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1.29.2023

Bizarrap: El dulce sabor del chisme

Antesala

En los primeros meses de mi trabajo actual, se realizó un ejercicio en el que cada persona del equipo se presentaría, mencionando aspectos de su vida personal y profesional. Cuando llegó mi turno, no dejé escapar la oportunidad de mencionar mi fascinación por la música, así como el trabajo escrito manifestado en este blog.

Rápidamente, una superior me preguntó mi opinión acerca de la reciente (por aquel tiempo) “tiraera” que le había realizado Residente a J Balvin.

—La verdad, prefiero no abordar ese tipo de escándalos… recuerdo haberle respondido.

Ella puso una cara de extrañeza, y ahí mismo le aclaré que no estaba insinuando que ella fuera escandalosa o algo similar, sino que mi intención con este proyecto era abordar álbumes, eventos, trasfondos; y no tanto temas de peleas o titulares de chismes que inundan de forma bastante frecuente cada red social.

Yo, tratándole de decir a mi superior que no insinué nada malo

Eso quedó como una simple anécdota de la que probablemente muchos compañeros ya no se acuerden. Así mismo, sería cuestión de algunos meses conocer quién era el que estaba detrás de esa “tiraera”: su nombre artístico (Bizarrap) y parte de su trabajo. Me daba igual, puesto que la propuesta no era de mi preferencia… Sólo eran colaboraciones con diversos intérpretes cuya base instrumental me parecía tediosa, y en ocasiones puntuales sobresalía el talento del invitado para rescatar la melodía del aburrimiento (caso Nathy Peluso).

Tal vez lo de Residente sería un primer campanazo de lo que estaba por suceder, debido al nivel de polémica y morbo que provocó en todo tipo de medios. Tal vez algo peor estaba por venir. Sin embargo, como frase cliché de internet: “No le di importancia”. Y ese tema continuó quieto hasta aquel fatídico 11 de Enero de 2023.

La Sesión

La sesión número 53 de Bizarrap en colaboración con Shakira salió a la mitad de la segunda semana de Enero de 2023. En la autoría de la canción está acreditado Kevyn Cruz “Keityn”, quién ha estado detrás de los últimos lanzamientos de la artista antes mencionada (Te felicito, Monotonía), así como de canciones de gran popularidad que aparecieron en el paisaje de la música urbana en años recientes (Tusa de Karol G, Hawái de Maluma, Anaranjado de J Balvin, y un montón más). La melodía que hoy nos concierne habla de la traición por parte de un hombre infiel, el desgaste innecesario que le provocó durante años y la independencia femenina motivada por esos hechos… ¿Cuáles hechos? Creo que las “indirectas” muy directas que se pueden encontrar en la letra hablan por sí solas (clara-mente, perdón que te sal-piqué… ya saben).

Portada del sencillo. La mano con la que Bzrp abraza a Shakira se ve... rara.

Debido al nivel notorio de simplicidad de la letra, una usuaria en Twitter se cuestionó si realmente Shakira había escrito una melodía de la talla de Antología; y clara-mente desató un debate multitudinario. Mi respuesta mental desde un inicio no radicaría tanto en cuestionar su autoría en esas canciones, principalmente porque fue un trabajo constante que demostró durante años y no un único hecho aislado… La verdadera pregunta es si Shakira escribió esta sesión con Bizarrap, lo cual desencajaría con sus mejores años de trayectoria.

Mi teoría es que la cantante y el productor dieron una lluvia de ideas sobre cómo querían la letra, y el antes citado Keityn fue el encargado de articular todo eso en una lírica que me decepcionó. Bueno, realmente no lo hizo. Y no les miento, porque las composiciones en las que él está involucrado pueden variar entre “Me fascina su estilo”, pasando por “Me da lo mismo”; hasta llegar a “Quiten esa vaina”… En ninguna de esas afirmaciones destacó la letra maravillosa de estas melodías, porque desde mi perspectiva es algo inexistente.

Que una composición cuente con referencias a la cultura popular no es algo malo. Tampoco lo es el hecho de mencionar una marca reconocida para profundizar el significado de lo que se quiere expresar. Sin embargo, realizar estas acciones en exceso demuestra una evidente falta de creatividad del autor, o un enorme antojo por recibir algún patrocinio (milagrosamente no mencionaron a Versace o algo relacionado con el F.C. Barcelona).

Dato de color: Las acciones de Casio cayeron después de la mención negativa de Shakira en su canción.

Pero si lo consideran el lápiz de oro es por algo, ¿No? Y es porque la superficialidad y el marketing excesivo funcionan para las múltiples interacciones en plataformas digitales. Eso es lo que factura, en detrimento de compositores con mayor potencial que no son tomados en serio porque no generan dinero de manera tan ágil. No obstante, eso ya sería tema para otro artículo. Conservemos el foco en esta sesión 53 de Bizarrap.

Y es que este trabajo musical continuó lo que se había intentado en la ocasión anterior con Residente: incentivar el morbo, agitar las redes sociales y rentabilizar aún más un escándalo. Si el caso de Rene Perez vs. Jose Balvin fue una prueba piloto, el escenario Shakira Mebarak vs. Gerard Piqué sería la segunda fase de un proyecto de marketing musical que aún está lejos de concluir.

¿Por qué podría continuar? Porque clara-mente funcionó. El anzuelo fue lanzado, y todos los consumidores lo mordieron (incluyéndome) cuando la canción se escuchó masivamente, se convirtió en tema de conversación y las arcas de los artistas se continuaron llenando a raíz de una canción regular… Creo que si la melodía no tuviera relación con dicho escándalo, ni de lejos habría alcanzado ese estallido mediático que logró en tan poco tiempo.

Cualquier parecido con la realidad, no es precisamente coincidencia

A mi parecer, la parte menos relevante es la instrumental, que no emociona ni decepciona. Es como si se quedara en un punto medio adecuado para ser puesta en discotecas, pero que tiene un límite de usos antes de tornarse insoportable. Sólo acompaña a Shakira, pero no es de esos sonidos que tiene vida propia o color… Creo que tiene más color el vídeo oficial de la sesión, y eso es decir bastante.

Lo que hay después

Debería ser normal el hecho de que alguna persona no guste de un producto, y no necesariamente porque esté en contra del intérprete que lo creó. La reacción en redes sociales y en la vida real hacía sentir como bichos raros a aquellos que no les agradara la tercera melodía (si, la tercera) de Shakira dedicada hacia su infiel expareja, con los argumentos del empoderamiento, que a Piqué se le debía dar su merecido sin eufemismo alguno, y que la cantante se adapta “idealmente” a cada época, etc.

Este lanzamiento no me gustó porque pretende ser algo apoteósico, y al final resulta no tener mucho de lo que le atribuyen. Supuestamente potencia el mensaje del empoderamiento femenino, pero deja mal vista la expresión de los sentimientos para destacar la idea de “facturar” como algo positivo e ideal (como si varios influencers infames no generaran tanto dinero como la misma Shakira). De hecho, no dudo que el alcance de esta canción beneficie al mismo Piqué, el cual era una figura fantasmal en el mundo del espectáculo y el fútbol desde varios años atrás, y ahora tiene un segundo aire en lo que a popularidad se refiere.

Y si el segundo aire incluye patrocinio de Casio o Twingo, mejor para el infiel este.

Una lección fundamental para nosotros como consumidores (e incluso para la misma Shakira) respecto a los medios es que la atención captada vale oro, sin importar si sea de manera positiva o negativa. La mejor forma de dejar en ridículo a la persona que te dañó es ignorarla, como si no existiera y no representara nada en tu vida. Si aún es importante enviarle algún mensaje, es preferible ser ambiguo para evitar que entregarle en bandeja de plata más popularidad de la que realmente merece.

