tan
complicado, que no dudo que ciertas lumbreras obtengan el galardón más por
popularidad que por talento artístico.
Sí, el panorama no se ve tan alentador...
Sin
embargo, aún mantengo la esperanza de encontrarme con propuestas que sin hacer
mucho ruido, logren demostrar que aún existe ingenio que se puede reconocer
ampliamente en esta variopinta industria latinoamericana de la música. Pongan
esta petición en manos del ser supremo de su preferencia… Digan Amén, ¡y
comencemos este largo recorrido!
1.
Canción del Año: Premia al intérprete y al compositor del sencillo en cuestión
-
ADMV (Maluma): De alguna extraña manera, Juan Luis
Londoño quiso seguir el ejemplo de Sebastián Yatra de componer y cantar una
melodía que tiende más hacia el lado de las baladas más sentimentales,
abandonando por un momento las percusiones repetitivas y el autotune descarado.
Y aunque no lo crean, el experimento le salió exitoso. Es una composición
enternecedora, romántica y a la que se le nota el cuidado que el cantante le
dio. No obstante, aún tiene ciertas fallas representadas en rimas y elementos
en la letra que tratan de ser pegadizos y que terminan siendo ridículos. Quitando
esto último, es admirable el intento por entregar algo alejado de su zona de
confort. Gracias, bacán.
-
Bonita (Juanes & Sebastián Yatra): El dúo
de productores y compositores Andrés Torres y Mauricio Rengifo vuelven a la
carga acompañando al grupo de paisas en una canción tan alegre como insulsa. No
me malentiendan, no es una pieza de pésima calidad ni algo semejante, pero
simplemente está por debajo de los estándares a los que tanto Juanes como Yatra
ya han llegado en numerosas ocasiones. Rimas básicas, ritmo tedioso y un
sinsabor incómodo son los resultados de esta creación, decepcionante por donde
se le vea. Dos minutos y medio de la faceta menos favorable de los cuatro
músicos.
-
Codo con Codo (Jorge Drexler): Una producción
surgida a partir del contexto de la pandemia. Agradezco mucho que el aclamado
Jorge Drexler se haya tomado el tiempo y el talento de crear una tonada acústica
con una letra tan elemental como encantadora, en la que lo más importante es el
distanciamiento y el autocuidado, mientras lo abstracto y realmente importante
no se desvanecerá. No obstante, me parece que esta obra es muy superficial y
poco destacable para las creaciones interesantes que Drexler realizar
frecuentemente. No pido algo lleno de demasiadas capas de sonido, pero con una
guitarra y una mente prodigiosa, se pueden originar mejores ideas. ¿No creen?
-
El mismo aire (Camilo Echeverry y Pablo Alborán): Me
guardo mis comentarios acerca de este individuo cuando analicemos su más
representativo atentado musical. Mientras tanto, puedo decir que la
colaboración entre Pablo Alborán y el yerno de Montaner pretende irradiar
sensualidad a un grado extremo, pero únicamente llega a provocar vergüenza
ajena. Las dos voces que aparecen en sus tres minutos contrastan entre sí de
amplia manera: la sobriedad del cantante español con el tono de ardilla del
otro muchacho. Las líricas no son pésimas, pero pecan de mediocridad al mismo
estilo que la propuesta de Juanes con Yatra.
-
For Sale (Alejandro Sanz y Carlos Vives): A
pesar de que el ritmo pretenda emular al pop urbano más recalcitrante de la
actualidad, alabo de sobremanera la creatividad en lo que se refiere a letra y
temática abordada: Una venta de garaje con tendencia a televenta, en lo que lo
único imposible de vender es la intimidad y los recuerdos del amor. Frescura
pura que es agradable de escuchar, y que recuerda a íconos memorables de la
música latina (Mi PC de Juan Luis Guerra y No hay nadie como tú de
Calle 13). Y qué decir de las voces de Vives y Sanz, que se siguen manteniendo
frescas sin importar el tiempo que pase. ¡Un fuerte candidato!
