10.05.2024

Fan de su relación: El paralelo entre la deslumbrante ficción y la traviesa realidad

Se repitió. Black Mirror lo hizo de nuevo, y no dudo que lo siga haciendo en el futuro.

Si lo desean, pueden considerar a este artículo como una segunda parte de aquel en el que revisamos los covers de distintas canciones mediante Inteligencia Artificial. Porque, como lo habrán notado, la serie de Netflix es el extraño hilo conductor entre aquel suceso y el que hoy tendrán la oportunidad de revisar. ¡Bienvenidos!

Hoy vemos... ¿Farándula? No exactamente...

Joan es horrible es el primer capítulo de la sexta temporada de Black Mirror, reconocida serie de Netflix caracterizada por mostrar situaciones distópicas fruto del avance de la tecnología y los instintos humanos (Tan particular como inesperada, debido a que su creador, Charlie Brooker, había tirado la toalla durante la pandemia de COVID-19 al no sentir que fuera necesario continuar la serie en medio de varias series con premisas similares y una realidad cada vez más cercana al concepto de su obra). En aquellos 56 minutos, se cuenta la historia de una persona normal, que es utilizada como fuente de inspiración para una serie de streaming que cuenta las desventuras de su vida, logrando enviar su reputación al abismo y causándole un arranque de locura mezclado con un profundo deseo de venganza hacia la compañía multimillonaria que la emuló.

Muy recomendado este capítulo de la más reciente temporada

Tan sólo ha pasado un año desde la emisión de dicho episodio hasta el desencadenante del artículo de hoy, el cual consiste en uno de los capítulos más recientes del segundo activo más eterno de la televisión mexicana, sólo superado por los programas de Chespirito: La Rosa de Guadalupe.

Este seriado es la definición más clara de “tan malo que es bueno”, algo mencionado múltiples veces por usuarios de YouTube, columnistas de internet y un larguísimo etcétera de personas; no en vano, por tener en su haber episodios que trataban de la manera más vergonzosa posible temas que oscilaban entre el SIDA, y las aguas locas; pasando por una niña sicario, un par de amigos fanáticos de la cultura japonesa, la adicción de niños ricos por el equivalente peor logrado de Pokémon Go; y el caso más sonado recientemente, que involucra a una niña con el peor acento colombiano que se puedan imaginar (En caso de que hayan borrado de su memoria la mítica frase “Me chimba conocerte”, se las entrego de vuelta. Con todo gusto).

Si, esto fue real. Bastante real

Después del contexto sobre dicho producto televisivo, aterrizo al punto que quiero llegar: Un capítulo reciente llamado “Fan de su relación”, que probablemente habrá generado el mismo efecto de aquel capítulo de Black Mirror en los protagonistas de la historia real, la cual involucra a celebridades mexicanas y argentinas como lo son Angela Aguilar, Christian Nodal y Julieta Cazzuchelli (Cazzu). Al ser un tema de farándula, las redes sociales se inundaron constantemente de “primicias” acerca de este tema, por lo que probablemente tú sepas cuál fue todo el drama entre esos personajes. En caso de que no sea así, prefiero resumirlo en un “clásico triángulo amoroso” de Angela y Julieta peleándose por el caballero en cuestión.

¿Paralelismos cuasi-cinematográficos?

Retomando con el capítulo, me parece increible el nivel de humor involuntario provocada por esta novela, incluyendo en su haber malas actuaciones, un guion desastroso en el que si o si tienen que decir cada cinco minutos el nombre del episodio, la parodia no solamente del personaje principal sino también de celebridades como Pepe Aguilar (ilustrado en la sátira del hombre calvo, millonario y humillativo) o Belinda (representada en la compañera con el perfil conocido como “mosquita muerta”); entre otros detalles que permiten que el episodio no sea un somnífero.

Varios personajes son tan planos, que son comedia no intencional

Para nada es un episodio bueno, pero sirve para pasar el rato en medio de unas buenas carcajadas. Aunque el punto central no se enfoca tanto en la calidad de este, sino en lo que representa. Estamos hablando de que Televisa, quien crea los episodios de La Rosa de Guadalupe,  se tomó la libertad de elaborar una trama finalmente transmitida en televisión internacional acerca de una versión libre de la vida de dos de los cantantes mexicanos más sonados de la actualidad, y sin consecuencia alguna. Si, puede que el Pepe Aguilar, el padre de Angela, haya amenazado a Televisa con tomar acciones legales, pero hasta ahora no pasan de ser ladridos de perro rabioso.

La escena en cuestión. Y van a repetir esa frase al puro estilo de un Pokemon.

La reflexión de este artículo, atada a lo sucedido con Black Mirror es: ¿Cuánto falta para que una empresa de televisión o streaming tipo Netflix, masifiquen los relatos dramáticos no autorizados por sus protagonistas y basados en hechos reales? ¿Cuánto tiempo queda para que uno de nosotros sea elegido al azar para que su privacidad le empiece a generar rentabilidad a una empresa multimillonaria, comprometiendo su reputación? ¿Qué tan estrictos son los términos y condiciones que le aceptamos a estas empresas para disfrutar su contenido, a cambio de que ellas puedan capitalizar todas las experiencias de vida de alguna persona?

Aquí está la parte 1. Busquen la segunda también en YouTube

¿Llegaremos a un punto de no retorno en menos de diez años, en donde los famosos ya no sean los sujetos de prueba, sino lo seamos nosotros? Ahí se las dejo.

¡Nos vemos en un próximo artículo! ¡Hasta la siguiente ocasión!

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“Cada día se me va, sin sentir la libertad”

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