Al final la combinación entre la frustración de Shakira, la mente astuta del letrista y el morbo del público general propiciaron un éxito aún mayor de Bizarrap, mientras paulatinamente se convirtió en una versión musical de TMZ o cualquier programa de chismes latinoamericano. Y lo peor es que la sesión 53 es simplemente otro episodio más… ¿Cuál será la siguiente polémica ambientada por algún otro productor o cantante más adelante, basándose en el impacto que provocó Biza primero por Residente y después por Shakira? Por mi parte, no quiero saberlo.

Meme de propia cosecha realizado un día después del lanzamiento de la sesión 53

Página de Facebook: https://www.facebook.com/yaviene.todoasutiempo15

“Los han visto en las portadas, todas… Sin más nada que decir”

10.30.2020

Egovistazo #15: Latin Grammy 2020 – ¡Cuatro ya son multitud!

¡Bienvenidos nuevamente a esta dimensión!

Hoy regresa el espacio que dedico todos los años a revisitar lo más destacado en la premiación más destacada de la música latina… DESTACADA: Los Latin Grammy.

Créditos a Nick88x por este fragmento de un vídeo suyo.

El 2020 nos afectó a todos de una manera en la que no nos imaginábamos. Y la música no fue ajena al impacto de una infección de proporciones globales… Tanto, que incluso antes de que comenzara el aislamiento en esta parte del mundo, ya estábamos sufriendo algunas de las plagas que a la academia se le dio por destacar. ¡Que belleza!

Y no quiero sonar tan amargado como Anton Ego descalificando la comida del restaurante Gusteau’s, pero les juro que apenas vi la lista de nominados de este año, me llegó esta escena de la citada película a mi mente.

—“Después de leer todas estas bufonadas del nuevo chef, creo que se me antoja algo de perspectiva. ¡Es todo! Quiero una fresca, clara y deliciosa perspectiva… ¡Perspectiva! ¿Me están diciendo que no tienen?”

Después de un 2019 en el que el género “””urbano””” fue prácticamente vetado de las nominaciones, este maravilloso año nos trae una sobreexplotación bien fastidiosa del ritmo en cuestión en el que, como en todas las ocasiones, no hay variedad ni novedad. Es el mismo sonsonete repetitivo, la misma falta de inspiración, las mismas letras ultra banales y los mismos conceptos facilistas de siempre. ¿Cuál es la diferencia ahora? Que la academia le da bola. Por alguna razón u otra, diferenciar éxito económico de calidad se ha vuelto tan complicado, que no dudo que ciertas lumbreras obtengan el galardón más por popularidad que por talento artístico.

Sí, el panorama no se ve tan alentador...

Sin embargo, aún mantengo la esperanza de encontrarme con propuestas que sin hacer mucho ruido, logren demostrar que aún existe ingenio que se puede reconocer ampliamente en esta variopinta industria latinoamericana de la música. Pongan esta petición en manos del ser supremo de su preferencia… Digan Amén, ¡y comencemos este largo recorrido!

1. Canción del Año: Premia al intérprete y al compositor del sencillo en cuestión

- ADMV (Maluma): De alguna extraña manera, Juan Luis Londoño quiso seguir el ejemplo de Sebastián Yatra de componer y cantar una melodía que tiende más hacia el lado de las baladas más sentimentales, abandonando por un momento las percusiones repetitivas y el autotune descarado. Y aunque no lo crean, el experimento le salió exitoso. Es una composición enternecedora, romántica y a la que se le nota el cuidado que el cantante le dio. No obstante, aún tiene ciertas fallas representadas en rimas y elementos en la letra que tratan de ser pegadizos y que terminan siendo ridículos. Quitando esto último, es admirable el intento por entregar algo alejado de su zona de confort. Gracias, bacán.

- Bonita (Juanes & Sebastián Yatra): El dúo de productores y compositores Andrés Torres y Mauricio Rengifo vuelven a la carga acompañando al grupo de paisas en una canción tan alegre como insulsa. No me malentiendan, no es una pieza de pésima calidad ni algo semejante, pero simplemente está por debajo de los estándares a los que tanto Juanes como Yatra ya han llegado en numerosas ocasiones. Rimas básicas, ritmo tedioso y un sinsabor incómodo son los resultados de esta creación, decepcionante por donde se le vea. Dos minutos y medio de la faceta menos favorable de los cuatro músicos.

- Codo con Codo (Jorge Drexler): Una producción surgida a partir del contexto de la pandemia. Agradezco mucho que el aclamado Jorge Drexler se haya tomado el tiempo y el talento de crear una tonada acústica con una letra tan elemental como encantadora, en la que lo más importante es el distanciamiento y el autocuidado, mientras lo abstracto y realmente importante no se desvanecerá. No obstante, me parece que esta obra es muy superficial y poco destacable para las creaciones interesantes que Drexler realizar frecuentemente. No pido algo lleno de demasiadas capas de sonido, pero con una guitarra y una mente prodigiosa, se pueden originar mejores ideas. ¿No creen?

- El mismo aire (Camilo Echeverry y Pablo Alborán): Me guardo mis comentarios acerca de este individuo cuando analicemos su más representativo atentado musical. Mientras tanto, puedo decir que la colaboración entre Pablo Alborán y el yerno de Montaner pretende irradiar sensualidad a un grado extremo, pero únicamente llega a provocar vergüenza ajena. Las dos voces que aparecen en sus tres minutos contrastan entre sí de amplia manera: la sobriedad del cantante español con el tono de ardilla del otro muchacho. Las líricas no son pésimas, pero pecan de mediocridad al mismo estilo que la propuesta de Juanes con Yatra.

https://www.youtube.com/watch?v=ZYDj7bys8jo

- For Sale (Alejandro Sanz y Carlos Vives): A pesar de que el ritmo pretenda emular al pop urbano más recalcitrante de la actualidad, alabo de sobremanera la creatividad en lo que se refiere a letra y temática abordada: Una venta de garaje con tendencia a televenta, en lo que lo único imposible de vender es la intimidad y los recuerdos del amor. Frescura pura que es agradable de escuchar, y que recuerda a íconos memorables de la música latina (Mi PC de Juan Luis Guerra y No hay nadie como tú de Calle 13). Y qué decir de las voces de Vives y Sanz, que se siguen manteniendo frescas sin importar el tiempo que pase. ¡Un fuerte candidato!

- Lo que en ti veo (Kany García): Admiro el nivel vocal de Kany, quién ha podido desarrollar su talento por medio de baladas suaves y muy cuidadas en donde se explora el amor de diferentes formas. No obstante, por alguna razón que considero que no tiene que ver con la calidad de la cantante; me genera físico tedio escuchar sus más recientes creaciones. Y no es justo con ella, pues pone su mayor esfuerzo en una exploración hacia el terreno más íntimo del pensamiento humano, lo cual permite añadir un mayor valor agregado a su capacidad creativa… Y al final, no me gusta. Si gana el galardón, lo tiene merecido. Pero es una melodía que personalmente no disfruto.

- René (Residente): Ha llegado la hora de darle una ovación a esta obra con una fama y un reconocimiento bien merecidos. Después del resultado algo complicado que terminó siendo Guerra hace unos años, el ex vocalista de Calle 13 vuelve a las andadas para ofrecer una introspección/crítica/desahogo en el que muestra una imagen fidedigna de múltiples historias de los sectores más marginados de América Latina. Sonidos minimalistas, pero con una profundidad lírica que un gran porcentaje de los nominados aquí envidiaría por tener. ¡Otro fuerte candidato, sino es que el ganador de la categoría!