-
Lo que en ti veo (Kany García): Admiro el nivel
vocal de Kany, quién ha podido desarrollar su talento por medio de baladas
suaves y muy cuidadas en donde se explora el amor de diferentes formas. No
obstante, por alguna razón que considero que no tiene que ver con la calidad de
la cantante; me genera físico tedio escuchar sus más recientes creaciones. Y no
es justo con ella, pues pone su mayor esfuerzo en una exploración hacia el
terreno más íntimo del pensamiento humano, lo cual permite añadir un mayor
valor agregado a su capacidad creativa… Y al final, no me gusta. Si gana el
galardón, lo tiene merecido. Pero es una melodía que personalmente no disfruto.
-
René (Residente): Ha llegado la hora de darle
una ovación a esta obra con una fama y un reconocimiento bien merecidos.
Después del resultado algo complicado que terminó siendo Guerra hace unos años,
el ex vocalista de Calle 13 vuelve a las andadas para ofrecer una
introspección/crítica/desahogo en el que muestra una imagen fidedigna de
múltiples historias de los sectores más marginados de América Latina. Sonidos
minimalistas, pero con una profundidad lírica que un gran porcentaje de los
nominados aquí envidiaría por tener. ¡Otro fuerte candidato, sino es que el
ganador de la categoría!
-
Tiburones (Ricky Martin): En los últimos años, Ricky
estuvo alejado del mainstream musical. Y su último disco no fue muy difundido,
al menos en Sudamérica. Sin embargo, este sencillo aspira a ser una respuesta
pacifista en medio de todos los fenómenos políticos y sociales que sólo han
dejado violencia para la mayoría de las personas y donde el beneficio sigue
siendo para los más poderosos. De nuevo contamos con instrumentación reducida
al mínimo, a la vez que posee la misma intencionalidad que posee la melodía
hecha por Residente, pero en menores escalas. De todas maneras, se aprecia la
intención de entregar un mensaje beneficioso a la sociedad.
-
Tusa (Karol G y Nicki Minaj): A finales de 2019, dos
personas a las que la barrera del idioma no logró separar, decidieron traernos
el antónimo perfecto de la palabra “calidad” en forma de canción. Así nació
Tusa, una de las plagas que azotaron este 2020 desde el principio. Y después de
que "la cama le sonara" y de que recibiera el premio a mejor nueva artista (de
manera absurda), ahora Karol G llega a demostrar el nivel tan bajo al que ha
llegado el reggaetón en términos de sonido, letra, voz e ingenio. ¡Prometo que
me alejaré de esta premiación por el resto de mi vida en caso de que esta cosa
gane alguna de las categorías estelares!
De esta ni siquiera voy a poner el link. Que vergüenza...
-
Tutu (Camilo Echeverry): Aún recuerdo el momento en
el que tuve que escuchar por primera vez a este fulano. Un concierto de
Sebastián Yatra en el que invitó al susodicho para que interpretara este tesoro
del cuarto arte, el cual desembocó en una tortura auditiva en la que su tono de
voz ardillesco, su letra absurda y su ritmo agotador formaron un coctel
explosivo para mis oídos ¿Hermoso, no creen? Es normal que las chicas se
enloquezcan por el muchacho debido a su apariencia física, ¿pero que les
apasione su manera de cantar o sus melodías? Uy no, que porquería de
proporciones indescriptibles para el ser humano promedio. No más con esto,
prefiero hacer de cuenta que este pelagato no existe para efectos de este
artículo, ¿De acuerdo?
-
#ElMundoFuera [Improvisación] (Alejandro Sanz): Otra
creación musical enmarcada en el contexto del encierro, donde el amor nunca
será derrotado sin importar el aislamiento de las personas. El piano, único
instrumento relevante aparte de la voz, genera un escenario melancólico y poco
esperanzador, aunque la letra quiera insinuar lo opuesto. No es una mala
canción y es hasta agradable de escuchar, pero está muy por debajo del nivel de
calidad de Sanz (algo que ya demostró que sigue vigente en su colaboración
Carlos Vives). No creo que sea culpa del español, ya que veo como tendencia
generalizada el hecho de que la creatividad no fluye cuando los intérpretes se
enfocan en la pandemia. En conclusión, es una balada muy olvidable.
2.
