¡Ahora han entrado a un nuevo inicio!
Bogotá D.C., 14 de Diciembre de 2019
Queridas Ventino:
Natalia Afanador.
Juliana Pérez.
Camila Esguerra.
Olga Lucia Vives.
María Cristina de Ángulo.
Son ellas: Ventino. (De izq a der: Camila, Maria Cristina "Makis", Natalia, Juliana y Olga)
En algún momento tenía que hablar de ustedes, chicas. De hecho, ¿Qué mejor que su época favorita para inmiscuirme en uno de sus trabajos discográficos más icónicos? Después de que algunas de sus canciones hayan rondado en mi mente durante más de 3 años, al fin me decido a abordar esto. Más allá de una reseña a un disco, deseo redescubrir todo lo presente en cada uno de sus performances, composiciones y arreglos instrumentales. Tómenlo como la reinterpretación de una carta de navidad que en esta ocasión no será dedicada al viejito pascuero, ni al recién nacido de Belén; sino a ustedes cinco… Pónganse cómodas.
Las conocí un ya lejano 20 de Octubre de 2016, en una circunstancia tan increíble como extraña. Cierta emisora juvenil organizó un evento de aniversario de un programa matutino en el que vinieron reconocidos artistas como Juan Pablo Vega, Manuel Medrano, Profetas, entre otros. Se desarrolló en un sitio conocido como El Locutorio (Un centro de aprendizaje de locución), en la Zona G de Bogotá. Como siempre, un servidor llega muy temprano a este tipo de eventos y las primeras personas que llegaron aparte del equipo de la emisora fueron cinco muchachas que llegaron con un lindo pastel a amenizar la celebración.
¿Quiénes eran ellas? No lo supe hasta que hable con una de ellas (no recuerdo exactamente si fue con Olga o con Natalia)... Ventino, un grupo de pop juvenil que había realizado una interpretación destacable del himno nacional en un partido de la Selección Colombia en Barranquilla pocos días atrás. En aquel entonces se presentaron como una de las nuevas promesas de la música colombiana y quedé de escuchar sus canciones después de haber compartido unos minutos con el grupo completo. Y pasó el tiempo…
Octubre de 2016... Recién habían sacado su primer single: Me Equivoqué.
De hecho, el grupo se había originado un año antes (en 2015), cuando en el proyecto universitario de Juan David Muñoz (futuro manager y productor del quinteto) se reunieron las cinco integrantes para realizar el Mash Up de Princesas Disney, con el que obtendrían una primer oleada de reconocimiento en Colombia y otros países de América Latina. Posterior a eso, se vendrían una lluvia de covers en los que ellas demostraron su capacidad vocal individual y grupal que cautivaría a chicos y grandes por igual, que poco tiempo después llevaría a la firma del contrato con Sony Music.
Desde ahí han publicado un disco navideño, un álbum de estudio y un Extended Play, sin contar los numerosos sencillos que desde 2016 hasta la fecha amplían la fama del grupo en varios rincones del mundo.
En este punto termina la parte informativa de esta misiva y comienza el análisis a su primera producción discográfica, con motivo de las fiestas navideñas. Esta es mi reseña a Ya es Navidad!
Ya es Navidad (2017)
1. Ya es Navidad
2. Va a Nevar
3. A la nanita nana
4. Noche de Paz
5. O Holy Night
6. El Tamborilero
7. María, Sabes Qué
8. All I want for Christmas is you
9. Feliz Navidad
Producido por Santiago Deluchi. El track 1 (Ya es Navidad) fue compuesto por Natalia Afanador, Camila Esguerra, Makis de Angulo, Juliana Perez y Olga Lucía Vives.
¿Por qué comenzar con un álbum navideño? Seguramente estaré equivocado, pero tengo una teoría que puede explicar la razón de la existencia de este disco como el primer contenido de larga duración de Ventino: La idea era apostar por un mayor enfoque a la capacidad vocal y la armonía existente entre las cinco, relegando la composición lírica a trabajos futuros. De igual manera, también gana relevancia la forma en la que tratan de reinventar algunas de las más populares tonadas decembrinas (entre villancicos y canciones temáticas)... Eso sí, en caso de estar equivocado, me gustaría que me ayudaran con la información real (y de paso, estaría muy agradecido). Teniendo esto claro, empecemos el análisis de cada melodía.