- Tiburones (Ricky Martin): En los últimos años, Ricky estuvo alejado del mainstream musical. Y su último disco no fue muy difundido, al menos en Sudamérica. Sin embargo, este sencillo aspira a ser una respuesta pacifista en medio de todos los fenómenos políticos y sociales que sólo han dejado violencia para la mayoría de las personas y donde el beneficio sigue siendo para los más poderosos. De nuevo contamos con instrumentación reducida al mínimo, a la vez que posee la misma intencionalidad que posee la melodía hecha por Residente, pero en menores escalas. De todas maneras, se aprecia la intención de entregar un mensaje beneficioso a la sociedad.

- Tusa (Karol G y Nicki Minaj): A finales de 2019, dos personas a las que la barrera del idioma no logró separar, decidieron traernos el antónimo perfecto de la palabra “calidad” en forma de canción. Así nació Tusa, una de las plagas que azotaron este 2020 desde el principio. Y después de que "la cama le sonara" y de que recibiera el premio a mejor nueva artista (de manera absurda), ahora Karol G llega a demostrar el nivel tan bajo al que ha llegado el reggaetón en términos de sonido, letra, voz e ingenio. ¡Prometo que me alejaré de esta premiación por el resto de mi vida en caso de que esta cosa gane alguna de las categorías estelares!

De esta ni siquiera voy a poner el link. Que vergüenza...

- Tutu (Camilo Echeverry): Aún recuerdo el momento en el que tuve que escuchar por primera vez a este fulano. Un concierto de Sebastián Yatra en el que invitó al susodicho para que interpretara este tesoro del cuarto arte, el cual desembocó en una tortura auditiva en la que su tono de voz ardillesco, su letra absurda y su ritmo agotador formaron un coctel explosivo para mis oídos ¿Hermoso, no creen? Es normal que las chicas se enloquezcan por el muchacho debido a su apariencia física, ¿pero que les apasione su manera de cantar o sus melodías? Uy no, que porquería de proporciones indescriptibles para el ser humano promedio. No más con esto, prefiero hacer de cuenta que este pelagato no existe para efectos de este artículo, ¿De acuerdo?

https://www.youtube.com/watch?v=5AkDqm-cEgg

- #ElMundoFuera [Improvisación] (Alejandro Sanz): Otra creación musical enmarcada en el contexto del encierro, donde el amor nunca será derrotado sin importar el aislamiento de las personas. El piano, único instrumento relevante aparte de la voz, genera un escenario melancólico y poco esperanzador, aunque la letra quiera insinuar lo opuesto. No es una mala canción y es hasta agradable de escuchar, pero está muy por debajo del nivel de calidad de Sanz (algo que ya demostró que sigue vigente en su colaboración Carlos Vives). No creo que sea culpa del español, ya que veo como tendencia generalizada el hecho de que la creatividad no fluye cuando los intérpretes se enfocan en la pandemia. En conclusión, es una balada muy olvidable.


2. Álbum del Año: Otorgado al intérprete y a todo el equipo de producción (Sólo pondré un vídeo de canción por disco, como una ojeada al contenido entero)

- YHLQMDLG (Bad Bunny): Recuerdo que este fue uno de los trabajos que reseñé en una serie de vídeos exclusiva de Instagram unos 6 meses atrás. Mi opinión desde entonces no ha cambiado: Un álbum que prometía bastante exploración y experimentación artística, pero que se quedó en ser más de lo mismo respecto a ritmos, letras, temáticas e incluso featurings. En conclusión, un desastre que se extiende a lo largo de unos tortuosos 65 minutos. Lo único rescatable es el primer track (Si veo a tu mamá), compuesto exclusivamente por Benito y que tiene una estructura tan creativa como ingeniosa… El resto es inaguantable.

El único track rescatable. Y tiene tela de donde cortar...

- Oasis (J Balvin y Bad Bunny): Ya hablaré de que tan asombroso es el FILÓSOFO DEL SIGLO XXI (Jose Osorio Balvin) cuando pasemos al siguiente disco. Mientras tanto, es posible ver que el trabajo colaborativo entre Balvin y Benito es un “quiero, pero no puedo” ¿Por qué? A ratos se ven ciertos rastros de ingenio, de querer entregar algo diferente a lo de siempre, de ofrecer creatividad en un género que es más tedioso que observar la pintura de una pared secarse. Sin embargo, no lo logran y el esfuerzo en vano se ve afectado por composiciones “brillantes” como Mojaita o Yo le llego, las cuales nos muestran el estado decadente de los ritmos supuestamente urbanos en la actualidad. Quizás algunas intentan ser innovadoras variando un poco la fórmula, pero todo termina en repetitividad excesiva, letras similares, autotune, beats molestos, en fin… Que menos mal la gente consume en masa este tipo de música; porque si no, los ingresos generados serían igual de patéticos a las interpretaciones resultantes. Fastidio total.

https://www.youtube.com/watch?v=hnm3IxupbgU

- Colores (J Balvin) [Alias, el álbum más PINCHEMENTE CUÁTICO y CHIMBA del UNIVERSO]: Otra de las obras magnánimas que reseñé en un vídeo para Instagram. Creo que ya todo se ha dicho acerca de la mejor pieza discográfica de la humanidad: Un concepto muy ORIGINAL, una ejecución IMAGINATIVA, unos featurings EXTRAORDINARIOS y una PROFUNDIDAD en las letras que compositores como Silvio Rodríguez o Piero envidiarían. Un puto TESO este señor Balvin. Recomiendo la canción Negro como la MÁXIMA EXPRESIÓN DE ARTE en este pedazo de disco. Gracias J Balvin por darnos este TESORO que definitivamente está ADELANTADO A SU ÉPOCA.

Link para escuchar la mejor canción de la historia de la humanidad 100% Real No Fake 1 Link: https://www.youtube.com/watch?v=JKggIh1D0iY

- Por primera vez (Camilo Echeverry): ¿Camilo qué? ¿Y ese por qué es que es famoso?

- Mesa para dos (Kany García): El concepto de un disco constituido por colaboraciones es tan riesgoso como favorecedor. Por un lado, la dependencia en otros talentos puede constituir una gran falta de originalidad a menos de que el artista lo impida. Y por el otro, los featurings pueden abrir la puerta a que el artista desarrolle diferentes estilos que nutran su carrera profesional. No obstante, Kany no logra llegar a niguno de los dos puntos… De hecho, el álbum nos presenta a la misma Kany de siempre con ciertos toques de pop urbano cuya utilización no impresiona en lo absoluto (en especial Acompáñame, un “reggaetón conciencia” que resultó ser vergonzoso); pero que cuya voz y estilo sencillo aún se mantienen bien conservados más allá de su trayectoria. De todas maneras, se sigue apreciando el esfuerzo por ofrecer nuevas propuestas conservando su estilo característico la mayor parte del tiempo.

- Aire [Versión Día] (Jesse y Joy): No sigo de manera frecuente la música creada por este dúo, pero conozco alguna de sus melodías más populares. Y después de escuchar este disco me queda claro que sin importar la exploración de otros ritmos o la intención de crear algo similar a un disco conceptual, el estilo de los dos continúa siendo muy agradable para el oído. Aunque decidieron hacer una incursión al mal llamado género “urbano”, lo hacen de forma ligera y particular, evitando caer en los clichés más frecuentes e imponiendo su identidad en los momentos en los que un disco genérico cae al abismo. ¿Qué más hay por ahí? Baladas, pop, tropical, géneros que los han caracterizado y en los que van evolucionando. Así mismo, tenemos al amor como foco (siendo algo ya visto varias veces) con un toque de inclusión y mensaje social. ¡Un álbum agradable!

