Antesala
En los primeros meses de mi trabajo actual, se realizó un ejercicio en el que cada persona del equipo se presentaría, mencionando aspectos
de su vida personal y profesional. Cuando llegó mi turno, no dejé escapar la
oportunidad de mencionar mi fascinación por la música, así como el trabajo
escrito manifestado en este blog.
Rápidamente, una superior me preguntó mi opinión
acerca de la reciente (por aquel tiempo) “tiraera” que le había
realizado Residente a J Balvin.
—La verdad, prefiero no abordar ese tipo de
escándalos… recuerdo haberle respondido.
Ella puso una cara de extrañeza, y ahí mismo le aclaré
que no estaba insinuando que ella fuera escandalosa o algo similar, sino que mi
intención con este proyecto era abordar álbumes, eventos, trasfondos; y no
tanto temas de peleas o titulares de chismes que inundan de forma bastante
frecuente cada red social.
Eso quedó como una simple anécdota de la que
probablemente muchos compañeros ya no se acuerden. Así mismo, sería cuestión de
algunos meses conocer quién era el que estaba detrás de esa “tiraera”: su
nombre artístico (Bizarrap) y parte de su trabajo. Me daba igual, puesto que la
propuesta no era de mi preferencia… Sólo eran colaboraciones con diversos intérpretes
cuya base instrumental me parecía tediosa, y en ocasiones puntuales sobresalía
el talento del invitado para rescatar la melodía del aburrimiento (caso Nathy
Peluso).
Tal vez lo de Residente sería un primer campanazo de
lo que estaba por suceder, debido al nivel de polémica y morbo que provocó en
todo tipo de medios. Tal vez algo peor estaba por venir. Sin embargo, como frase cliché de internet: “No le di importancia”. Y ese tema continuó quieto
hasta aquel fatídico 11 de Enero de 2023.
La Sesión
La sesión número 53 de Bizarrap en colaboración con
Shakira salió a la mitad de la segunda semana de Enero de 2023. En la autoría
de la canción está acreditado Kevyn Cruz “Keityn”, quién ha estado detrás de
los últimos lanzamientos de la artista antes mencionada (Te felicito,
Monotonía), así como de canciones de gran popularidad que aparecieron en el
paisaje de la música urbana en años recientes (Tusa de Karol G, Hawái de
Maluma, Anaranjado de J Balvin, y un montón más). La melodía que hoy nos concierne
habla de la traición por parte de un hombre infiel, el desgaste innecesario que
le provocó durante años y la independencia femenina motivada por esos hechos…
¿Cuáles hechos? Creo que las “indirectas” muy directas que se pueden encontrar
en la letra hablan por sí solas (clara-mente, perdón que te sal-piqué… ya
saben).
Debido al nivel notorio de simplicidad de la letra,
una usuaria en Twitter se cuestionó si realmente Shakira había escrito una
melodía de la talla de Antología; y clara-mente desató un debate
multitudinario. Mi respuesta mental desde un inicio no radicaría tanto en
cuestionar su autoría en esas canciones, principalmente porque fue un trabajo
constante que demostró durante años y no un único hecho aislado… La verdadera
pregunta es si Shakira escribió esta sesión con Bizarrap, lo cual desencajaría
con sus mejores años de trayectoria.
Mi teoría es que la cantante y el productor dieron una
lluvia de ideas sobre cómo querían la letra, y el antes citado Keityn fue el
encargado de articular todo eso en una lírica que me decepcionó. Bueno,
realmente no lo hizo. Y no les miento, porque las composiciones en las que él
está involucrado pueden variar entre “Me fascina su estilo”, pasando por “Me da
lo mismo”; hasta llegar a “Quiten esa vaina”… En ninguna de esas afirmaciones
destacó la letra maravillosa de estas melodías, porque desde mi perspectiva es
algo inexistente.
Que una composición cuente con referencias a la
cultura popular no es algo malo. Tampoco lo es el hecho de mencionar una marca
reconocida para profundizar el significado de lo que se quiere expresar. Sin
embargo, realizar estas acciones en exceso demuestra una evidente falta de
creatividad del autor, o un enorme antojo por recibir algún patrocinio
(milagrosamente no mencionaron a Versace o algo relacionado con el F.C. Barcelona).