Álbum del Año: Otorgado al intérprete y a todo el equipo de producción (Sólo
pondré un vídeo de canción por disco, como una ojeada al contenido entero)
-
YHLQMDLG (Bad Bunny): Recuerdo que este fue uno
de los trabajos que reseñé en una serie de vídeos exclusiva de Instagram unos 6
meses atrás. Mi opinión desde entonces no ha cambiado: Un álbum que prometía
bastante exploración y experimentación artística, pero que se quedó en ser más
de lo mismo respecto a ritmos, letras, temáticas e incluso featurings. En
conclusión, un desastre que se extiende a lo largo de unos tortuosos 65
minutos. Lo único rescatable es el primer track (Si veo a tu mamá), compuesto
exclusivamente por Benito y que tiene una estructura tan creativa como
ingeniosa… El resto es inaguantable.
El único track rescatable. Y tiene tela de donde cortar...
-
Oasis (J Balvin y Bad Bunny): Ya hablaré de que tan
asombroso es el FILÓSOFO DEL SIGLO XXI (Jose Osorio Balvin) cuando pasemos al
siguiente disco. Mientras tanto, es posible ver que el trabajo colaborativo
entre Balvin y Benito es un “quiero, pero no puedo” ¿Por qué? A ratos se ven
ciertos rastros de ingenio, de querer entregar algo diferente a lo de siempre,
de ofrecer creatividad en un género que es más tedioso que observar la pintura
de una pared secarse. Sin embargo, no lo logran y el esfuerzo en vano se ve
afectado por composiciones “brillantes” como Mojaita o Yo le llego,
las cuales nos muestran el estado decadente de los ritmos supuestamente urbanos
en la actualidad. Quizás algunas intentan ser innovadoras variando un poco la
fórmula, pero todo termina en repetitividad excesiva, letras similares,
autotune, beats molestos, en fin… Que menos mal la gente consume en masa este
tipo de música; porque si no, los ingresos generados serían igual de patéticos
a las interpretaciones resultantes. Fastidio total.
-
Colores (J Balvin) [Alias, el álbum más PINCHEMENTE CUÁTICO y CHIMBA del
UNIVERSO]: Otra de las obras magnánimas que reseñé en
un vídeo para Instagram. Creo que ya todo se ha dicho acerca de la mejor pieza
discográfica de la humanidad: Un concepto muy ORIGINAL, una ejecución
IMAGINATIVA, unos featurings EXTRAORDINARIOS y una PROFUNDIDAD en las letras
que compositores como Silvio Rodríguez o Piero envidiarían. Un puto TESO este
señor Balvin. Recomiendo la canción Negro como la MÁXIMA EXPRESIÓN DE ARTE en
este pedazo de disco. Gracias J Balvin por darnos este TESORO que definitivamente
está ADELANTADO A SU ÉPOCA.
-
Por primera vez (Camilo Echeverry): ¿Camilo
qué? ¿Y ese por qué es que es famoso?
- Mesa para dos (Kany
García): El concepto de un disco constituido por
colaboraciones es tan riesgoso como favorecedor. Por un lado, la dependencia en
otros talentos puede constituir una gran falta de originalidad a menos de que
el artista lo impida. Y por el otro, los featurings pueden abrir la puerta a
que el artista desarrolle diferentes estilos que nutran su carrera profesional.
No obstante, Kany no logra llegar a niguno de los dos puntos… De hecho, el
álbum nos presenta a la misma Kany de siempre con ciertos toques de pop urbano
cuya utilización no impresiona en lo absoluto (en especial Acompáñame, un
“reggaetón conciencia” que resultó ser vergonzoso); pero que cuya voz y estilo
sencillo aún se mantienen bien conservados más allá de su trayectoria. De todas
maneras, se sigue apreciando el esfuerzo por ofrecer nuevas propuestas
conservando su estilo característico la mayor parte del tiempo.
-
Aire [Versión Día] (Jesse y Joy): No sigo de manera
frecuente la música creada por este dúo, pero conozco alguna de sus melodías
más populares. Y después de escuchar este disco me queda claro que sin importar
la exploración de otros ritmos o la intención de crear algo similar a un disco
conceptual, el estilo de los dos continúa siendo muy agradable para el oído.
Aunque decidieron hacer una incursión al mal llamado género “urbano”, lo hacen
de forma ligera y particular, evitando caer en los clichés más frecuentes e
imponiendo su identidad en los momentos en los que un disco genérico cae al
abismo. ¿Qué más hay por ahí? Baladas, pop, tropical, géneros que los han
caracterizado y en los que van evolucionando. Así mismo, tenemos al amor como
foco (siendo algo ya visto varias veces) con un toque de inclusión y mensaje
social. ¡Un álbum agradable!
