Siempre
me pareció una coincidencia curiosa que en el año 2020 se lanzaran dos
producciones latinoamericanas con el mismo nombre y que podían prestarse para
diferentes confusiones. Por un lado, a inicios de aquel año trascendental se
lanzó en varios cines del cono sur “El robo del siglo”, que narraba el
operativo que resultó en la sustracción de más de 19 millones de dólares de un
banco privado de Buenos Aires y el destino de cada uno de sus protagonistas. Y,
por otra parte, unos siete meses después Netflix publicó “El robo del siglo”,
que trajo la historia del asalto a la sede de Valledupar del Banco de la
República donde se perdieron casi 33 millones de dólares y las peripecias de
sus protagonistas después de dicho evento.
Primero
me vi la producción colombiana (la cual ya tiene un artículo en la página. Clic aquí) y la consideré una de las mejores producciones audiovisuales que se ha
realizado en este país, debido a sus actuaciones, tramas, humor y banda sonora.
Tres años después tendría acceso a ver el largometraje argentino por medio de
Star+, y también me pareció bastante ingeniosa y entretenida. A mi criterio no
está a un nivel tan alto, considerando que no llega a la talla de legendarios
productos locales como Nueve reinas o Relatos salvajes. A pesar de eso, sigue
siendo una película con un desarrollo fenomenal y unos excelentes
protagonistas.
Cuando
terminé de ver aquel filme, la plataforma de streaming me recomienda un seriado
protagonizado por uno de los actores principales, cuyo nombre es Guillermo
Francella. Me intereso por el tráiler y me encuentro con la vida cotidiana de
un trabajador de un edificio con una moral tan cuestionable como la del
presidente del edificio que buscará sacarlo a como dé lugar. Esta clase de
“guerra fría” en donde se ambienta esta historia me pareció extraña para
tratarse de una comedia, pero fue lo suficientemente atrapante como para ojear
el primer episodio. ¡Bienvenidos a la reseña de El encargado!
El
encargado es de esas producciones que muestran varias facetas del
comportamiento humano en medio de la cotidianidad, una muy marcada por el
privilegio que representa habitar en un edificio de uno de los barrios más
exclusivos de la ciudad. Los comportamientos individuales y las interacciones
con los demás permiten generar una idea de los distintos perfiles que coexisten
en un ambiente como este. En medio del diario vivir de los habitantes de los 17
departamentos aparece una figura común que durante varias décadas ha mantenido
el edificio a flote, resolviendo los problemas y apoyando las labores que se
presenten.
El
problema es que este encargado (que responde al nombre de Eliseo) abusa de su
posición para buscar su propio beneficio en distintas situaciones que
involucran a los residentes del edificio. Y aunque nadie cae en cuenta de las
perversas intenciones del “vivo”, su posición empieza a estar en riesgo por la
propuesta algo fantasiosa de construir una piscina y contratar una compañía de
limpieza, sacrificando el cargo de Eliseo después de casi 30 años de trabajo.
Es ahí donde se verá la verdadera naturaleza de cada parte antagónica para
lograr su objetivo de la forma en la que sea posible, involucrando a varios
personajes en este fuego cruzado.
¿Quién
diría que una comedia ácida ambientada en un edificio tendría momentos de
auténtica tensión? Más que de las escenas de humor (las cuales no tienen
desperdicio), lo que más recuerdo de la serie son las múltiples ocasiones en
las que se pone en riesgo la verdadera identidad de Eliseo, así como sus
planes. Y por supuesto, siempre llega la sorpresa en cómo resuelve cada una de
esas situaciones mediante su ingenio, su alta habilidad para mentir, y la gran
capacidad de manipulación y/o convencimiento que probablemente desarrolló en
las tres décadas que lleva de servicio. A pesar de ser un gran beneficio para
las necesidades del personaje, puede ser perjudicial para la historia hasta
llegar al extremo de lo “conveniente”.
Esto
último se convierte en el mayor pecado de la serie, debido a que no son pocas
las ocasiones en las que el protagonista sale triunfante de diferentes
situaciones en las que es difícil explicar cómo se desarrollaron los hechos
para que la realidad beneficie a nuestro personaje principal. Yo mismo trataba
de justificar esta clase de cosas con los 30 años de experiencia… pero había
ocasiones en las que ya era bastante fantasiosa dicha explicación en
contraposición al desenlace de estos asuntos.
Quiero
hacer la claridad de que esto no ocurre siempre, pero en esos momentos puede
ser lo suficientemente chocante cómo para creer el resultado. Sin embargo, la
serie trata de aderezarlo con una situación hilarante que trata de calmar la
tensión causada en minutos anteriores: no es lo ideal de mi preferencia, pero
en varias ocasiones parece funcionar.
¿Y qué
hay de los personajes? Es otro de los platos fuertes, en donde los principales
brillan lo suficiente para no opacar a algunos recurrentes que también son
bastante carismáticos o icónicos a pesar de su corto tiempo en pantalla. El más
flojo resulta ser el antagonista principal, que representa al típico tirano unidimensional
que desde un pedestal se cree con la autoridad para abusar de los menos
privilegiados; lo cual se contrapone con el dudoso sistema de valores de Eliseo
que, si se lo propone, apoya a quién lo necesita (aunque no siempre de la mejor
manera): Un duelo entre un villano estereotípico y un antihéroe atípico. Eso
sí, el desarrollo de los personajes es poco o nulo en varios de ellos, aunque
en esta historia no se siente necesario. No obstante, se agradecería el
esfuerzo de haberlo hecho.
La
banda sonora está OK. Ni trascendental cómo la de Los Simuladores, ni
insignificante como en miles de series que sólo la tienen por compromiso. El
tema principal tiene su aura de misterio e intención subliminal, y las otras
melodías oscilan entre lo discreto y lo tensionante, sin ser tan
fascinantes. Bien, a secas.
Para
concluir, estamos frente a una serie buena, que sale del molde respecto a lo
que propone. Posee situaciones muy convenientes que me hacen dudar de lo
realistas que pueden ser, pero eso no impide que los momentos se disfruten, y
aún más con ese tono atrevido de humor que maneja en diversas ocasiones. Las
actuaciones van desde lo aceptable hasta lo legendario, y la trama es
apasionante de principio a fin. En resumen, un producto atractivo.
Aquí
finaliza esta reseña, con la esperanza de que la hayan disfrutado. ¡Nos vemos
en el próximo artículo, y por favor eviten a toda costa esas personalidades
nefastas de la mayoría de personajes de esta serie!
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de Facebook: https://www.facebook.com/yaviene.todoasutiempo15
“Más allá del tiempo, la armonía que me brindas es invaluable y tu presencia es una dulce caricia”
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