Casi
dos años después de la última edición de esta serie, volvemos a visitar ciertos
hitos musicales creados por intérpretes que alcanzaron la cima con aquel único
éxito, para luego ser condenados al olvido, a una diminuta sección del gran
conglomerado de historias que conforman el cuarto arte… Y que de vez en cuando,
serán tema de conversación cuándo algún curioso realice la clásica pregunta:
¿Al final qué sucedió con el cantante de X?, siendo X algunas de los tesoros
históricos que verán en el transcurso de este artículo.
¡Bienvenidos otra vez!
Las
siguientes siete melodías tienen una alta probabilidad de ser calificadas como
One Hit Wonders (visiten las pasadas secciones para revisar su significado),
aunque puede existir la latente posibilidad de que, en algún nicho
especializado, no lo sean. Pero en lo que respecta al ambiente y cultura en donde
vivo, los autores de estas magnificencias son poco referenciados, o ya de paso,
de nombre desconocido por gran número de gente. En tal punto, lo único que se
preserva de forma digna es el nombre de la tonada, o al menos el ritmo que
poseen. Sin más que agregar, demos inicio a este recorrido:
—Que
se escapa de madrugada, para colarse por tu ventana
Cómplices
es un dúo español formado a finales de los años 80, por María Monsonís y su
pareja Teo Cardalba, quiénes manejan un estilo de pop-rock muy popular en su
momento. El salto al reconocimiento internacional se daría con su sencillo
insignia “Es por ti”, con la que conquistarían varios países en América Latina.
No obstante, el éxito resultó efímero de manera inexplicable, considerando la
calidad vocal y compositiva del dúo dinámico. Seguirían gozando de buena
popularidad en España, pero fuera de su tierra natal no hay otra canción famosa
de Cómplices que no sea esta.
¿Y que
tal la canción? Bonita, poética y agradable al oído. La pieza trata acerca de
los efectos que provoca el amor en una persona, sumado a una melodía en piano
que evoca nostalgia. Hubiera sido interesante ver como más creaciones de
Cómplices permeaban las tendencias de aquellos años, porque este adelanto dejó
a varios esperando más de esta pareja.
—¡Qué
noches aquellas, que no volverán!
De
Venezuela para el mundo, tenemos a Roberto Antonio con su archiconocido hit
titulado “Noches de Fantasía”, que probablemente fue bailado en varias
discotecas desde la mejor época del merengue hasta la actualidad. Aunque no lo
crean, el merengue no fue totalmente monopolizado por República Dominicana…
Pero a diferencia de los dominicanos, parece que los venezolanos no lograron
desarrollar la perdurabilidad de aquel género. Pasó con Natuscha, con Diveana y
claramente con don Roberto.
Tenía
mis dudas de incluirlo, sobre todo por otra canción llamada “Marejada” … pero
esta no tuvo la misma suerte de la anterior canción de ser ampliamente
reconocida. Por lo que aquí quedan esas noches de fantasía, caracterizadas por ser
bastante pegajosas y bailables, contrastando con el sentido lírico enfocado en
el reencuentro de unos amantes muchos años después de que tomaron distancia. Es
una de esas obras en las que la tristeza se baila sin remordimiento alguno.
Al
final, tampoco ayudó el declive que el merengue tuvo en el fin de siglo para
que Roberto Antonio continuara escuchándose en las radios latinas. Ojalá pueda
regresar a la cima con un éxito tan o más ingenioso que este.
—Son
doce rosas que hablarán por mí
Pasamos
de Roberto a Lorenzo, pero dejamos el Antonio intacto; para referirnos a una de
las baladas más recordadas de aquellos tiernos años 80. Si bien, fue un
intérprete que en toda la década generó una carrera prolífica en México;
desafortunadamente sólo es recordado en el grueso de la población no mexicana
por aquel clásico de nombre “Doce Rosas”, enfocado en la idea de pedir perdón y
comenzar de nuevo al lado de una persona, después de alguna equivocación
garrafal.
¿Adivinen
qué sucedió? Éxito instantáneo, fama temporal y posterior olvido… La historia
se repite hasta la saciedad, aunque parece que prefirió concentrarse en su
carrera como compositor para otros cantantes, incluyendo a la agrupación de sus
hermanas (Sparx). Intentó continuar con su discografía, pero ya no tuvo el
mismo efecto fuera de su tierra natal. De todas maneras, fue bonito mientras
duró… (Y espero que las doce rosas hayan servido también para que lo
perdonaran. ¿O no?).
—Yo
voy a darte por tu Bum-bum-bum, cuando te choco mami, Tum-tum-tum
Si lo
hacemos en mi carro, hace brum-brum-brum
Ahora
aterrizamos en el no tan distante 2011 con una lírica digna de un Nobel de
Literatura, cortesía del intérprete estadounidense Fuego. “Una vaina loca” resultó
ser el éxito del verano de aquel año, a pesar de contar con una letra bastante
explícita y repetitiva hasta el cansancio, pero con un coro más o menos
memorable que le permitía al público ignorar el significado de aquellas
poéticas estrofas… Tan poéticas que nuestro cantante se desmaya si no repite el
verbo “hacer” en dos versos seguidos y tan elegantes sobreexplotando las
onomatopeyas que se le ocurran. Un genio incomprendido.