- Un canto por México, Vol. 1 (Natalia Lafourcade): Realmente este álbum no es un producto tan novedoso de parte de Natalia, puesto que consiste en un recopilatorio de melodías ya realizadas por la intérprete años atrás, sumado con reelaboraciones de piezas típicas mexicanas y unas pocas creaciones nuevas. Sin embargo, sería muy hipócrita de mi parte no destacar el talento siempre notable de esta mujer en cada track, cada inflexión vocal, cada detalle instrumental y cada respiro que toma al volver a aquellas líricas que impregna con su forma de ser, más allá de que sean de tiempos pasados. A nivel vocal, es el disco que más resalta de todos los presentes en la lista; demostrando que la evolución de la cantante crece a pasos agigantados desde que se consolidó con cierto trabajo discográfico magnífico de 2015. Y en cuanto a la instrumentación, puedo resaltar que la utilización de toda la tradición mexicana en forma de acordeones, vientos y cuerdas es sencillamente sublime. ¡Que pedazo de álbum!

- Pausa (Ricky Martin): Un disco muy introspectivo para Ricky Martin, y el más corto de toda esta lista (No en vano, es más un Extended Play que un álbum puro y duro). Al ser poco promocionado, me imaginé que escondería una calidad especial que no sería fácil de masificar en emisoras a nivel global… Y creo que le atiné, porque Pausa representa una profundización en obras de mayor suavidad, contenido temático y exploración emocional. A pesar de su exceso de colaboraciones (Sting, Diego El Cigala, Carla Morrison, Pedro Capó, etc.), logra aprovechar el talento de estos invitados junto con el suyo para entregar una fusión de estilos tan agradable como compleja en sólo seis tracks. ¡Un buen descubrimiento!

- La conquista del espacio (Fito Páez): Una producción extraña. No me malentiendan, es bueno ver como Fito Páez se reinventa en su larga carrera musical por medio de creaciones coquetas, enternecedoras e incluso épicas. Sin embargo, es triste ver que alguna maqueta de canciones clásicas es reutilizada para la composición de nuevo contenido, permitiendo ver cierta falta de inspiración en momentos específicos del álbum. Eso sí, los temas siguen siendo tan interesantes como modernos y el apoyo de invitados como Lali Esposito o Juanes aportan gran talento que refuerza la calidad del concepto. Un buen trabajo, que podría ser mejor.

- Cumbiana (Carlos Vives): La más reciente producción de Carlos Vives es una fusión de todos los estilos artísticos que han influenciado a Colombia durante los últimos 30 años. El recorrido aborda la siempre presente cumbia, la clásica salsa, ligeros toques urbanos con experimentos sonoros bastante creativos, remembranzas del tropipop y el vallenato que nunca puede faltar, siendo modernizado de la forma en la que el mismo cantante lo ha hecho continuamente durante varias décadas. Es una carta de amor a la cultura colombiana, sus lugares sagrados y su gente perseverante, más allá de las diferencias que se manifiesten. ¡Un digno merecedor del premio!


3. Mejor Nuevo Intérprete (Artista Revelación del Año, o al menos que lo aparenta).

- Anuel AA: El curriculum de este sujeto está repleto de featurings a diestra y siniestra, táctica facilista que utilizan los cantantes más nuevos de reggaetón y trap para formar su éxito a partir de las migajas de un ícono más famoso de la industria. ¿Qué tiene para ofrecer en las canciones en las que participa? La percusión genérica de siempre, las mismas ideas que Daddy Yankee explota hasta el cansancio desde hace más de 15 años, letras sucias y controversiales que pretenden llamar la atención, escándalos que trascienden a la farándula… Como conclusión sólo diré que si tienen algo de respeto por ustedes mismos y por su gusto musical, les recomiendo evitar a toda costa a este dizque cantante famoso.

Sale de parte, aquí aparecen Anuel y Rauw juntos. No molesten!

- Rauw Alejandro: El reggaetonero de moda por estos días, que por lo menos debe aparecer una vez por hora en la programación de Oxígeno. Sigue el mismo camino de otros compañeros de su corte como Anuel, Bad Bunny o Myke Towers al hacer colaboraciones de todo tipo, con la finalidad de capitalizar la popularidad de otros compañeros en beneficio suyo (¡Oh, qué bonito!). No ofrece nada diferente a lo que ya se ha visto antes (idols juveniles, perreo intenso, romanticismo ficticio y más de lo mismo). Me da física pereza. ¿Hasta cuándo vamos a poder tener buena calidad constante en el reggaetón? ¿Hasta cuándo los intérpretes repetirán la misma fórmula fastidiosa de siempre? ¡Basta ya!

- Mike Bahía: El menos revelación de la lista, contando con más de 7 años de carrera artística entre su idea grupal y su aventura en solitario. Su primer sencillo, Buscándote, hizo las delicias de adultos y niños, quiénes confundían el nombre del artista con una popular grosería de Colombia (Oh, lindos recuerdos). Hablando propiamente del intérprete, sólo puedo decir que se convirtió en el estereotipo de cantante de pop urbano que también popularizaron grupos como Alkilados o Piso 21 en su país de origen. No es pésimo ni algo similar, pero su constante falta de originalidad en el contenido me impide tomarme en serio su promesa artística. ¿Algo bueno de él? Su voz… Está muy bien trabajada y podría aprovecharla mejor en un género más exigente.


Gracias por ilustrarnos, Teyler.

- Conociendo Rusia: De alguna u otra manera, es incómodo tener el peso de una herencia musical y si los medios de comunicación ponen el dedo en la llaga, es peor. No obstante, hay casos en los que los descendientes se desprenden de esa sombra para desarrollar una carrera destacable. Y aquí tenemos a Mateo Sujatovich, hijo del tecladista de Spinetta; que con su proyecto en solitario pretende mostrar la evolución del rock latinoamericano de un modo menos experimental que grupos como Usted Señálemelo, pero con una creatividad instrumental muy atractiva y una voz muy bien desarrollada. El único defecto es que se limita a unas temáticas muy específicas y poco se arriesga a componer sobre algo diferente al amor… ¡Si pretende explorar más allá de eso, lo recomendaría ampliamente! ¡Eso sí, es digno de apreciar este proyecto!

- Soy Emilia: Ella es Juanita Carvajal, artista colombiana que creó una identidad paralela bajo el nombre de Soy Emilia… una persona aventurera, sarcástica, desenfrenada, vengativa, pero que no se desprende de su humanidad al sentir expectativa, placer e incluso amor. Aunque su base se encuentre en los sonidos electrónicos, bien supo desenvolverse de gran manera en otros estilos como el funk o un ambiente tropisynth (evidente en piezas como Déjate o Estallar) en los que se lució a tal nivel de ser los contenidos de mayor excelencia de la intérprete. Ya la reseñé a profundidad (click aquí), seguí su carrera solista desde su comienzo en 2017 y me siento muy feliz de que haya llegado hasta aquí. ¡Vamos por ese premio y continuemos hasta colonizar la galaxia completa!

"¡Deja todo, escapate conmigo, poco a poco sientes que cuando no estamos cerca vamos a estallar!"