-
Un canto por México, Vol. 1 (Natalia Lafourcade): Realmente
este álbum no es un producto tan novedoso de parte de Natalia, puesto que
consiste en un recopilatorio de melodías ya realizadas por la intérprete años
atrás, sumado con reelaboraciones de piezas típicas mexicanas y unas pocas
creaciones nuevas. Sin embargo, sería muy hipócrita de mi parte no destacar el
talento siempre notable de esta mujer en cada track, cada inflexión vocal, cada
detalle instrumental y cada respiro que toma al volver a aquellas líricas que
impregna con su forma de ser, más allá de que sean de tiempos pasados. A nivel
vocal, es el disco que más resalta de todos los presentes en la lista;
demostrando que la evolución de la cantante crece a pasos agigantados desde que
se consolidó con cierto trabajo discográfico magnífico de 2015. Y en cuanto a
la instrumentación, puedo resaltar que la utilización de toda la tradición
mexicana en forma de acordeones, vientos y cuerdas es sencillamente sublime.
¡Que pedazo de álbum!
-
Pausa (Ricky Martin): Un disco muy introspectivo
para Ricky Martin, y el más corto de toda esta lista (No en vano, es más un
Extended Play que un álbum puro y duro). Al ser poco promocionado, me imaginé
que escondería una calidad especial que no sería fácil de masificar en emisoras
a nivel global… Y creo que le atiné, porque Pausa representa una profundización
en obras de mayor suavidad, contenido temático y exploración emocional. A pesar
de su exceso de colaboraciones (Sting, Diego El Cigala, Carla Morrison, Pedro
Capó, etc.), logra aprovechar el talento de estos invitados junto con el suyo
para entregar una fusión de estilos tan agradable como compleja en sólo seis
tracks. ¡Un buen descubrimiento!
-
La conquista del espacio (Fito Páez): Una
producción extraña. No me malentiendan, es bueno ver como Fito Páez se
reinventa en su larga carrera musical por medio de creaciones coquetas,
enternecedoras e incluso épicas. Sin embargo, es triste ver que alguna maqueta
de canciones clásicas es reutilizada para la composición de nuevo contenido,
permitiendo ver cierta falta de inspiración en momentos específicos del álbum.
Eso sí, los temas siguen siendo tan interesantes como modernos y el apoyo de
invitados como Lali Esposito o Juanes aportan gran talento que refuerza la
calidad del concepto. Un buen trabajo, que podría ser mejor.
-
Cumbiana (Carlos Vives): La más reciente producción
de Carlos Vives es una fusión de todos los estilos artísticos que han
influenciado a Colombia durante los últimos 30 años. El recorrido aborda la
siempre presente cumbia, la clásica salsa, ligeros toques urbanos con
experimentos sonoros bastante creativos, remembranzas del tropipop y el vallenato
que nunca puede faltar, siendo modernizado de la forma en la que el mismo
cantante lo ha hecho continuamente durante varias décadas. Es una carta de amor
a la cultura colombiana, sus lugares sagrados y su gente perseverante, más allá
de las diferencias que se manifiesten. ¡Un digno merecedor del premio!
3.
Mejor Nuevo Intérprete (Artista Revelación del Año, o al menos que lo aparenta).
-
Anuel AA: El curriculum de este sujeto está repleto de
featurings a diestra y siniestra, táctica facilista que utilizan los cantantes
más nuevos de reggaetón y trap para formar su éxito a partir de las migajas de
un ícono más famoso de la industria. ¿Qué tiene para ofrecer en las canciones
en las que participa? La percusión genérica de siempre, las mismas ideas que
Daddy Yankee explota hasta el cansancio desde hace más de 15 años, letras
sucias y controversiales que pretenden llamar la atención, escándalos que
trascienden a la farándula… Como conclusión sólo diré que si tienen algo de
respeto por ustedes mismos y por su gusto musical, les recomiendo evitar a toda
costa a este dizque cantante famoso.
Sale de parte, aquí aparecen Anuel y Rauw juntos. No molesten!
-
Rauw Alejandro: El reggaetonero de moda por estos días,
que por lo menos debe aparecer una vez por hora en la programación de Oxígeno.
