—No sólo es el abrazo, también es la química y el
trance que los envuelve en un mar de éxtasis.
En el artículo de Motomami (clic aquí para leerlo),
hice referencia a un par de discos que decidí escuchar de principio a fin
mientras soportaba el alto tráfico de la carretera e incluso reseñé parte de
ese primer álbum que fue incómodo de abordar. Y si les soy sincero, al
terminar de reproducirlo sentía un agotamiento mental difícil de describir, lo
cual resultaba contraproducente teniendo en cuenta que iba camino al trabajo y
probablemente ese desgaste pasaría factura durante mi día laboral. No quería
permanecer con aquella sensación, y ¿qué mejor que escuchar un segundo disco
para distanciarme de la tónica del primero?
Ese segundo larga duración tenía el nombre de El
Madrileño, creado por Antón Álvarez Alfaro, mejor conocido como C. Tangana.
¡Bienvenidos a su AlbumEscape!
Mi primer acercamiento hacia la música de Antón se dio
con una colaboración llamada “Antes de Morirme” junto a Rosalía. Y parece que
las mejores historias no surgen de flechazos inminentes, puesto que la canción
no me pareció la gran cosa. Algo parecido me sucedió con “De música ligera”, aquel superéxito de Soda Stereo que no me interesaba en lo absoluto. Tiene que llegar otra canción que facilite la atracción con la propuesta
artística… Y en el caso del español, eso sucedió con Tocarte, una
creación de Jorge Drexler en la que aparecía como invitado.
Tocarte
fue un primer campanazo que me permitió interesarme por esa propuesta anormal.
Y el segundo campanazo llegó poco tiempo después con los vídeos de la
presentación de Pucho en el Festival Estéreo Picnic 2022. No estuve en dicho
evento, por lo que solamente con el apoyo de una persona muy especial pude
acceder a grabaciones a una longitud corta. Y si me remito tanto a las grabaciones
como a los testimonios en redes sociales, parece que el espectáculo fue
impecable.
La sensación definitiva llegaría con la reproducción
del disco completo, porque más allá de escuchar material suelto como ese
intenso romance encarnado en esa melodía llamada Ateo, creada junto a Nathy Pelusso; hacía falta ver de lo
que era capaz don Antón en un trabajo de larga duración. ¿Qué nos aguardan los
siguientes 42 minutos? ¿Es tan bueno como lo indican? ¿O está siendo más valorado de lo que merece? Demos comienzo a esta revisión.
El Madrileño [2021]
1.
Demasiadas mujeres
2.
Tú me dejaste de querer (ft. Niño de Elche y La Húngara)
3.
Comerte entera (ft. Toquinho)
4.
Nunca estoy
5.
Párteme la cara (ft. Ed Maverick)
6.
Ingobernable (ft. Gipsy Kings)
7.
Nominao (ft. Jorge Drexler)
8. Un
veneno [G Mix] (ft. José Feliciano y Niño de Elche)
9.
Te olvidaste (ft. Omar Apollo)
10. Muriendo de envidia (ft.
Eliades Ochoa)
11. Cambia! (ft. Carín León y
Adriel Favela)
12. Cuando olvidaré (ft. Pepe
Blanco)
13. Los tontos (ft. Kiko Veneno)
14. Hong Kong (ft. Andrés Calamaro)
Todas las composiciones fueron escritas por Antón Álvarez
Alfaro, con el apoyo de Cristian Quirante (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 10, 11, 12, 13,
14); Víctor Martinez (3, 5, 6, 7, 8, 10, 11, 12, 13, 14); Jorge Drexler (7,
14); Camilo Murillo, Francisco Naranjo, Sergio Larrinaga y Genaro Monreal (1);
Harto Rodriguez y Juan Jiménez (2); Daniele Alves Dos Santos (3); Alejandro
Sanz, Paul Jefferies y Rosario González (4); Eduardo Hernández (5); José
Feliciano, Francisco Contreras y Álvaro Santos (8); Federico Vindver, Omar
Apollo y Rafael Arcaute (9); Eliades Ochoa y José Fernández (10); Carín León y
Adriel Favela (11); Tiara Thomas, Steve Arrington, Charles Carter, Elijah Dias,
Gabriella Wilson, Jermaine Dupri, Roger Parker, Ron Latour, Shawn Carter, Waung
Hankerson, Farruquito, Juan Fernández, Juan Carlos Cobián, Negro Cherokee, Greg
Carmona, Enrique Cadícamo, Buddy Hankerson y Antonio Humanes (12); Kiko Veneno
(13); Andrés Calamaro (14).