- Kurt: ¡Como se extrañaban a los artistas pop cantautores que poco sacaban la cara en esta categoría! Aquí tenemos a Kurt Schmidt, un sinaloense de 31 años que explora el romanticismo y las emociones humanas por medio de su guitarra y uno que otro arreglo adicional que complementan a la perfección su propuesta. Puede sonar en principio cursi o exagerado, pero justamente eso es lo que le da el encanto a este señor: Espíritu de poeta, ternura excesiva y una exploración de lo complejo desde la simpleza sonora. ¿Defectos? Quizás el mismo de Conociendo Rusia, pero confío en que este artista se abra hacia temáticas más variadas con las que pueda crear una bella composición por medio de aquellas cuerdas siempre presentes. ¡Grandioso descubrimiento!

- Nicky Nicole: Wow, definitivamente el poder femenino se sigue apoderando de las nuevas ideas que van a nutrir el futuro de la industria musical en América Latina. Y por Argentina tenemos a Nicky Nicole, una chica que recién salió al ruedo hace año y medio para convertirse en una de las figuras influyentes del hip hop y el trap en su país. Me agrada el hecho de que la muchacha toma la influencia anglosajona de los ritmos callejeros y los adapta a su propia realidad con temáticas de afecto, incomodidad, autoestima, entre otras que se echan de menos en el mainstream. Así mismo, cuenta con una voz dulce y un vocabulario algo difícil de entender en principio, debido a la inclusión de argentinismos junto con palabras en inglés. Sin embargo, esto último no representa un obstáculo para apreciar el buen trabajo que estructuró Nicky en un período tan corto de tiempo. ¡Una gran contendiente!

- Cazzu: ¡Vamos con otra revelación del trap originaria de Argentina! Ella es Julieta Cazzucheli (más conocida como Cazzu), que empezó su carrera profesional en 2017; pero que no adquiriría gran fama continental sino hasta dos años más tarde con su segundo disco (Error 93), su sencillo más famoso (Mucha Data), y featurings en los que intenta explorar ritmos afines (como el rap y el reggaetón). Lamentablemente su mensaje se limita a temas como el amor, la seducción o el fin de ambos; resultando inevitable la comparación con otras intérpretes de la misma línea (como la misma Nicky Nicole) quienes quedan mejor paradas que ella en ese apartado. Su voz está bien, aunque tiene un mayor potencial que aún no ha aprovechado. No está mal, pero tampoco está mejor que otras compañeras suyas.

- Nathy Peluso: Cerramos la trilogía del trap en Argentina con la propuesta más estrambótica de las tres. Podemos evidenciar una voz bastante versátil para diversas intenciones y géneros en los que participe (rememorando a divas anglosajonas como Beyonce o Rihanna); una gran habilidad para abordar un buen número de sonidos latinoamericanos, por lo que los límites del trap y del hip hop son rotos constantemente por su propio capricho; una creatividad constante en la estructura instrumental de las piezas de su autoría; y pluralidad notable en sus temas para componer. He de admitir que Nathy merece un gran horizonte artístico, y eso que ya ha hecho un gran trabajo. ¡Muy recomendada!

- Pitizion: Compositora colombiana que participó inicialmente como actriz de telenovelas a principios de la década. En el 2019 saltó al estrellato con una identidad que pretende reforzar el poderío de la mujer en una sociedad de mucho moralismo y de tan poca moral. Cuenta con una voz dulce y un efecto rasgado que la hace resaltar. Su música se basa en una mezcla entre el pop urbano (que causa la misma emoción que un bar sin alcohol) y suaves baladas, asemejándose a la carrera que han hecho cantante como el antes mencionado Yatra o Greeicy… ¡Oh, esperen! Incluso tiene un featuring con la susodicha, la cual no está tan mal. Está en un 50:50, porque aprecio sus cualidades vocales y su intencionalidad, pero castigo su falta de creatividad y su zona de confort artística.

- WOS: Ganador de la Batalla de los Gallos de Red Bull en Buenos Aires en 2018, este freestyler ha logrado consolidar una carrera en la que es capaz de demostrar versatilidad entre diferentes maneras de ver el rap: ilusiones, juicio a la sociedad, melancolía, amistades y muchas más. La complejidad se basa tanto en las líricas creadas, como en la forma de abordar cada tema, desplazando el apartado instrumental hacia un segundo plano. ¡Propuesta muy interesante!


4. Grabación del Año: Premia al intérprete y al equipo de producción de la obra musical.

- China (Reggaetón All Stars): ¡Todas tus estrellas de reggaetón favoritas se han reunido en una sola canción! ¡Y qué mejor que hacer un pésimo sample de una canción famosa de Shaggy de hace casi 20 años, junto con un autosample por cuenta de Daddy Yankee, el cual da más pena ajena que cualquier otra cosa! ¿Esto es el reggaetón del futuro? ¿Esto es por lo que reconocen a los latinos alrededor del mundo? ¿Por una canción insultante de perreo intenso cuya creatividad es cuestionable y que sólo por los nombres metidos con calzador tiene más éxito del que merece? Creo que la frase del siguiente vídeo define esta canción poco después de que la escuche…

Fue un espectáculo impresionante...

- Cuando estés aquí (Pablo Alborán): Otra melodía creada a partir de la pandemia, pero esta vez de parte de Pablo Alborán, cuya creatividad me deslumbró hace dos años con “No vaya a ser” y que este año volvió trayendo ánimo y aliento a todos sus seguidores. Aprecio mucho que desde una composición netamente acústica y el vibrato de su voz, transmita una emocionalidad sincera y una esperanza que muchas personas necesitan; pero tristemente no cubre las expectativas respecto a su carrera… Algo similar a lo sucedido con Alejandro Sanz que comenté dentro de la primera categoría. No es una mala creación, pero se nota que la creatividad se redujo en varios artistas de la industria latina e hispana durante esta coyuntura.

- Vete (Bad Bunny): No quería volver a escuchar algo proveniente de Benito. Y pues aquí tenemos otra nominación para él, la cual tengo que escuchar para posteriormente entregarles una simpática y nada enfurecida reseña ¿Listos? ¡Allá vamos!... ES MUY HORRIBLE. Pretende ser la clásica historia de la relación que ya se terminó y la expareja que hace más daño que beneficio, pero posee unas rimas que hasta un niño de primaria puede hacer mejor y el mismo beat repetitivo de siempre al que el género “urbano” nos tiene acostumbrados. Y no voy a hablar de la voz o del apartado instrumental, ya que su insignificancia o extremo minimalismo no da para extenderse en más prosa. PA-TÉ-TI-CO.

- Solari Yacumenza (Bajofondo y Cuareim 1080): Sin temor a equivocarme, puedo asegurar que es la creación con un mejor trabajo de producción que el resto de los de la lista. Y no es de extrañar, puesto que desde inicios del nuevo milenio, el proyecto de Bajofondo se ha caracterizado por elaborar piezas con un alto nivel técnico en el que sus participantes abordan ritmos legendarios como el tango y el candombe para que se combinen armónicamente con el estilo electrónico, formando una mezcla interesante que toma distintos matices a lo largo del tiempo, y dependiendo del álbum y del colaborador. En este caso, Solari Yacumenza eleva el funk a una potencia indescriptible en la que el goce y la reflexión están a la orden del día en forma simultánea; sin olvidarnos de las cuerdas y el espíritu carnavalesco que Cuareim 1080 (comparsa uruguaya) le aporta a la elegancia de Bajofondo durante los seis minutos en donde se mantiene el misticismo auditivo. ¡El merecido ganador en nivel de producción… y por mucho!

