¡Bienvenidos de nuevo a esta dimensión!
Desde Noviembre del año pasado no he realizado alguna
revisión mordaz de contenido peligroso para la salud mental del ser humano en
general, debido a que me he concentrado en hacer análisis y reseñas detalladas
de material que tiene, por lo menos, algún elemento complejo o interesante.
Pero por esta vez (y otras más en un futuro cercano), voy a abrir la caja de
pandora de la música colombiana, en donde la pena ajena va a potenciarse a
niveles desconocidos y el sentido del ridículo se evaporará más rápido de lo
que creen.
Esto no es una crítica o un entramado analítico, sino
un vistazo de algunas de las obras que quebraron los oídos y la dignidad de
quién la creo y las escuchó. ¡Bienvenidos a #Cringelombia: Donde el riesgo es
que la música se quede eternamente en tu mente!
¡Bienvenidos! Los símbolos se borraron, pero la pena ajena no lo hará
Hoy cinco composiciones abrirán el telón más bochornoso
de esta dimensión. ¡Que inicie la función!
(ADVERTENCIA: Los siguientes sonidos pueden causar
grandes carcajadas, amplios llantos, altas dosis de vergüenza, y/o pérdida del
orgullo patrio en casos más extremos. La intención de este artículo no es
descalificar a los intérpretes que serán mencionados, sino burlarse de estas
creaciones enfermizas que rasgaron la realidad de formas impensables. Se
recomienda discreción).
1. Te quiero
mucho – Naty Botero [2006 / Sencillo]
Un inicio fuerte, que promete un nivel premium en lo
que a escándalo auditivo se refiere. El principio es como una enredadera de
palabras fácilmente malinterpretadas que se pierden en el infinito mientras
incursionan las notas de una guitarra eléctrica más perdida que una bicicleta
en una feria automovilística. Justo al final de esa preciosa intervención,
aparece la voz de la cantante después de haber estado en la peor resaca
imaginable. De hecho, la interpretación de los versos (si es que se le puede
llamar así a esa bazofia) es desastrosa, sin ritmo ni una mínima entonación.
El coro es repetitivo a más no poder, pero es el menor
de los problemas cuando se juntan la enredadera antes mencionada, las cuerdas
perezosas, y un montón de suspiros que intenta apelar a la seducción, pero que
simplemente incrementan la vergüenza ajena que provoca la melodía. En
conclusión, una basura que puede quedarse pegada en la mente de sus oyentes
durante meses o años… El ejemplo de lo anterior es este artículo, originado en
gran parte por esta pieza preciosa.
Años después, Naty Botero iría mejorando sus
composiciones y si bien en la actualidad, no goza de gran éxito o
reconocimiento, si ha tenido una evolución notable frente al material que la
hizo famosa. Es más, hace unos meses lanzó una versión acústica más tropical de
la misma canción, y la mejora es indiscutible: con la misma letra, pero mejoró
todo lo demás.
2. Sudores – Tulio
Zuluaga [1994 / Álbum: Sudores]
—Y chucutún pa dentro…
Esta es la clara muestra de dos hechos irrefutables:
Primero, que una mala producción y una mala mezcla pueden destrozar la obra de
cualquier intérprete. Y segundo, que Tulio Zuluaga no sirve para cantar rock o
baladas, y mucho menos para desgarrar su voz.
Con ustedes, una magnánima obra de los años 90, en la que
un antiguo locutor de la Superestación se aventuró valientemente a grabar su
propio disco, pero que salió estafado (me imagino) respecto al resultado que
deseaba encontrar. Una instrumentación irritante digna de las tonadas más
recalcitrantes de la época, mezclada con un desempeño vocal que cae en una
sobreactuación que mata de risa hasta a los asistentes de un funeral.
Por el mismo camino va la letra, que resulta ser más
cursi que cualquier imagen de Piolín que se pueda encontrar en la red. La
discordancia entre cada elemento sonoro en la canción provoca que varias personas
dejen de reproducirla antes de culminar el primer minuto. Mala producción, una
clara ausencia en la ingeniería de sonido, y un producto horripilante por donde
se le vea.