(Lyric Video de Unique Sound)
Poco
tiempo después, lanzó una versión en colaboración con el exdeportista
venezolano El Potro Alvarez, cuyo mayor mérito es decir lo mismo que Fuego,
pero con dialecto y palabras diferentes. Eso sí, si no soportan el autotune,
van a salir corriendo apenas empiecen a escuchar al Potro. Y muchos años
después habría otra nueva versión junto con Manuel Turizo… y bueno, además de
escuchar más efectos sintéticos en la voz del cantante original, creo que
descubrí una nueva cura para el insomnio. Algo es algo, ¿No?
Después
de la vaina loca que resulto ser esta maravilla, nunca volví a escuchar de
algún otro super éxito propio de Fuego… Y menos mal, porque es un despropósito
completo más allá de ser la música de fondo de un hotel costero. Lo peor es que
en mi caso, la recordaba mejor de lo que resultó ser y antes no había caído en
cuenta de este pedazo de composición. Obra Maestra. 100 de 10 sin duda.
—Véndela,
véndela… O dile a su madre que me fabrique otra igualita
De
vuelta con el merengue tenemos a Ramón Orlando, un artista dominicano que en su
momento realizó un aporte significativo al merengue con su mega hit actualmente
polémico: “Te compro tu novia”, el cual es una elaboración de ritmo sabroso y
letra básica, aunque no precisamente por falta de inspiración, sino por el
mismo estilo de la melodía. El tema central cae en la envidia hacia la mujer
ajena, debido a su personalidad ideal, en términos de quién canta… A pesar de
que parece ser una actitud común en el sexo femenino y masculino, es tachada de
machista en la actualidad por catalogar a la fémina como un objeto para comprar
y vender.
Sin
ánimo de defenderla (porque si choca en los ámbitos actuales) ni descalificarla
(por ser un producto de su época); sólo puedo insistir en que tiene detalles
instrumentales llamativos (en vientos, sobre todo) … De hecho, Ramón destacaría
como arreglista para cierta composición de Wilfrido Vargas (Volveré). Y después
de esto, nada más ¿Cierto? Sí y no. Ya Ramón Orlando en solitario nunca regresó
a lo más alto del éxito, pero una agrupación se asomaba hacia la cima de la
popularidad con futuros clásicos del merengue como “El Venao” y “No hay pesos”,
con este señor a la cabeza. ¿Final feliz o qué opinan?
—Y me
sentí vagabundo, en otro mundo, un ser extraño, sin amor
El
ejercicio de hacer esta clase de artículos resulta apasionante no sólo para aportarles
contenido de interés a los lectores de estos párrafos, sino porque también
permite aprender nuevos conceptos e historias acerca del cuarto arte. Y la
historia detrás de “Buscando tus besos” resulta desconocida para el público en
general, incluyéndome. Parece que originalmente fue una creación de Bordon-4,
agrupación española de balada y rumba surgida en los años 70, y que adquirió
gran popularidad en su país de origen con temas como “Que cara más bonita” y
“Buscando tus besos”, las cuales fueron adaptadas en formato de merengue por
algunos intérpretes dominicanos. La última mencionada fue la que llevo a la
cima a Rubby Pérez.
(Vídeo de Jefferon Rojas)
Rubby
ya era reconocido por su participación en la orquesta de Wilfrido Vargas… De hecho,
los más atentos tendrán en mente que su voz estuvo encargada de darle vida a
aquel clásico titulado “Volveré”. Sin embargo, en su carrera como solista sólo logró
dejar la versión merenguera de la composición de los baladistas españoles como
aquel tremendo hit internacional. ¿Y qué tal este cover? Bailable, melancólico
y con letra pegajosa, acompañado de unos arreglos en vientos envidiables. Es
lamentable que el alcance del resto de la discografía del señor Pérez no fuera
amplio, pero por lo menos siguió cosechando éxitos en la República Dominicana.
Profeta en su tierra, al menos.
—Oye,
abre tus ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida
Y como
no podía ser de otra manera, finalizamos con otro merengue porque dentro de
esta lista no bastó tener tres de ellos. Esta vez con el cantante July Mateo,
conocido popularmente como Rasputín, quién le otorgó reconocimiento a la
motivación hecha melodía: “Oye”, que desde 1984 no ha parado de sonar en las emisoras
radiales de múltiples países.
Y pues…
está bonita. No es que me agrade un montón, pero sería un ignorante si dudo de
su alcance o su popularidad. Eso sí, peca de ser repetitiva a más no poder (más
que todas las canciones antes listadas) y no ayuda el hecho de que se hayan
encargado de gastarla tanto en los programas de radio, incluso llegando a ser
molesta. Pero ahí queda en la historia del merengue dominicano; donde más allá
del fallecimiento de don Rasputín, su obra trasciende a lo largo de las décadas.
Aquí
finaliza esta lista de One Hit Wonders. Espero hayan disfrutado la lectura y los
espero en el siguiente contenido. Sin nada más que agregar: ¡Suerte es que
les digo, agonías!
Página
de Facebook: https://www.facebook.com/yaviene.todoasutiempo15
“Que alguien
se apiade de mí, grité perdiendo el sentido
Y una
enfermera se acercó a mi oreja y me dijo: "Tranquilo, Bobby,
tranquilo"”