Una joya de nuestra música contemporánea...

- Rojo (J Balvin: EL COMPOSITOR DEL MILENIO): Pero recuerden niños, J Balvin les dice que siempre se pongan el cinturón de seguridad para no tener accidentes como el que me sucedió en este clip. ¡Estos consejos te doy, porque J Balvin soy 😉!... Una ovación al mejor cantante de TODA LA JODIDA HUMANIDAD, quién nos trae un perreo intenso semi-romántico y semi-depresivo en el que la MELOSERÍA protagoniza cada parte de la letra. PERFECCIÓN PURA de parte de José, porque ¿a quién le importan esos compositores ingeniosos que son creativos en su romanticismo? NO, NO y NO, eso no es nada frente a la superficialidad y la repetitividad sonora que nos trae J Balvin al MÁXIMO nivel. UN PRODIGIO, definitivamente. De una vez, ¿Por qué no le dan ya el premio a este pendejo?

https://www.youtube.com/watch?v=kstg8zZ1ceE

- Tutu (Camilo Echeverry y Pedro Capó): ¿Quién es ese tal Camilo y por qué lo estamos mencionando en esta lista?

- Lo que en ti veo (Kany García): Ya di mis comentarios sobre esta. A mí no me gusta, pero es sobresaliente y hasta bonita.

- Tusa (Karol G y Nicki Minaj): Un insulto al intelecto humano. Siguiente.

- René (Residente): Ya hablé de esta. Una profunda exploración personal con tintes de crítica social.

. Contigo (Alejandro Sanz): Un homenaje a Joaquín Sabina, por medio de una composición que a primera vista puede sonar repetitiva, pero que a profundidad resulta ser un tesoro poético digno de admirar. Este cover y la versión original comparten esa esencia acústica de efectiva sencillez, aunque la de Sanz provoca una mayor sensación de melancolía, debido a la ausencia de ciertos elementos sonoros que en la versión de Sabina sirven como tranquilizantes en medio del ambiente tiernamente desolador. Más allá de ser un tributo, resulta ser una obra interesante que captura al espectador a lo largo de toda su duración en una espiral de sentimientos encontrados y letras de gran impacto.


Adicionalmente, y antes de pasar a la conclusión; les quiero recomendar ciertos singles que están nominados en las demás categorías (que en la pasada revisión no vimos), y que terminan siendo impresionantes o por lo menos, atractivos.

- Mario Neta (El Cuarteto de Nos) [Nominada a Mejor Canción de Rock]: Fusión de rock, cumbia y punk en una letra que involucra una fuerte crítica al hiperconsumismo y al funcionamiento de la sociedad actual. Una joya para cerrar la década.

- Chilango Blues (Mon Laferte) [Nominada a Mejor Canción Alternativa]: Una balada/blues que expresa la melancolía del desamor, donde la voz de Mon Laferte manifiesta una versatilidad vocal admirable y una sensualidad sin precedentes.

- Una vez más (Ximena Sariñana) [Nominada a Mejor Canción Pop]: Una balada clásica que rememora el encanto de los años 40 y 50. Poesía pura de indudable belleza que expresa lo mejor de amar y ser amado.

- Creo (Eruca Sativa) [Nominada a Mejor Canción de Rock]: Ni tan rock, prefiriendo el uso de instrumentos acústicos asemejándose a ritmos más tradicionales de Latinoamérica; en donde resulta una canción esperanzadora que une los orígenes de la cultura con el contexto social de la actualidad.

- Quiero Vivir (Robi Draco Rosa) [Nominada a Mejor Canción Pop Rock]: A pesar de no ser reciente, se hizo una versión a principios de este año, la cual resultó nominada. Creo que catalogarla como Pop Rock es una falta de respeto en referencia a la diversidad de ritmos presentados. El contraste entre optimismo y depresión es la columna vertebral del sencillo, tan extraña y tan real al mismo tiempo. Y la letra, basada en un poema de Jaime Sabines, continúa teniendo tintes de lucidez, a la vez que de elegancia, esperanza y armonía. Una tierna armonía que sólo Draco puede ofrecer.

Un abrazo, compadre.

Estamos brillando con highlighter, ¿no lo ven?

Wow, hubo de todo en este recorrido: desde bellezas infravaloradas, pasando por experimentos muy raros y también revisando asquerosidades auditivas. Todo eso representa los Latin Grammy, que es básicamente la única premiación “seria” que queda de la música en español, pero donde algunas veces se destaca la mediocridad de los rostros más famosos del medio. No es un panorama tan alentador, pero esa es la actualidad de la Academia Musical y de la industria actual.

Eso sí, mientras sigan existiendo intérpretes que le echen ganas a su vocación, y artistas que se aventuren a crear experimentos novedosos para el medio; seguirá presente el espíritu creativo que nunca debería abandonar este arte tan maravilloso de expresar y escuchar. Y con eso también me basta para continuar revisando aquellas novedades anuales que merecen ser conocidas por un público muy amplio (A excepción de que gane Tusa, ahí si me abstengo de reseñar esta vaina jaja).

Falta un tema del cual hablar, y es una ausencia que puede pasar desapercibida a primera vista. ¿Si vieron que en 2020, dentro de estas categorías principales, no existió ningún nominado en portugués? Puede sonar insignificante, pero para los que vienen analizando conmigo estos premios desde el 2017 es muy raro y hasta triste. Si bien, no eran muy conocidas aquellas propuestas; en ocasiones podían ofrecer una algo interesante y hasta mejor que algunos galardonados en el idioma de Cervantes. ¿Razones? No lo sé, aunque sospecho de una posibilidad que es medio conspiranoica… Pero no la voy a poner acá. Ni que este blog fuera History Channel, o algo así.

No, nada de eso por ahora...

¡Aquí cerramos este largo recorrido! A los que llegaron hasta aquí, les agradezco por seguirme, aguantar mis vainas absurdas, comentarios amargados y reseñas con mucha dedicación. ¡Son los mejores!

Nos vemos en el artículo de Noviembre ¡Good Chao!

Página de Facebook: https://www.facebook.com/yaviene.todoasutiempo15

¡Los finales siempre marcan nuevos comienzos!

11.12.2017

Egovistazo #10: Grammy Latino - Un artículo sobre... ¿Qué?

Este es un artículo sobre nada… ¿Cómo termina?


Ah sí, algo… debe haber algo… Igual, no es que me interese mucho hablar de este tema, pero pues ahí lo tienen. Llamémoslo: Un punto de vista acerca de… ¿Los Grammy Latinos?

Sí, eso. Es la edición latinoamericana de unos premios que han perdido el prestigio a lo largo de los años de maneras inimaginables, aunque sigue siendo un medio de exposición y reconocimiento para los nuevos artistas cuyas composiciones aún valen la pena en un mar de desastres, indecencias y estupidez masiva. El 16 de Noviembre del presente año será la entrega del galardón para el mercado hispanoparlante.

Oh, un Grammy (¡Que emoción!)

Para que se hagan una idea (y a la vez no sobreestimar a los Grammys Anglosajones), les puedo contar que la edición principal de estos premios se ha caracterizado por peleas de gatas, contenido desalentador, discursos ridículos, personajes que llaman la atención mientras pierden su dignidad; y lo más particular de todo: ¡Sofia Vergara bailando con una botarga de taxi!