El plan original del artista no tenía relación alguna con el resultado final. Antón comentó en una entrevista que después de un gran porcentaje de avance en un proyecto totalmente diferente, llegó la pandemia y sin importar lo que pensara la disquera, decidió dejar suspendido dicho trabajo para emprender una idea relacionada con la interacción de sus raíces e inspiraciones. Ese fue el punto de arranque del disco que hoy vemos.
Para variar, también me gustaría iniciar resaltando un detalle
que quizás pueda comprometer la identidad del disco, y es la cantidad de
colaboradores presentes. En una época en la que los featurings son el pan de
cada día y las decepciones se tornan más frecuentes, me complace afirmar que el
disco no se siente sobresaturado, debido a que cada aporte parece estar
ajustado a una medida en la que no hastía al espectador.
Sin cantar ni afinar...
La propuesta sonora de C. Tangana está clara: la
exploración de sonidos típicos del folclor español y de sus propios orígenes
(rap, hip hop); junto a la interacción con toda clase de fenómenos
latinoamericanos como el bolero, los corridos, el reggaetón, el bossa nova e
incluso el rock en español. No noté discordancia alguna en el transcurso del
disco, e incluso me sorprendió el camino que fue tomando de inicio a fin…
Porque más allá de que dos piezas continuas parezcan discordantes entre sí,
poseen factores clave en su identidad que permite relacionarlas con la
propuesta del artista.
Todo comienza en Demasiadas Mujeres, que se
podría considerar esa canción de transición entre su historia como C. Tangana y
el homenaje a las costumbres musicales españolas. Todo inicia con la
introducción de la banda Rosario de Cádiz que es rota rápidamente por un beat
electrónico en el que Antón describe sus diferentes aventuras con un sinnúmero
de muchachas cuyos aportes van desde “Que rico” hasta “¿Por qué dejaste mi
corazón partío?”.
"No me puedo olvidar... De la que me dijo que siempre pa' siempre estaría pa' mí,
De la que decía que solo una noche y despué' no hubo má'"
Sin tener la letra más profunda o el desempeño vocal
más admirable, logra ser tan memorable como expresivo a la hora de mostrar el
contexto en el que alguna vez estuvo involucrado, y el peso que una u otra de
esos momentos puede tener en momentos posteriores.
Luego llega Tú me dejaste de querer, que es la
carta de presentación de este disco y el sencillo que más ha rotado en las
radios de todo el mundo… Y no es casualidad. Al preparar una composición con
una mezcla no muy vista, junto con un gancho comercial cuyo alcance sea masivo;
el resultado es una revelación innovadora y repetida hasta el cansancio. Tanto
así que algunos colaboradores que escucharon la melodía antes de su lanzamiento
se mostraron maravillados y conscientes de la vasta respuesta que podía
generar.
"Tú me dejaste de querer cuando te necesitaba, cuando más falta hacía, tú me diste la espalda"
¿Y que contiene este track? El desamor envuelto en un
vestido de folclor español y una pañoleta de reggaetón (la versión del género
que fue popular a inicios del nuevo milenio). Agradezco de manera amplia que el
dembow (percusión característica de reggaetón) sólo haya permanecido en el
coro, porque de otro modo perdería valor respecto a otras creaciones fácilmente
sustituibles. El aporte de La Húngara y Niño de Elche elevan la calidad a una
potencia que aún no logro descifrar, y el contraste entre ellos enriquece el
sentido autóctono que poco a poco trasciende a un ámbito internacional.
Una de mis favoritas de este recorrido es Comerte
Entera, con ese bossa nova tan sensual como reflexivo. El desenfreno hecho
letra, más allá de cualquier ambiente fiestero (vagamente referenciado) y de
posible descontrol… De hecho, el desvarío corre es por cuenta de las
sensaciones transmitidas por las interpretaciones vocales.
"No puedo más que pensar... En tu forma de hablar"
El aporte de la frase “Essa mina é um perigo” por
parte de la artista MC Daniele es la cereza sobre este pastel de calentura,
complementando la descripción antes realizada del deseo intenso. A pesar de que
el principio electrónico parece algo fuera de lugar, no desvía la atención de la
intención de esta tonada.
Nunca Estoy es una adaptación bastante libre de clásicos como Corazón
Partío de Alejandro Sanz o ¿Cómo quieres que te quiera? de Rosario
González, artistas acreditados en la composición. La melancolía, los celos, la
distancia y el anhelo de un amor ya imposible conforman la receta perfecta para
entrar a esta sección depresiva del disco, en la que la tristeza es moneda
corriente. El crescendo de los elementos electrónicos puede provocar reacciones
divididas en quiénes los escuchan, y sorprenden tanto por su rareza como por su
interesante uso.