Afortunadamente, Tulio Zuluaga se reivindicaría con
otros discos en los que exploraría un sonido más tropical, el cual no le queda
nada mal. Y desde hace unos años, se convirtió en uno de los chefs insignia del
país (al cual le agradezco algunas recetas para beneficiar mi apetito)… Al
final, el hombre encontró su vocación real y un reconocimiento positivo.
3. Ay que calor
– Luna Verde [1994 / Sencillo]
Encontrar algo peor que el debut de Tulio Zuluaga
puede ser arduo, mas no imposible. Les presento a uno de los muchísimos
fenómenos juveniles que inundaron aquel fin de siglo en Colombia: Luna Verde,
con su ¿one hit wonder? titulado “Ay que calor”.
Es como juntar los peores componentes de los grupos
juveniles de las décadas anteriores y mezclarlos con un ambiente instrumental
tan exagerado como ridículo, lleno de magia tropical y sonidos de sintetizador
que parecen no tener fin. De hecho, el intento de coro es incluso más vago que
el de la canción de Naty Botero antes mencionada. Y por supuesto que no me
puedo olvidar de la letra, la cual consiste en una mutación incomprendida entre
aventuras en la playa, anécdotas “graciosísimas” con desconocidos y una reflexión
acerca de la contaminación mundial; asemejándose a una versión de muy bajo
presupuesto del Capitán Planeta con sombrero vueltiao y traje de baño. ¡Sí, así
de burlesca llega a ser esta canción!
No tengo más comentarios sobre esto, debido a que no
le quiero dar más importancia de la que merece. Los integrantes del grupo no
volvieron a resaltar nunca más, a excepción de Carolina Sabino, quién cosechó
una mejor carrera como actriz que como cantante. Jorge Cárdenas se dedicó a llamar
la atención de forma paupérrima y vivir de cuanto escándalo aparecía en redes
sociales. Y los otros 2 desaparecieron de la palestra pública, sin mayor
interés en el reconocimiento. El grupo quedó en el absoluto olvido, sólo
visitado por espectadores como nosotros para recibir una terapia intensiva de
risas y vergüenza.
4. Cualquier
canción de Tequila Mix [1996 / Álbum: Tequila Mix]
¿Creían que Marbelle era la única representante del
género conocido como “tecno-carrilera”? Sí, yo también creía eso, pero es
completamente falso… Existió otro representante de esa vaina que inundó cuanto
programa de televisión y radio en aquel remoto 1996: Tequila Mix.
Decir que es nuestra propia versión del grupo Pandora
sería un insulto hacia las mexicanas, puesto que las “tequilas” resultaron ser
una de las propuestas musicales más perversas que se han engendrado en este
país. Y no conformes con ese calificativo, también resultaron ser una banda de
puros covers. Así es, ninguna composición original, sino puras deformaciones…
digo, reversiones de rancheras y corridos populares.
Por lo cual, en su primer (y espero, único) álbum
tenemos clásicos destrozados por esta agrupación como La ley del monte, Nadie
es eterno o Si nos dejan… No veo de que manera elegir un track en específico,
puesto que todos sufren de los mismos pecados: una composición electrónica
desastrosa, incluso peor que lo visto con Luna Verde; una armonía prácticamente
nula entre las trompetas de mariachi y los sintetizadores; y una interpretación
vocal genérica y tediosa, que incluso tiende a lo insoportable. Después de unos
5 minutos, la percusión provoca dolores de cabeza en el espectador (lo digo por
experiencia propia). ¡Tengan cuidado!
Mención de honor a los efectos de sonido baratos al
principio o intermedio de cada canción. Es la cereza en el pastel del excremento
auditivo de Tequila Mix.