Sigue el mismo camino de otros compañeros de su corte como Anuel, Bad Bunny o
Myke Towers al hacer colaboraciones de todo tipo, con la finalidad de capitalizar
la popularidad de otros compañeros en beneficio suyo (¡Oh, qué bonito!). No
ofrece nada diferente a lo que ya se ha visto antes (idols juveniles, perreo
intenso, romanticismo ficticio y más de lo mismo). Me da física pereza. ¿Hasta cuándo
vamos a poder tener buena calidad constante en el reggaetón? ¿Hasta cuándo los
intérpretes repetirán la misma fórmula fastidiosa de siempre? ¡Basta ya!
-
Mike Bahía: El menos revelación de la lista,
contando con más de 7 años de carrera artística entre su idea grupal y su
aventura en solitario. Su primer sencillo, Buscándote, hizo las delicias de
adultos y niños, quiénes confundían el nombre del artista con una popular
grosería de Colombia (Oh, lindos recuerdos). Hablando propiamente del
intérprete, sólo puedo decir que se convirtió en el estereotipo de cantante de
pop urbano que también popularizaron grupos como Alkilados o Piso 21 en su país
de origen. No es pésimo ni algo similar, pero su constante falta de
originalidad en el contenido me impide tomarme en serio su promesa artística.
¿Algo bueno de él? Su voz… Está muy bien trabajada y podría aprovecharla mejor
en un género más exigente.
Gracias por ilustrarnos, Teyler.
-
Conociendo Rusia: De alguna u otra manera, es
incómodo tener el peso de una herencia musical y si los medios de comunicación
ponen el dedo en la llaga, es peor. No obstante, hay casos en los que los
descendientes se desprenden de esa sombra para desarrollar una carrera
destacable. Y aquí tenemos a Mateo Sujatovich, hijo del tecladista de Spinetta;
que con su proyecto en solitario pretende mostrar la evolución del rock
latinoamericano de un modo menos experimental que grupos como Usted Señálemelo,
pero con una creatividad instrumental muy atractiva y una voz muy bien
desarrollada. El único defecto es que se limita a unas temáticas muy
específicas y poco se arriesga a componer sobre algo diferente al amor… ¡Si
pretende explorar más allá de eso, lo recomendaría ampliamente! ¡Eso sí, es
digno de apreciar este proyecto!
-
Soy Emilia: Ella es Juanita Carvajal, artista
colombiana que creó una identidad paralela bajo el nombre de Soy Emilia… una
persona aventurera, sarcástica, desenfrenada, vengativa, pero que no se
desprende de su humanidad al sentir expectativa, placer e incluso amor. Aunque
su base se encuentre en los sonidos electrónicos, bien supo desenvolverse de
gran manera en otros estilos como el funk o un ambiente tropisynth (evidente en
piezas como Déjate o Estallar) en los que se lució a tal nivel de ser los
contenidos de mayor excelencia de la intérprete. Ya la reseñé a profundidad
(click aquí), seguí su carrera solista desde su comienzo en 2017 y me siento
muy feliz de que haya llegado hasta aquí. ¡Vamos por ese premio y continuemos
hasta colonizar la galaxia completa!
"¡Deja todo, escapate conmigo, poco a poco sientes que cuando no estamos cerca vamos a estallar!"
-
Kurt: ¡Como se extrañaban a los artistas pop cantautores
que poco sacaban la cara en esta categoría! Aquí tenemos a Kurt Schmidt, un
sinaloense de 31 años que explora el romanticismo y las emociones humanas por
medio de su guitarra y uno que otro arreglo adicional que complementan a la
perfección su propuesta. Puede sonar en principio cursi o exagerado, pero
justamente eso es lo que le da el encanto a este señor: Espíritu de poeta,
ternura excesiva y una exploración de lo complejo desde la simpleza sonora.
¿Defectos? Quizás el mismo de Conociendo Rusia, pero confío en que este artista
se abra hacia temáticas más variadas con las que pueda crear una bella
composición por medio de aquellas cuerdas siempre presentes. ¡Grandioso
descubrimiento!