"Y otra vez vas a perder el avión, y otra vez soy una imbécil esperando a su hombre"
La caída emocional se pronuncia con Párteme la cara,
junto a un experto en la materia: Ed Maverick. A pesar de no ser santo de mi
devoción, Eduardo logra transmitir la insatisfacción y el desanimo que provoca
una relación que debe recurrir a las mentiras para consolar a aquel que no
quiere que termine la farsa.
"Miénteme y dime que me quieres, que todo está bien, que no ha cambiado nada"
Con un ambiente sonoro envuelto en un mar sintético, se
profundiza el hecho de que el éxito económico o profesional no conforman la
pieza faltante que el amor si haría. Queda ambiguo si la otra persona realmente
compartió el sentimiento o fue un interés superficial, pero el sufrimiento permanece.
Sin ser admirador de las colaboraciones en exceso, aprecio un montón cuando el
anfitrión aprovecha al máximo el potencial de su invitado, como lo es en este
caso.
Explotando la vena folclórica, nos encontramos con
otro trabajo colaborativo, esta vez de la mano de los Gipsy Kings, que le
cantan a una persona exageradamente empoderada… Al punto de no tener un
enamorado, sino un perro fiel que le sigue los pasos. Ingobernable logra
intercalar elementos del flamenco y del pop de manera interesante… A pesar de
no ser novedoso, continúa siendo una gran propuesta de parte de todos los
involucrados.
"Ni una escalera para poder alcanzarte, ni una pistola para poder gobernarte"
Llegamos a la mitad del disco de la mano de uno de los
colaboradores que más impulso la identidad del proyecto: Jorge Drexler, con
quién trabajaría tiempo más tarde en la ya antes mencionada Tocarte. El
mundo de la fama es excesivamente desagradecido con sus habitantes, y es lo que
refleja el dúo dinámico en Nominao, una directa crítica al ritmo
desenfrenado de aquel estilo de vida… el cuál contrasta de forma graciosa con
lo minimalista que resulta la instrumentación. En resumen, material crítico y
reflexivo de primera calidad para que se entretengan un rato y analicen toda la
vida.
"Expectativas las justas, número uno en las listas, el 7 de abril, dos mil nunca"
En Un Veneno (G Mix) sobresale nuevamente el
desgaste que genera el mundo del espectáculo, el deseo de escapar de los
excesos y el amor como motor de cambio para el famoso en su proceso de
redención. Todo esto acompañado de la imponente voz de Jose Feliciano, una
variación sombría de son cubano y la agitación de cuerdas cuya mezcla provoca
una explosión creativa impresionante. Otro de los puntos destacables del álbum.
"Sin cantar ni afinar (Hmm), pa' que me escuche to’a España"
Inicialmente, la siguiente canción no era tan
representativa para mi… Mas con el pasar del tiempo logré tomarle más aprecio
debido a la calidad vocal del artista invitado y al mismo significado de la
letra, que se centra en la dualidad de una persona caótica que sin querer salir
del abismo en el que se encuentra, sigue amando a la persona especial con la
que compartió momentos inolvidables y no desea lastimarla, fracasando en el
intento.
"Qué vida vivo yo, sin olvidarte. Si quieres, bebé, háblame"
Te olvidaste es tan íntima como innovadora, mostrando que la
realidad es muy cruda en ciertos casos y que a veces el amor no logra
materializar todos los ánimos de superación que pueda tener algún individuo,
porque la personalidad puede pesar más. El mix entre la balada acústica y una dimensión synth hacen resaltar el contraste entre el amor y un contexto no muy favorable, de una manera tan triste como apasionada. Me encanta.
Continuamos con otra adaptación libre, esta vez de
Lola de Antonio González, interpretada inicialmente por Eliades Ochoa y con
nuevos versos agregados por El Madrileño, manifestando su satisfacción más allá
de la superficialidad del reconocimiento o el dinero; y en donde su plenitud
radica en las personas que aprecia y en las experiencias que ha vivido. En Muriendo
de envidia no se van a encontrar el típico comentario vanagloriándose (por
fortuna), sino algo más agradecido y aterrizado.
"Si un día Dios me arrebata to' lo que hasta ahora me ha regala'o; nada me va a importar mientras tú despiertes aquí a mi la'o"
¡Cambia!
es la incursión de Antón al regional mexicano con la gran ayuda de Carín León y
Adriel Favela, la cual trata acerca de los cambios de paradigmas en la sociedad
y cómo esto impacta en quienes crecieron con unos pensamientos definidos con
anterioridad. Anteriormente, era muy común la exaltación del macho agresivo,
adinerado y que no se acobardaba ante ningún obstáculo; sin embargo, con el
paso del tiempo ese imaginario quedaba atrás para dar lugar a perfiles más
variados que veían el valor de la persona en temas más profundos.