Son 10 “tequilazos” (como ellas llaman a cada cover),
pero dudo que los más valientes aguanten más allá del tercero. Es todo lo que
está mal en el vasto mundo de la música. De hecho, es de las pocas ocasiones en
que terminó adolorido por escuchar alguna pieza auditiva. Y no puedo decir nada
de lo que pasó después con el trío de chicas, porque no aparece nada referente
a ellas en internet, aparte de sus canciones y un publirreportaje en El Tiempo.
¿Tan bajo cayó dicha casa editorial para promocionar esta vaina? Oh, Dios mío.
5. Tienes Huevo
– Adriana Tono [2005 / Álbum: Rompiendo Esquemas]
Después de haber presenciado la interpretación
alcoholizada de Naty Botero, el debut fallido de Tulio Zuluaga, el ridículo
olvidado de Luna Verde y el martillo mental de Tequila Mix; es imposible
imaginarse una creación que haya sido más horrible que todo lo anterior. No
obstante, si existe… Y para cerrar el telón, voy a presentarles el santo grial
de la basura auditiva en Colombia. El punto máximo del absurdo, al punto de que
cuesta creer su existencia. La crème de la crème.
Conocí esta preciosura en un vídeo acerca demateriales perdidos de Colombia y me tomó por sorpresa, ya que en mi vida lo había
escuchado. Así mismo, me volvió loco el hecho de que esa canción, así como todo
el disco de Adriana Tono (actualmente desaparecido) tenían una temática
infantil… Por supuesto, es que el vocabulario y los efectos sonoros son super
adecuados para un niño. Por poco y la llevan a Plaza Sésamo.
Adriana Tono es una famosa presentadora de televisión
que incursionó en la música con el peor resultado que se pueda imaginar. ¿Por
qué lo hizo? Puede ser porque su familia tiene trayectoria en el cuarto arte, o
porque un desfasado colega de periodismo la incentivó a incursionar. Sea lo que
sea, entró al estudio con un equipo de trabajo que intentó apelar a la moda de
ese momento, junto con una producción bien pobre… Y de ahí salió: Tienes huevo,
el único sencillo que se rescató de esa maravillosa época.
Y bueno, ¿Qué se puede decir de esta obra maestra? Es
implacable. En definitiva, es el paso a paso adecuado para crear la peor
versión de tropipop posible. La combinación del acordeón con el resto de los
instrumentos no es coherente, sin una razón de ser válida… más allá de imitar
lo que hicieron otros intérpretes como Fanny Lu o Fonseca en su tiempo. ¿La
letra? De las cosas más inconsistentes que he presenciado, debido a que se
desconoce la intención. ¿Es infantil, de corazones rotos, de insultos en exceso
al estilo Molotov, o intenta ser divertida? Nadie sabe, y considero que no
logra nada de lo que pretende.
Pero lo más perverso, por mucho, es la interpretación
de Adriana Tono. La muchacha no sabe cantar: no entona bien, desafina en
extremo y pretende irradiar sensualidad cuando sólo logra causar un alto nivel
de fastidio. La intervención del rapero sólo alarga de forma artificial el
suplicio que se vive durante los cuatro minutos de esta porquería. Un fenómeno
para no olvidar a lo que puede llegar Cringelombia cuando se lo propone. El
cierre perfecto para esta lista de la infamia.
Para terminar, la edición en vinilo del primer disco de Tulio Zuluaga. Picasso se queda en pañales...
A tiempo… Un artículo diferente a los que normalmente
pueden presenciar, porque tenía ganas de variar el contenido. El mes siguiente
regresaremos a nuestra programación habitual, así que pendientes de lo que
llegue en Agosto. ¡Nos veremos muy pronto!
…
¿Quedaron con ganas de más? ¿No les bastó con las
barbaridades que vimos en esta ocasión? No se preocupen, que aún queda material
de sobra para darle un respiro adicional a este listado. Próximamente tendrán
noticias de eso… ¡Ya lo verán!
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“Los finales siempre marcan nuevos comienzos”