Pero si lo consideran el lápiz de oro es por
algo, ¿No? Y es porque la superficialidad y el marketing excesivo funcionan para
las múltiples interacciones en plataformas digitales. Eso es lo que factura,
en detrimento de compositores con mayor potencial que no son tomados en serio
porque no generan dinero de manera tan ágil. No obstante, eso ya sería tema
para otro artículo. Conservemos el foco en esta sesión 53 de Bizarrap.
Y es que este trabajo musical continuó lo que se había
intentado en la ocasión anterior con Residente: incentivar el morbo, agitar las
redes sociales y rentabilizar aún más un escándalo. Si el caso de Rene Perez
vs. Jose Balvin fue una prueba piloto, el escenario Shakira Mebarak vs. Gerard
Piqué sería la segunda fase de un proyecto de marketing musical que aún está
lejos de concluir.
¿Por qué podría continuar? Porque clara-mente
funcionó. El anzuelo fue lanzado, y todos los consumidores lo mordieron
(incluyéndome) cuando la canción se escuchó masivamente, se convirtió en tema
de conversación y las arcas de los artistas se continuaron llenando a raíz de
una canción regular… Creo que si la melodía no tuviera relación con dicho
escándalo, ni de lejos habría alcanzado ese estallido mediático que logró en
tan poco tiempo.
A mi parecer, la parte menos relevante es la
instrumental, que no emociona ni decepciona. Es como si se quedara en un punto medio
adecuado para ser puesta en discotecas, pero que tiene un límite de usos antes
de tornarse insoportable. Sólo acompaña a Shakira, pero no es de esos sonidos
que tiene vida propia o color… Creo que tiene más color el vídeo oficial de la
sesión, y eso es decir bastante.
Lo que hay después
Debería ser normal el hecho de que alguna persona no
guste de un producto, y no necesariamente porque esté en contra del intérprete
que lo creó. La reacción en redes sociales y en la vida real hacía sentir como
bichos raros a aquellos que no les agradara la tercera melodía (si, la
tercera) de Shakira dedicada hacia su infiel expareja, con los argumentos
del empoderamiento, que a Piqué se le debía dar su merecido sin eufemismo
alguno, y que la cantante se adapta “idealmente” a cada época, etc.
Este lanzamiento no me gustó porque pretende ser algo
apoteósico, y al final resulta no tener mucho de lo que le atribuyen. Supuestamente
potencia el mensaje del empoderamiento femenino, pero deja mal vista la
expresión de los sentimientos para destacar la idea de “facturar” como algo
positivo e ideal (como si varios influencers infames no generaran tanto dinero
como la misma Shakira). De hecho, no dudo que el alcance de esta canción
beneficie al mismo Piqué, el cual era una figura fantasmal en el mundo del
espectáculo y el fútbol desde varios años atrás, y ahora tiene un segundo aire
en lo que a popularidad se refiere.
Una lección fundamental para nosotros como
consumidores (e incluso para la misma Shakira) respecto a los medios es que la
atención captada vale oro, sin importar si sea de manera positiva o negativa.
La mejor forma de dejar en ridículo a la persona que te dañó es ignorarla, como
si no existiera y no representara nada en tu vida. Si aún es importante enviarle
algún mensaje, es preferible ser ambiguo para evitar que entregarle en bandeja
de plata más popularidad de la que realmente merece.
Al final la combinación entre la frustración de
Shakira, la mente astuta del letrista y el morbo del público general
propiciaron un éxito aún mayor de Bizarrap, mientras paulatinamente se
convirtió en una versión musical de TMZ o cualquier programa de chismes latinoamericano.
Y lo peor es que la sesión 53 es simplemente otro episodio más… ¿Cuál será la
siguiente polémica ambientada por algún otro productor o cantante más adelante,
basándose en el impacto que provocó Biza primero por Residente y después por
Shakira? Por mi parte, no quiero saberlo.
Página de Facebook: https://www.facebook.com/yaviene.todoasutiempo15
“Los han visto en las portadas, todas… Sin más nada
que decir”
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