El peor ridículo en la historia latinoamericana

Así son los premios más importantes de la música a nivel mundial… ¿Qué se puede esperar de la versión hispanoparlante? Para fortuna de los latinoamericanos (y vergüenza de los gringos), existe un poco más de seriedad en los galardones… Sí, sólo un poco. Ya, hablando respecto a las nominaciones presentadas en este año que pronto terminará, las sorpresas son masivas. Hay de todo: Propuestas talentosas, ridículos sin precedentes, contenido interesante de explorar, tendencias irrisorias del mercado, cosas ignoradas, etc.

Prepárense, porque este 2017 se postula para ser uno de los años más pobres respecto a calidad.

Como mi tiempo en noviembre es limitado, me referiré sólo a las 4 categorías principales. Pero no se preocupen, con estas es más que suficiente para analizar el entorno musical que nos atañe.

1.  Grabación del Año: Premia al intérprete y al equipo de producción del sencillo.

Nominados: Sólo voy a poner los vídeos de los materiales que sean realmente interesantes

La Flor de la Canela (Canta: Rubén Blades): Obviamente ya se le notan los años, pero el poeta de la salsa se foguea en una interpretación folclórica creada por Chabuca Granda en la que su zona de confort simplemente no existe. Con sólo cuerdas, flauta y una suave percusión, se desarrollan una estructura concisa y natural que rememora las épocas más tradicionales de la música latinoamericana. Las metáforas florales surgen, se experimenta un realismo extraño, y el ambiente cobra vida en una melodía ingeniosa. Arreglos preciosos, sobre todo. Lamento mucho que la fama no acompaña mucho a esta tonada que, sin ser perfecta, es muy simpática.


-  El Surco (Canta: Jorge Drexler): Otra canción de este álbum homenaje a Chabuca Granda. Destacar dos piezas de este contenido en cuanto instrumentación, demuestra su verdadera calidad. Drexler se defiende muy bien en un género en el que generalmente se desarrolla. Esa sustancia de aquellos instrumentos puede sonar muy simple, pero es lo suficientemente atractiva para construir un paisaje de bellas armonías. De nuevo, las líricas representan ese entorno natural presentado en la maravillosidad de la naturaleza latina. Simples y no muy elaboradas, pero suficientes. Se nota el esfuerzo puesto en que la interpretación sea genial.


-  Quiero Que Vuelvas (Canta: Alejandro Fernández): Guitarras básicas, con una percusión sintética utilizada en dosis permisivas. Una canción que trata el romanticismo inmerso en una realidad en la que el amor desaparece, pero aun existiendo fuertes aspiraciones a que regrese. Dejar el orgullo atrás, recordar los buenos momentos y vivir nuevas experiencias: Emociones que se sienten reales. El tema de este sencillo es cliché… Aunque eso no le quita que sea una elaboración tierna y atractiva. Buen candidato para ganar… Otra vez, lamento que no sea más difundido.


-  Despacito (Canta: Luis Fonsi y Daddy Yankee): Estructura típica de canción moderna que da dinero y popularidad. Featurings que son típicos y agotadores en la música: Sea gringa o latina. Letra que posee metáforas demasiado “sutiles” acerca de sexo, miembros y perreo. Popularidad inmerecida. Un one-hit wonder de la dupla Fonsi-Ayala que en máximo 5 años será poco recordado. Ritmo clásico de reggaetón fusionado con estilos medio cumbieros que desesperan de lo repetitivos que son. Si esta cosa gana, le pierdo el poco respeto que aún le tengo a los Grammy.

-  El Ratico (Canta: Juanes y Kali Uchis): Es un featuring que cambia un poco las reglas de juego de las tendencias actuales. Aunque me haya encantado el último disco de Juanes, debo admitir que esta es de las más flojas a nivel lírico dentro de dicho álbum. No merece mucho ganar por ese lado. Y aunque a nivel instrumental pueda caer en lo repetitivo, realmente los arreglos de guitarra son ingeniosos. Pequeños detalles son los que salvan a esta melodía de ser como las cosas comunes. Buena, a secas. (Kali Uchis es asombrosa =D).


Amárrame (Canta: Mon Laferte y Juanes): Otro featuring que es más simpático que el anterior. Reaparece el paisa en una colaboración para la artista chilena del momento… Esta vez es una cumbia, con arreglos instrumentales asombrosos. Se aprovecha al máximo la presencia de instrumentos reales, a la vez que los sintetizadores. Se exploran las distintas facetas que estos ritmos tradicionales han podido tener a lo largo de la historia Se construye un mundo donde los amantes manifiestan sus emociones más sinceras a nivel lírico. ¿Merece ganar? Sí, claro. Fuerte candidato.


-  Guerra (Canta: Residente): Con un coro celestial que implica el apocalipsis, comienza esta melodía del artista latino más sobrevalorado del momento. Debería destacar lo ingenioso que resultaron ser los fragmentos sin la presencia vocal, cuya fortaleza inconmensurable no se puede cuestionar en lo absoluto. A nivel lírico, está bien. Así nada más. No es excelente ni nada por el estilo. La canción se destruye a sí misma en partes que se sienten desordenadas a más no poder. Este género al que verdaderamente se le puede llamar urbano, se ha sabido desarrollar con intérpretes como Residente. No obstante, esta no es una candidata digna para esta categoría.


De estas tres últimas, seré breve. Sus aspiraciones ridículas y su estilo plagio di plagio me dejan en claro que no es necesario abarcar mucho de ellas.

-  Felices los 4 (Canta: Maluma): No se nota el autotune, pero la letra y el ritmo son inaguantables. El chico bonito y sucio decepciona con su hit hecho para dejar en ridículo al cuarto arte hecho en Colombia. No puedo creer que tenga tantos compositores… Es vergonzoso.

-  Chantaje (Canta Shakira con Maluma): La cantante experimentada se pegó a este tipo para llamar la atención. Y adivinen: ¡Funcionó! Letra desinspirada compuesta en menos de 10 minutos con una parte instrumental hecha por Alvin y las Ardillas en su millonésima aparición en una canción de moda. A propósito… ¿Cinco escritores para esta cosa? ¿5? No me jodan.

-  Vente pa ca (Canta: Ricky Martin con Oh Sorpresa: Maluma): Lo peor que ha hecho el intérprete de “Livin la Vida Loca” en su historia artística. Fórmula fácil, decepción masiva. Dan pereza este tipo de composiciones.

2.  Álbum del Año: Otorgado al intérprete y al equipo de producción del álbum entero.
Nota: Sólo colocó un fragmento (o canción) del disco. Es un primer vistazo para que conozcan el material.

- Obras son Amores (Antonio Carmona): Estilo simple, pero con una ejecución grandiosa. Con cuerdas y percusiones minimalistas, el cantante nos sumerge en un universo romántico que ofrece un estilo clásico.


-  Salsa Big Band (Rubén Blades con Roberto Delgado y Orquesta): ¿Quieren revivir el estilo de la salsa clásica de la Fania con temas enfocados a la belleza natural y estilo contemporáneo? Este contenido es para ustedes. Promete mucho para el género en el que mejor se desenvuelve el señor Blades. Fuerte candidato.


-  A la mar (Vicente García): Un disco con instrumentación folclórica y que hace valer al reggae en Latinoamérica. El infiel favorito de todo el mundo hispanoparlante ofrece un contenido sólido, tierno y que explora distintas facetas aparte del sonido tropical: alternativos, baladas, bachata… hay de todo. Realmente merece ganar.


