5.19.2015

Caifanes: "El eco del rock mexicano". Parte 2

He aquí la Parte 2 de este análisis, la segunda etapa de vida de Caifanes, el quinteto que se hizo trío.


El Silencio (1992)


El quinteto continuaba causando furor en los medios de música especializados, y estaban a punto de hacer una gran obra maestra que demostraría sin duda el auge de la agrupación.
Muchos la llaman la obra cumbre de Caifanes. Yo creo… lo mismo. La verdad sí, porque demuestra lo tanto que podía hacer el quinteto en cuanto a los arreglos rítmicos, las letras y el impacto que querían tener en sus seguidores.

 “Piedra” posee un ritmo… digamos que un poco hipnótico a mi parecer, y pegadizo también, si notan al final del track se oyen trompetas y ritmos oriundos de México, que evidentemente contrasta con el resto de la canción.

“Para que no digas que no pienso en ti” es la expresión abstracta del pensamiento de un individuo con respecto a su enamorada(o). Su ritmo es cómodo, confortante y singular.

“No dejes que” tiene un tinte que representa a rajatabla lo que era y en qué consistía el rock de México. Y la verdad no sabía si destacar esta canción o “Nubes”, pero al final, opto por esta última.

“Nubes” es lo que pasa cuando se combina una excelente calidad de acordes, una asombrosa melodía, unas liricas bastante profundas, una voz relajante y unos arreglos de guitarra muy únicos. La verdad esta canción tiene todo lo que quieres oír en una rola de Caifanes. Nada más para acotar.


El nervio del volcán (1994)


Cuando la agrupación se veía muy sólida, aparecía la famosa frase “Nada es lo que parece”. Y eso es exactamente lo que se demostró cuando Sabo y Diego abandonaron el proyecto, quedando Caifanes reducido al trío de Saúl, Alejandro y Alfonso. Así, no creo que se esperarán el éxito del que fuera su último álbum de estudio hasta la fecha, que les abrió las puertas a Giras, a un MTV Unplugged (El segundo de un artista de habla hispana) y finalmente, un creciente éxito internacional. Pero pronto, se disolvería Caifanes por peleas entre la voz y el guitarrista (Muy original, ¿verdad?... Ver Los Prisioneros).

De aquí podemos analizar los siguientes trabajos:

“Afuera” al ser el primer track del disco, demostró que siendo un trío no perdieron la esencia o la calidad que los caracterizaba, al contrario, habían mejorado en todo sentido (musicalmente, líricamente… socialmente no, debido a lo que ya sabemos).

“Ayer me dijo un ave” es una canción con un tinte romántico y muy poético, por cierto. Un ritmo suave y una letra metafórica que pretende dar a conocer un sentimiento y una emoción profunda. Eso es lo que es.

“Aquí no es así” no sé cómo describirlo… Sólo sé que apenas la escuchen les va a encantar. (=D). Bueno, y además se resalta otra vez la excelente calidad poética de Saúl en esta letra, junto con la guitarra de Alejandro que hace presencia latente en la canción.

Es de destacar “Miedo”, que en mi punto de vista personal, es la mejor canción del grupo en su segunda etapa de vida. Todo lo bueno que se ha dicho en las canciones anteriores se multiplica en esta obra a la enésima potencia. Ritmo fuerte y letra poética, y arreglos musicales sin iguales al final. Una jodida OBRA MAESTRA.


Analizar los MTV Unplugged, sería algo que sobra: primero porque este fue hecho sólo muy pocos meses después de su último álbum; segundo porque ocurre lo mismo que con Soda (No es un verdadero desconectado, y las versiones de las canciones son muy buenas); y tercero, por la flojera artística que me da detallar apartes sobre este maravilloso trabajo.

Sé que ellos 5 regresaron hace aproximadamente 5 años, y que hace 1 año volvieron al cuarteto original, diciéndole a Alejandro en la cara palabras muy poéticas (Véase Jodete!). Y preparando su quinto álbum de estudio. Pero oigan, todo “ya viene”, “todo a su tiempo”.

Aquí termino mi segundo análisis y homenaje a esta banda, pilar del movimiento del Rock con Ñ.