El inicio se da con la canción que le da nombre al disco, que a la vez es la única pieza nueva de este trabajo discográfico. Y resulta ser una experiencia tan preciosa, como bien cuidada. Ya es Navidad no es la melodía más profunda del grupo, pero si es la más emocional… e incluso me atrevería a decir que es la más sincera. El estribillo es sencillo, directo y pegadizo, rememorando un poco a aquellas joyas compuestas por Gloria Estefan hace más de 20 años. Cada una se luce al cantar (en su orden: Camila, Juliana, Makis, Olga y Natalia) y la interacción de todas al mismo tiempo es enriquecedora, debido a las diferencias en el rango vocal de cada una. Por último, es importante destacar la instrumentación en la que el piano, las percusiones y los efectos de sonido conviven en un ambiente propicio que complementa adecuadamente la potencia de las cinco voces. Una belleza sin precedentes.
Originalmente, Va a Nevar fue una interesante adaptación del clásico villancico estadounidense por parte del Sol de México. Esta versión data del 2006 y se caracteriza por ser un jazz muy bien orquestado, capaz de rememorar a los musicales de Broadway. ¿Cómo resultó la transformación de esta idea? El cambio es llamativo, sinceramente hablando. Es un dance pop que coquetea con el jazz a través de ese saxofón coqueto y ese piano tierno, mientras cada una de ustedes saca a relucir su propio estilo artístico a través de su voz. No sacan a relucir el máximo potencial que puede dar cada una (a excepción de los últimos 12 segundos), pero lo compensan con una armonía vocal agradable para el oído en el fragmento final de la melodía. Una pieza simpática.
A la nanita nana es una canción de cuna tradicional de las navidades hispanoamericanas. Con más de un siglo de antigüedad, se ha convertido en un ícono de la cristiandad alrededor del continente; y cuenta con una multitud de versiones alegres y tiernas que han sido publicadas a lo largo de los años. ¿Cómo lo hicieron ustedes? Pues con otro cambio extremo de estilo, obviamente. Y dicho sea de paso, esto si parece un auténtico arrullo a un recién nacido: lento, suave, atento y acogedor. Se puede ver una interacción más pausada entre las cinco voces, la cual sigue siendo acorde al contexto de la tonada. Su coartada está en la repetición de la primera estrofa de manera poco creativa e imaginativa ¿Acaso no habían otras tres estrofas de las cuales se podía extraer alguna diferente a “fuentecilla que corre”? Pero bueno, es un defecto menor que no mancha los aspectos positivos de esta reimaginación.
Otro clásico de esta época es Noche De Paz, cuya historia se remonta al siglo XIX. Referida a aquella noche en la que nació el niño Jesús en Belén, se trata de una composición de ritmo lento e interpretación pausada, sin un estribillo en específico. En este caso, Ventino se apegó al estilo original de la canción, con pequeñas alteraciones en los instrumentos utilizados y en las notas alcanzadas. De hecho, es cautivador poder notar las diferentes ocasiones en las que se altera la normalidad del villancico (ya sea a solas o en colectivo). No es tan de mi gusto, pero la idea es atrayente.
Continuamos con O Holy Night, una tonada que sencillamente nunca conocí en mi vida hasta ahora, debido a que su gran popularidad está concentrada en los países anglosajones. La versión más conocida fue realizada por Mariah Carey hace algunos ayeres y la reinvención de Ventino también está muy apegada a aquella versión en la que prevalece el talento vocal de la implicada (en este caso, ustedes son las implicadas, muchachas). Pues, está bien. Claro que es posible mencionar que esta es la melodía en la que las capacidades vocales de las chicas son exploradas a niveles nunca antes vistos (y no sólo hablo de las notas agudas, sino de la variación entre agudos, graves y la extensión de la interpretación). Una pieza única en lo que propone, con su toque particular.
El tamborilero refleja a la perfección el gran valor de la humildad, y de que la grandeza proviene de los pequeños comienzos (Véase Sir Parvis Magna). Es un villancico tan profundo, como enternecedor; y ustedes no podían quedarse atrás a la hora de reimaginar este clásico navideño. ¿Pero qué sucedió con esta reinvención? Resultó ser una modernización estructurada en una percusión electrónica más frenética, pero que continuaba siendo acorde con el mensaje sencillo que se quería transmitir. Además, también salía a relucir lo máximo que se podía alcanzar hasta ese momento de la armonía entre las cinco (En resumen, un potencial muy bien aprovechado). El detalle del ro-po-pom-pom vocalizado a la par con la ya mencionada percusión fue un aspecto creativo que no se puede ignorar. Entre otras cosas, pequeños rasgos sonoros muy típicos de las festividades navideñas se pueden notar, haciendo más amena la versión. Un tesoro sobresaliente dentro del disco.