-  Mis Planes son Amarte (Juanes): A pesar de sus defectos notables, es el regreso esperado de Juanes a la calidad que alguna vez lo caracterizó en sus mejores épocas. Se rehúsa a seguir la moda de llamar la atención de forma barata. Más bien, crea conceptos geniales y atractivos que son impulsados aún más con la representación visual que realizó. También deja notar que productores de trabajos reggaetoneros pueden dejar un buen trabajo fuera de su zona de confort. Candidato indudable para ganar.


-  Musas (Natalia Lafourcade): Ella se supera con cada nueva creación que presenta. En mi opinión, es el álbum más excelente de los nominados. Tiene todo: esencia, instrumentación, inspiración, gran interpretación vocal, sentimientos realistas, esfuerzo… de todo. Gracias Natalia, después de “Hasta la Raíz”, vuelves a sorprender con un deleite auditivo en toda regla.


-  Fénix (Nicky Jam): Pasar de la hermosura de antes, a esta cosa… Es como pasar de la maravillosa naturaleza andina, a la contaminación masiva de cualquier ciudad industrializada tipo Pittsburgh. ¿Qué carajo? No puedo creer que esto se encuentre nominado. El contenido se centra en el reggaetón y en una especie de pseudo trap, que es ridículo por donde se le vea. Casi todos los tracks se sienten como una patada en la entrepierna. Y no exagero. Que ni se asome a ganar… Vergüenza.

-  La Trenza (Mon Laferte): Recuperamos el rumbo. El disco tiene fallas garrafales, y puede sentirse lento en ciertas ocasiones… Pero es una bocanada de aire fresco en cuanto a variedad de voces, géneros, estilos e instrumentos. Se viven diferentes experiencias que hacen que este álbum sea rico en diversidad musical. Genial.


-  Residente (Residente): Hace falta Visitante, claramente. Residente como solista no tiene las capacidades suficientes para que la instrumentación sea consistente. El desorden es general, pero no es nefasto o irreparable. Letras que a veces resaltan problemáticas sociales (se supone). Es regular. No sería digno merecedor de premio.


-  El Dorado (Shakira): El segundo peor álbum de Shakira está nominado. Las cuatro canciones en las que se ve envuelto Luis Fernando Ochoa no son suficientes para cubrir las fallas exponenciales de tracks “inspiradísimos” como: Me Enamore (bazofia), Chantaje y Trap (basura marca Maluma), Perro Fiel (insoportable), Comme Moi (¿qué carajo?) … entre otras joyas. Terrible.

-  Palabras Manuales (Danay Suarez): El mayor problema de este disco es que la parte instrumental es simplona a más no poder. Puede que algunas letras se salven, pero el lío es de fondo. La desinispiración respecto a melodías y acordes es notable. No es un buen producto, aunque sí que es muchísimo mejor que El Dorado.


3.  Canción del Año: Premia al interprete y al compositor del sencillo.

-  Amárrame (Mon Laferte y Juanes): Ya hablé de está. Sorprendente.

-  Chantaje (Shakira y Maluma). Ya hablé de esta: Basura marca Maluma.

-  Desde que estamos juntos (Melendi y Descemer Bueno): El ritmo tropical de esta canción no suena forzado. Más bien, se desarrolla la poética romántica de este sencillo mediante unos instrumentos con sonido muy natural y expresivo. Compases variados y estilo cambiante a cada momento. Cuatro minutos y medio que deberían ser más difundidos en el entorno musical latino. Fuerte contendiente.


-  Despacito (Ya saben quiénes). Ya hablé de esta. El limbo mental más fastidioso de este año.

-  Felices los 4 (Ya saben quién). Ya hablé de esta. La estupidez vende.

-  Ella (Ricardo Arjona): O se ama, o se odia a Arjona. No hay puntos medios para el guatemalteco. Le doy crédito por manejar una esencia diferente a la que de forma rutinaria maneja. No hay metáforas estúpidas y los arreglos instrumentales son de eterna guitarra eléctrica oscura (Bueno, al menos no usó el autotune milagrosamente). Es buena, a secas. Pero no es para que se lleve el premio… No llega a eso.


-  Guerra (Residente): Ya hablé de esta. Buena, a secas.

-  La Fortuna (Diana Fuentes y Tommy Torres): Romántica y melosa a más no poder. Pero esa inocencia es muy creíble. Aunque ninguno de los dos es muy conocido por estos lares, logran demostrar en esta canción que las intenciones inocentes y amorosas en una interpretación de género cantautor sigue más viva que nunca en América Latina. Diferentes géneros son explorados, y eso destaca. Candidata fuerte respecto a su calidad innegable.


-  Vente pa ca (Ricky Martin y Ya saben quién): Ya hablé de esta. El peor lado de Ricky.

-  Tu si sabes quererme (Natalia Lafourcade y Los Macorinos): Primer sencillo de Musas. Una interpretación con estilo tradicional que demuestra la profesionalidad que ya ha adquirido la mexicana a lo largo de su carrera. Los arreglos instrumentales folclóricos tienen un notable trabajo para que gocen de esa excelencia notable. Merece ganar, y por mucho.


4.  Mejor Nuevo Interprete: Artista revelación del año.

-  CNCO: La bandita adolescente del momento. Nada que ver, sólo pretenden imitar tendencias musicales pendejas de la actualidad. Patéticos.

-  Paula Arenas: Casi se me olvida agregarla a esta lista. La puedo definir con una sola palabra: Ternura. Esas notas de piano junto a su voz característica, envuelve en un paraíso auditivo a cualquiera que la escuche. Premio bien merecido para ella.



-  Vicente García: Ni tan revelación. Con más de 10 años de carrera, ha demostrado su calidad desarrollando buen material en su estilo único.


-  Martina la Peligrosa: Me tiene sin cuidado. A veces lanza cosas rescatables, a veces decepciona. Es una caja de sorpresas precisamente peligrosa.


-  Sebastián Yatra: Deja buena marca con sus canciones pop y baladas. Fastidia con su reggaetón. Dos caras, doble vida. Ciertas veces merece el galardón, otras varias ni en chiste.


-  Mau y Ricky: Casi el mismo caso de Yatra. Sólo que ya no es sólo uno, ¡son dos!

-  Rawayana: Ofrece un estilo similar al de Vicente. Resalta en ocasiones. Si se lleva el Grammy, sería justo.


-  Danay Suarez: Instrumentación bastante pobre. Las líricas no pueden sacar adelante a una interprete con una falla tan notable como esa.

-  Sofía Reyes: Una idol juvenil. Bonita voz, interpretaciones dudosas. Más cuando tiene featurings para llamar la atención cual Shakira necesitada. De nuevo, con la voz no se puede rescatar por completo algunos contenidos que se desintegran en el mar de la mediocridad.


-  Rosalía: Con interpretaciones muy artesanales, esta señorita logra enamorar con su simpleza y su ternura en cada acorde. Puede tornarse un poco aburrido, pero eso no sucede a menudo. Poco famosa que merece el galardón más que muchos de la lista.


Y ya está. Es un mix de contenido de mucho deleite, combinada con cosas vomitivas. Lastimosamente, estas últimas son las que invaden el mainstream con contenido chatarra para el público. Ya sólo queda ver si la premiación aún reconoce a los artistas de buen trabajo y buena formación, o sólo prefiere seguir perdiendo el respeto de los verdaderos amantes de la música. Al menos, este año no está tan pobre en calidad como lo anticipaba anteriormente. Ya veremos quién gana...

Polvo son, en polvo se convertirán... Podría usarlo como adorno de baño (así como Julio Correal).

Espero les haya gustado el análisis de… esta vaina. Nos veremos cuando me encuentre menos ocupado. ¡Hasta la otra!


“Ahora el fin marca un nuevo inicio”