"Me hicieron pensar que si cada noche no salía envuelto en Gucci yo no era más que un don nadie, y ahora que sobran ceros en el banco me piden que cambie"
La idea de resaltar ese cambio brusco de mentalidad
por medio de un género tan tradicional como el corrido es tan inteligente como
atractivo. En cuanto a lo instrumental, el inicio que referencia a una película
épica y el final que refleja que las cosas no son como parecen apuntan de
manera precisa a la idea que se desea reflejar. Y el triple aporte que permite
ver semejanzas y diferencias entre los intérpretes es de una calidad altísima.
De las más memorables del álbum, sin duda alguna.
Después tenemos otra adaptación ya no tan libre de dos
temas: Nostalgias de Enrique Cadícamo y Pasan los días de La Tana
condensados en la pieza Cuando Olvidaré, que inicialmente refleja la
ausencia y la distancia tomada por aquella de quién se enamoró, manifestando
desilusión e incluso depresión.
"Hermano, esta mujer va a matarme; se ha propuesto de humillarme, es feliz con mi sufrir"
Por otro lado, tenemos el discurso de Pepe Blanco
acerca de la canción española interpretado por Imanol Arias, que puede ser
aplaudido a abucheado dependiendo de lo que opines acerca de esas palabras. Si
me lo preguntan, tan malo es subestimar las producciones hispanas como sobreestimarlas
más allá de joyas anglosajonas que puedan estar al nivel o más alto. En lo que
todos podemos estar de acuerdo, es que es una melodía que nos pone a analizar
temas algo complicados y hasta controversiales.
Llegamos al ocaso del trabajo discográfico con Los
Tontos, que regresa a los ritmos folclóricos en un mensaje de inconformidad
hacia las personas que se aprovechan de las buenas intenciones de los demás,
sin importarles el cariño que se les tiene. Entre cuerdas y aplausos se va
reconstruyendo la dignidad de una persona que en algún momento intentaron pisotear,
mientras se avecina el fin del material.
"Pero hasta los tontos tenemos tope, y esta vez voy a acertar aunque sea de rebote"
Para cerrar, está Hong Kong… ¿Y por donde empiezo? La
primera vez que me escuché el disco completo nunca me imaginé encontrarme con
un contenido como este, debido a que no veía espacio disponible para un
homenaje a todo lo que el rock en español representa. Desde sus primeros
segundos transmite un aire nostálgico, el cual se ve amplificado con la
interpretación de Andrés Calamaro, icónica como la mayoría de las veces y
melancólica como unas pocas.
"Tengo una flor en el culo y una geisha en Japón, tus banderillas en el corazón"
Su letra es tan rara como inicialmente inentendible,
sobre todo por aquel coro que impide su transmisión en medios masivos. No
obstante, al conocer el significado de la expresión y la narración en su
totalidad, adquiere mayor sentido para quién lo escucha. En mi caso, la mente
me inundó de múltiples recuerdos de los años universitarios mientras sonaba el puente
instrumental que desembocaba en el último estribillo.
Fueron los momentos y los recuerdos de ellos. Buenos,
malos, icónicos, raros, inolvidables, que llegan a provocar nostalgia. También
son las personas especiales con las que se vivió; donde el aprecio y la
admiración entre todas es incalculable. Más allá de lo extrañas que suenen las
líricas, representan la suerte de haber vivido cada idea, cada viaje, cada
locura… y la fortuna de haber encontrado con quién compartir todo eso. En
concreto, considero que es uno de los mejores cierres de álbum que he tenido la
oportunidad de presenciar.
"Lo que no hay en Hong Kong es que no existe"
¿Quedaron con ganas de más? ¿Existe algo más allá de
Hong Kong? Es posible, pero todo a su tiempo. Cuento con su apoyo para difundir
este artículo a sus cercanos, para que una segunda parte pueda salir más pronto
de lo que se imaginan (incluso antes de que El Madrileño aterrice de nuevo en Latinoamérica). Mientras tanto, la valoración final es de… 3.
VF: 3 (Tres positivo). Un disco realizado con perseverancia,
cariño y bastante talento. No llega a contar con una calidad incuestionable de
inicio a fin, pero cuenta con elementos de gran peso que lo convierten en un
gran recomendado para cualquier ser humano interesado en la música
latinoamericana. Un golpe certero a la mesa.
Y bueno, ¿Qué opinión les merece este disco? ¿Hay alguna
exageración en este artículo que no les parezca correcta? O por el contrario,
¿existen puntos que omití de alguna canción? Dejen sus comentarios, y armemos
un debate agradable. Gracias por su lectura, y nos vemos pronto con más
contenido. ¡Suerte es que les digo, agonías!
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“A veces da dolor, a veces me da vida”