-
Nicky Nicole: Wow, definitivamente el poder femenino
se sigue apoderando de las nuevas ideas que van a nutrir el futuro de la
industria musical en América Latina. Y por Argentina tenemos a Nicky Nicole,
una chica que recién salió al ruedo hace año y medio para convertirse en una de
las figuras influyentes del hip hop y el trap en su país. Me agrada el hecho de
que la muchacha toma la influencia anglosajona de los ritmos callejeros y los
adapta a su propia realidad con temáticas de afecto, incomodidad, autoestima,
entre otras que se echan de menos en el mainstream. Así mismo, cuenta con una
voz dulce y un vocabulario algo difícil de entender en principio, debido a la
inclusión de argentinismos junto con palabras en inglés. Sin embargo, esto
último no representa un obstáculo para apreciar el buen trabajo que estructuró
Nicky en un período tan corto de tiempo. ¡Una gran contendiente!
-
Cazzu: ¡Vamos con otra revelación del trap
originaria de Argentina! Ella es Julieta Cazzucheli (más conocida como Cazzu),
que empezó su carrera profesional en 2017; pero que no adquiriría gran fama
continental sino hasta dos años más tarde con su segundo disco (Error 93), su
sencillo más famoso (Mucha Data), y featurings en los que intenta explorar
ritmos afines (como el rap y el reggaetón). Lamentablemente su mensaje se
limita a temas como el amor, la seducción o el fin de ambos; resultando
inevitable la comparación con otras intérpretes de la misma línea (como la
misma Nicky Nicole) quienes quedan mejor paradas que ella en ese apartado. Su
voz está bien, aunque tiene un mayor potencial que aún no ha aprovechado. No
está mal, pero tampoco está mejor que otras compañeras suyas.
-
Nathy Peluso: Cerramos la trilogía del trap en
Argentina con la propuesta más estrambótica de las tres. Podemos evidenciar una
voz bastante versátil para diversas intenciones y géneros en los que participe
(rememorando a divas anglosajonas como Beyonce o Rihanna); una gran habilidad
para abordar un buen número de sonidos latinoamericanos, por lo que los límites
del trap y del hip hop son rotos constantemente por su propio capricho; una
creatividad constante en la estructura instrumental de las piezas de su
autoría; y pluralidad notable en sus temas para componer. He de admitir que
Nathy merece un gran horizonte artístico, y eso que ya ha hecho un gran
trabajo. ¡Muy recomendada!
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Pitizion: Compositora colombiana que participó
inicialmente como actriz de telenovelas a principios de la década. En el 2019
saltó al estrellato con una identidad que pretende reforzar el poderío de la
mujer en una sociedad de mucho moralismo y de tan poca moral. Cuenta con una
voz dulce y un efecto rasgado que la hace resaltar. Su música se basa en una
mezcla entre el pop urbano (que causa la misma emoción que un bar sin alcohol)
y suaves baladas, asemejándose a la carrera que han hecho cantante como el
antes mencionado Yatra o Greeicy… ¡Oh, esperen! Incluso tiene un featuring con
la susodicha, la cual no está tan mal. Está en un 50:50, porque aprecio sus
cualidades vocales y su intencionalidad, pero castigo su falta de creatividad y
su zona de confort artística.
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WOS: Ganador de la Batalla de los Gallos de Red
Bull en Buenos Aires en 2018, este freestyler ha logrado consolidar una carrera
en la que es capaz de demostrar versatilidad entre diferentes maneras de ver el
rap: ilusiones, juicio a la sociedad, melancolía, amistades y muchas más. La
complejidad se basa tanto en las líricas creadas, como en la forma de abordar
cada tema, desplazando el apartado instrumental hacia un segundo plano.
¡Propuesta muy interesante!
4.
Grabación del Año: Premia al intérprete y al equipo de producción de la obra
musical.
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China (Reggaetón All Stars): ¡Todas tus estrellas de reggaetón
favoritas se han reunido en una sola canción! ¡Y qué mejor que hacer un pésimo
sample de una canción famosa de Shaggy de hace casi 20 años, junto con un
autosample por cuenta de Daddy Yankee, el cual da más pena ajena que cualquier
otra cosa! ¿Esto es el reggaetón del futuro? ¿Esto es por lo que reconocen a
los latinos alrededor del mundo? ¿Por una canción insultante de perreo intenso
cuya creatividad es cuestionable y que sólo por los nombres metidos con
calzador tiene más éxito del que merece? Creo que la frase del siguiente vídeo
define esta canción poco después de que la escuche…
Fue un espectáculo impresionante...