María, Sabes Qué no es propiamente un villancico, sino una canción religiosa que puede caber en cualquier época del año. A mi parecer, es la canción que más desencaja con la esencia del disco. No obstante, la reimaginación de Ventino estuvo… bonita. De pasar a ser la melodía más prescindible, a aquel escenario en el que sus voces pueden demostrar qué tantas octavas pueden abarcar sin desgastarse ni despeinarse. El ámbito instrumental no pasa desapercibido, y la organeta sigue el desempeño vocal de todas las chicas de forma fiel y exacta. Bien por eso.
La siguiente es una de las tonadas decembrinas más recientes que ya se puede catalogar como un clásico navideño: All I Want for Christmas is You, un exitazo creado por Mariah Carey y que fue alabado en su momento como una de los mejores sencillos de la década de los 90. ¿Cómo reconstruyeron esta melodía que ya ha sido abordada por cientos de cantantes? Bien, aquí se regresa al dance pop en una reimaginación que pierde algunos aspectos sonoros de la versión original o similares para darle mayor importancia a… Exactamente, la armonía vocal (qué novedad…); y adicionalmente agregar beats electrónicos que raramente no desencajan con la esencia festiva que se le quiere dar a esta reinterpretación. De hecho, es otra pieza en la que la voz de cada integrante explora horizontes a los que no creíamos que iban a llegar, entregando un deleite inesperado en los últimos 50 segundos. De las mejores, claramente.
El álbum cierra con una reversión minimalista de la composición de José Feliciano: Feliz Navidad. De nuevo, la potencia vocal es digna de admirar de parte de las cinco, sin que ninguna pierda protagonismo dentro de la canción (Creo que ya le arrojé bastantes flores a la armonía de las voces jaja). Sin embargo, termina siendo el track más flojo del disco por el hecho de no ofrecer un valor agregado en la parte instrumental. El contexto alegre y aún más festivo de la canción daba para ofrecer algo más que una guitarra acústica en el fondo (la cual no deja de ser agradable): Desde detalles sonoros, hasta la participación de más instrumentos… Se podían explorar diversas posibilidades que se quedaron en un contenido que no resalta, opacado por el talento del quinteto. Potencial desperdiciado para finalizar este trabajo discográfico.
En conclusión, resulta ser un buen álbum. En una época en la que las tradiciones y costumbres decembrinas han perdido vigencia para la sociedad, llega un contenido creado por un grupo revelación (en ese momento) que nos recuerda la magnitud y el mensaje que tiene esta época para todas las personas, sin importar las diferencias que nos puedan haber separado en algún momento de la vida. Por si no quedó claro, la armonía vocal entre las cinco integrantes es un deleite auditivo que no debería pasar desapercibido. Falta pulir un poco el ámbito instrumental y explorar nuevos rumbos y géneros alejados del status quo, pero es un buen inicio para Ventino como concepto, sonido y personalidad.
Después de realizar este análisis, quedó con ganas de saber cómo resultaría un Volumen II de este disco. Existen aún varias canciones a las que el grupo les puede dar su toque personal. Es más, me encantaría presenciar la reimaginación del tema Más Allá de Gloria Estefan, debido al mensaje y a la oportunidad que ofrecen para que se luzcan con su bien más preciado (la voz, por si no quedo claro) y los arreglos instrumentales que la ambientarían. Quedo atento a eso.
Esta es una foto más antigua, pero... ¡Que elegancia la de Francia!
Las han llamado Princesas de Colombia, las Fifth Harmony colombianas, las Spice Gi… (ah no, esas eran otras señoritas jeje)... En fin, un largo montón de seudónimos que a mi parecer limitan el alcance que puede tener un grupo de esta magnitud. Si Ventino se lo propusiera, podrían llegar a un reconocimiento mundial basado en el talento, y no exclusivamente en los runrúns que normalmente surgen en una girlband. Y hasta el momento, no lo han hecho nada mal jaja. Incluso, considero que es cuestión de tiempo para que el grupo se consolide con un contenido contundente, que pueda diferenciarlas del contenido repetitivo del montón que abundan en redes sociales y plataformas musicales de distinta índole.
¡Estoy expectante a lo que sigue para ustedes!
Gracias por haber leído esta carta hasta el final.
Con cariño
Alejandro de Ya Viene… Todo a su Tiempo
Página de Facebook: https://www.facebook.com/yaviene.todoasutiempo15
“Ahora el fin marca un nuevo inicio”
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