Nos veremos en otra ocasión con el siguiente análisis.
"Ahora el fín marca otro inicio"

Caifanes: "El eco del rock mexicano". Parte 1

Saúl Hernández, Alejandro Marcovich, Alfonso André, Sabo Romo, Diego Herrera. Ellos fueron los elegidos para representar el auge de una corriente y rivalizar sólo musicalmente (Hago la aclaración) con otra banda también mexicana que luego para sobrevivir dejó a un lado el Rock con Ñ, Maná.

Estamos frente a Caifanes, una de las bandas de mayor calibre musical en el fenómeno rockero latinoamericano. Son, los que con sus 4 álbumes, hicieron relucir a México en el entorno ya mencionado.

Primero como cuarteto, luego un quinteto (Su etapa más gloriosa), y después reducidos a un trío, fueron la mayor sensación de la época: Finales de los 80 y gran parte de los 90. Surgieron en una época donde Soda estaba en auge, Los Prisioneros también pero con unas “pequeñas dosis” de censura, unos tales Hombres G en decadencia, y otros tales Cadillacs y Tacvbas que subían silenciosamente a la fama mundial.

En lo personal, puedo decir que Caifanes es otra de mis bandas preferidas. Además, la mezcla que hicieron de cumbia mexicana y rock fue lo que demostró el grandísimo potencial que tenía, no?




Procederé a analizar la trayectoria de esta leyenda del rock mexicano, y uno de los duros del rock con ñ:


Después de la experiencia de “Las Insólitas Imágenes de Aurora” en 1984 de Saúl y Alfonso, estos junto con otros dos compañeros (Sabo y Diego), formaron un proyecto el cual tuvo un arranque muy difícil, principalmente por su pinta y su propuesta:

Caifanes: Volumen I (1988)


Como lo dije, el álbum tuvo un arranque difícil. La disquera CBS México a pesar de darles soporte durante un tiempo, critico duramente a los Caifanes, tratándolos de “4 putos góticos salidos de cualquier ataúd”. Firmaron allá su carta de renuncia cuando Ariola les dio la oportunidad de sus vidas lanzándolos a la industria musical de aquel entonces con su primer álbum: El Volumen I.

Con respecto al disco, puedo decir que es un gran comienzo para una agrupación. Algo muy sorprendente fue “La Negra Tomasa” (A pesar de que era un EP por sí mismo, creo que es válido incluirlo aquí) por su combinación tan extraña de géneros. ¿Quién lo creería? Cumbia y Rock, juntos… O_O. Al fin y al cabo fue un hit, y de los grandes.

Los sencillos “Mátenme porque me muero” y “Amanece” marcan el rumbo que iba a tomar el grupo. Parece un poco bizarro, y eso marco a Caifanes en su primera mitad de vida.

CURIOSIDAD #1: La canción “La bestia humana” de este álbum es el punto de encuentro entre un Gustavo Cerati y su Soda Stereo en auge y un Saúl Hernández y sus Caifanes iniciando. Esa guitarra interpretada por Gustavo en aquella obra fue un gran impacto, en consideración mía y creo que de muchas personas más.

Destaco una canción por la cual me decanto un montón y es “Viento”. Su ritmo, su letra y su instrumentalización la hacen una de las mejores (Mejor dicho la mejor) de la primera etapa de vida de la banda.


Caifanes: Volumen II. El Diablito (1990)


Saúl se había encontrado con su ex compañero de “Las Insólitas”, el guitarrista Alejandro Marcovich. Charlaron como buenos amigos del pasado, y entre toda esa conversación salió la idea de que el guitarrista fuera integrante de Caifanes, puesto que supuestamente Saúl tenia gran carga siendo la voz y la guitarra del grupo. Alejandro aceptó, y fue parte fundamental del grupo durante el resto de su vida (La del grupo, claramente).

De este trabajo salieron piezas como “La célula que explota” y “Antes de que nos olviden”, teniendo una profundidad lírica mayor a la de las anteriores obras de la agrupación. “Los Dioses Ocultos” tiene ese equilibrio particular entre arreglos musicales y letra, lo cual brinda una experiencia muy disfrutable.

Finalmente destaco la que para mí, es la mejor del álbum. “Detrás de ti” expone de manera magistral la evolución lírica en los trabajos de la banda, el toque que Alejandro ponía de su guitarra a cada obra de la banda y el rumbo que esta seguiría hasta el primer final de su existencia.


Muchas gracias por su atención, más adelante se subirá la segunda parte.
Segunda Parte
“Atentos al blog hasta el fin del entremés”