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Cuando estés aquí (Pablo Alborán): Otra melodía creada
a partir de la pandemia, pero esta vez de parte de Pablo Alborán, cuya
creatividad me deslumbró hace dos años con “No vaya a ser” y que este año
volvió trayendo ánimo y aliento a todos sus seguidores. Aprecio mucho que desde
una composición netamente acústica y el vibrato de su voz, transmita una
emocionalidad sincera y una esperanza que muchas personas necesitan; pero
tristemente no cubre las expectativas respecto a su carrera… Algo similar a lo
sucedido con Alejandro Sanz que comenté dentro de la primera categoría. No es
una mala creación, pero se nota que la creatividad se redujo en varios artistas
de la industria latina e hispana durante esta coyuntura.
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Vete (Bad Bunny): No quería volver a escuchar
algo proveniente de Benito. Y pues aquí tenemos otra nominación para él, la
cual tengo que escuchar para posteriormente entregarles una simpática y nada
enfurecida reseña ¿Listos? ¡Allá vamos!... ES MUY HORRIBLE. Pretende ser la
clásica historia de la relación que ya se terminó y la expareja que hace más
daño que beneficio, pero posee unas rimas que hasta un niño de primaria puede
hacer mejor y el mismo beat repetitivo de siempre al que el género “urbano” nos
tiene acostumbrados. Y no voy a hablar de la voz o del apartado instrumental,
ya que su insignificancia o extremo minimalismo no da para extenderse en más
prosa. PA-TÉ-TI-CO.
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Solari Yacumenza (Bajofondo y Cuareim 1080): Sin
temor a equivocarme, puedo asegurar que es la creación con un mejor trabajo de
producción que el resto de los de la lista. Y no es de extrañar, puesto que
desde inicios del nuevo milenio, el proyecto de Bajofondo se ha caracterizado
por elaborar piezas con un alto nivel técnico en el que sus participantes
abordan ritmos legendarios como el tango y el candombe para que se combinen
armónicamente con el estilo electrónico, formando una mezcla interesante que
toma distintos matices a lo largo del tiempo, y dependiendo del álbum y del
colaborador. En este caso, Solari Yacumenza eleva el funk a una potencia
indescriptible en la que el goce y la reflexión están a la orden del día en
forma simultánea; sin olvidarnos de las cuerdas y el espíritu carnavalesco que
Cuareim 1080 (comparsa uruguaya) le aporta a la elegancia de Bajofondo durante
los seis minutos en donde se mantiene el misticismo auditivo. ¡El merecido
ganador en nivel de producción… y por mucho!
Una joya de nuestra música contemporánea...
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Rojo (J Balvin: EL COMPOSITOR DEL MILENIO): Pero
recuerden niños, J Balvin les dice que siempre se pongan el cinturón de
seguridad para no tener accidentes como el que me sucedió en este clip. ¡Estos
consejos te doy, porque J Balvin soy 😉!...
Una ovación al mejor cantante de TODA LA JODIDA HUMANIDAD, quién nos trae un
perreo intenso semi-romántico y semi-depresivo en el que la MELOSERÍA
protagoniza cada parte de la letra. PERFECCIÓN PURA de parte de José, porque ¿a
quién le importan esos compositores ingeniosos que son creativos en su
romanticismo? NO, NO y NO, eso no es nada frente a la superficialidad y la
repetitividad sonora que nos trae J Balvin al MÁXIMO nivel. UN PRODIGIO,
definitivamente. De una vez, ¿Por qué no le dan ya el premio a este pendejo?
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Tutu (Camilo Echeverry y Pedro Capó): ¿Quién
es ese tal Camilo y por qué lo estamos mencionando en esta lista?
-
Lo que en ti veo (Kany García): Ya di mis
comentarios sobre esta. A mí no me gusta, pero es sobresaliente y hasta bonita.
-
Tusa (Karol G y Nicki Minaj): Un insulto al intelecto
humano. Siguiente.
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René (Residente): Ya hablé de esta. Una
profunda exploración personal con tintes de crítica social.
.
Contigo (Alejandro Sanz): Un homenaje a Joaquín
Sabina, por medio de una composición que a primera vista puede sonar
repetitiva, pero que a profundidad resulta ser un tesoro poético digno de
admirar. Este cover y la versión original comparten esa esencia acústica de
efectiva sencillez, aunque la de Sanz provoca una mayor sensación de
melancolía, debido a la ausencia de ciertos elementos sonoros que en la versión
de Sabina sirven como tranquilizantes en medio del ambiente tiernamente
desolador. Más allá de ser un tributo, resulta ser una obra interesante que
captura al espectador a lo largo de toda su duración en una espiral de
sentimientos encontrados y letras de gran impacto.
Adicionalmente,
y antes de pasar a la conclusión; les quiero recomendar ciertos singles que
están nominados en las demás categorías (que en la pasada revisión no vimos), y
que terminan siendo impresionantes o por lo menos, atractivos.
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Mario Neta (El Cuarteto de Nos) [Nominada a Mejor Canción de Rock]:
Fusión de rock, cumbia y punk en una letra que involucra una fuerte crítica al
hiperconsumismo y al funcionamiento de la sociedad actual. Una joya para cerrar
la década.
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Chilango Blues (Mon Laferte) [Nominada a Mejor Canción Alternativa]:
Una balada/blues que expresa la melancolía del desamor, donde la voz de Mon
Laferte manifiesta una versatilidad vocal admirable y una sensualidad sin
precedentes.
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Una vez más (Ximena Sariñana) [Nominada a Mejor Canción Pop]:
Una balada clásica que rememora el encanto de los años 40 y 50. Poesía pura de
indudable belleza que expresa lo mejor de amar y ser amado.
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Creo (Eruca Sativa) [Nominada a Mejor Canción de Rock]:
Ni tan rock, prefiriendo el uso de instrumentos acústicos asemejándose a ritmos
más tradicionales de Latinoamérica; en donde resulta una canción esperanzadora
que une los orígenes de la cultura con el contexto social de la actualidad.
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Quiero Vivir (Robi Draco Rosa) [Nominada a Mejor Canción Pop Rock]:
A pesar de no ser reciente, se hizo una versión a principios de este año, la
cual resultó nominada. Creo que catalogarla como Pop Rock es una falta de
respeto en referencia a la diversidad de ritmos presentados. El contraste entre
optimismo y depresión es la columna vertebral del sencillo, tan extraña y tan
real al mismo tiempo. Y la letra, basada en un poema de Jaime Sabines, continúa
teniendo tintes de lucidez, a la vez que de elegancia, esperanza y armonía. Una
tierna armonía que sólo Draco puede ofrecer.
Un abrazo, compadre.
Estamos brillando con highlighter, ¿no lo ven?
Wow,
hubo de todo en este recorrido: desde bellezas infravaloradas, pasando por
experimentos muy raros y también revisando asquerosidades auditivas. Todo eso
representa los Latin Grammy, que es básicamente la única premiación “seria” que
queda de la música en español, pero donde algunas veces se destaca la
mediocridad de los rostros más famosos del medio. No es un panorama tan
alentador, pero esa es la actualidad de la Academia Musical y de la industria
actual.
Eso
sí, mientras sigan existiendo intérpretes que le echen ganas a su vocación, y
artistas que se aventuren a crear experimentos novedosos para el medio; seguirá
presente el espíritu creativo que nunca debería abandonar este arte tan
maravilloso de expresar y escuchar. Y con eso también me basta para continuar
revisando aquellas novedades anuales que merecen ser conocidas por un público
muy amplio (A excepción de que gane Tusa, ahí si me abstengo de reseñar esta
vaina jaja).
Falta
un tema del cual hablar, y es una ausencia que puede pasar desapercibida a
primera vista. ¿Si vieron que en 2020, dentro de estas categorías principales,
no existió ningún nominado en portugués? Puede sonar insignificante, pero para
los que vienen analizando conmigo estos premios desde el 2017 es muy raro y
hasta triste. Si bien, no eran muy conocidas aquellas propuestas; en ocasiones
podían ofrecer una algo interesante y hasta mejor que algunos galardonados en
el idioma de Cervantes. ¿Razones? No lo sé, aunque sospecho de una posibilidad
que es medio conspiranoica… Pero no la voy a poner acá. Ni que este blog fuera
History Channel, o algo así.
No, nada de eso por ahora...
¡Aquí
cerramos este largo recorrido! A los que llegaron hasta aquí, les agradezco por
seguirme, aguantar mis vainas absurdas, comentarios amargados y reseñas con
mucha dedicación. ¡Son los mejores!