Este
es un artículo sobre nada… ¿Cómo termina?
Ah sí,
algo… debe haber algo… Igual, no es que me interese mucho hablar de este tema,
pero pues ahí lo tienen. Llamémoslo: Un punto de vista acerca de… ¿Los Grammy Latinos?
Sí,
eso. Es la edición latinoamericana de unos premios que han perdido el prestigio
a lo largo de los años de maneras inimaginables, aunque sigue siendo un medio
de exposición y reconocimiento para los nuevos artistas cuyas composiciones aún
valen la pena en un mar de desastres, indecencias y estupidez masiva. El 16 de Noviembre del presente año será la entrega del galardón para el mercado hispanoparlante.
Oh, un Grammy (¡Que emoción!)
Para
que se hagan una idea (y a la vez no
sobreestimar a los Grammys Anglosajones), les puedo contar que la edición
principal de estos premios se ha caracterizado por peleas de gatas, contenido
desalentador, discursos ridículos, personajes que llaman la atención mientras
pierden su dignidad; y lo más particular de todo: ¡Sofia Vergara bailando con
una botarga de taxi!
El peor ridículo en la historia latinoamericana
Así
son los premios más importantes de la música a nivel mundial… ¿Qué se puede
esperar de la versión hispanoparlante? Para fortuna de los latinoamericanos (y vergüenza de los gringos), existe un
poco más de seriedad en los galardones… Sí, sólo un poco. Ya, hablando respecto
a las nominaciones presentadas en este año que pronto terminará, las sorpresas
son masivas. Hay de todo: Propuestas talentosas, ridículos sin precedentes,
contenido interesante de explorar, tendencias irrisorias del mercado, cosas
ignoradas, etc.
Prepárense,
porque este 2017 se postula para ser uno de los años más pobres respecto a
calidad.
Como
mi tiempo en noviembre es limitado, me referiré sólo a las 4 categorías
principales. Pero no se preocupen, con estas es más que suficiente para
analizar el entorno musical que nos atañe.
1.
Grabación del Año: Premia al intérprete y al equipo de producción del
sencillo.
Nominados: Sólo voy a poner los vídeos de los materiales que sean realmente interesantes
- La Flor
de la Canela (Canta: Rubén Blades): Obviamente ya se le notan los años,
pero el poeta de la salsa se foguea en una interpretación folclórica creada por
Chabuca Granda en la que su zona de confort simplemente no existe. Con sólo
cuerdas, flauta y una suave percusión, se desarrollan una estructura concisa y
natural que rememora las épocas más tradicionales de la música latinoamericana.
Las metáforas florales surgen, se experimenta un realismo extraño, y el
ambiente cobra vida en una melodía ingeniosa. Arreglos preciosos, sobre todo.
Lamento mucho que la fama no acompaña mucho a esta tonada que, sin ser
perfecta, es muy simpática.
-
El Surco (Canta: Jorge Drexler): Otra canción de este álbum
homenaje a Chabuca Granda. Destacar dos piezas de este contenido en cuanto
instrumentación, demuestra su verdadera calidad. Drexler se defiende muy bien
en un género en el que generalmente se desarrolla. Esa sustancia de aquellos
instrumentos puede sonar muy simple, pero es lo suficientemente atractiva para
construir un paisaje de bellas armonías. De nuevo, las líricas representan ese
entorno natural presentado en la maravillosidad de la naturaleza latina.
Simples y no muy elaboradas, pero suficientes. Se nota el esfuerzo puesto en
que la interpretación sea genial.
-
Quiero Que Vuelvas (Canta: Alejandro Fernández):
Guitarras básicas, con una percusión sintética utilizada en dosis permisivas.
Una canción que trata el romanticismo inmerso en una realidad en la que el amor
desaparece, pero aun existiendo fuertes aspiraciones a que regrese. Dejar el
orgullo atrás, recordar los buenos momentos y vivir nuevas experiencias:
Emociones que se sienten reales. El tema de este sencillo es cliché… Aunque eso
no le quita que sea una elaboración tierna y atractiva. Buen candidato para
ganar… Otra vez, lamento que no sea más difundido.
-
Despacito (Canta: Luis Fonsi y Daddy Yankee):
Estructura típica de canción moderna que da dinero y popularidad. Featurings
que son típicos y agotadores en la música: Sea gringa o latina. Letra que posee
metáforas demasiado “sutiles” acerca de sexo, miembros y perreo. Popularidad
inmerecida. Un one-hit wonder de la dupla Fonsi-Ayala que en máximo 5 años será
poco recordado. Ritmo clásico de reggaetón fusionado con estilos medio
cumbieros que desesperan de lo repetitivos que son. Si esta cosa gana, le
pierdo el poco respeto que aún le tengo a los Grammy.
-
El Ratico (Canta: Juanes y Kali Uchis): Es un
featuring que cambia un poco las reglas de juego de las tendencias actuales.
Aunque me haya encantado el último disco de Juanes, debo admitir que esta es de
las más flojas a nivel lírico dentro de dicho álbum. No merece mucho ganar por
ese lado. Y aunque a nivel instrumental pueda caer en lo repetitivo, realmente
los arreglos de guitarra son ingeniosos. Pequeños detalles son los que salvan a
esta melodía de ser como las cosas comunes. Buena, a secas. (Kali Uchis es asombrosa =D).
- Amárrame
(Canta: Mon Laferte y Juanes): Otro featuring que es más simpático que el
anterior. Reaparece el paisa en una colaboración para la artista chilena del
momento… Esta vez es una cumbia, con arreglos instrumentales asombrosos. Se
aprovecha al máximo la presencia de instrumentos reales, a la vez que los
sintetizadores. Se exploran las distintas facetas que estos ritmos
tradicionales han podido tener a lo largo de la historia Se construye un mundo
donde los amantes manifiestan sus emociones más sinceras a nivel lírico. ¿Merece
ganar? Sí, claro. Fuerte candidato.
-
Guerra (Canta: Residente): Con un coro celestial que
implica el apocalipsis, comienza esta melodía del artista latino más
sobrevalorado del momento. Debería destacar lo ingenioso que resultaron ser los
fragmentos sin la presencia vocal, cuya fortaleza inconmensurable no se puede
cuestionar en lo absoluto. A nivel lírico, está bien. Así nada más. No es
excelente ni nada por el estilo. La canción se destruye a sí misma en partes
que se sienten desordenadas a más no poder. Este género al que verdaderamente
se le puede llamar urbano, se ha sabido desarrollar con intérpretes como
Residente. No obstante, esta no es una candidata digna para esta categoría.
De
estas tres últimas, seré breve. Sus aspiraciones ridículas y su estilo plagio di plagio me dejan en claro que
no es necesario abarcar mucho de ellas.
-
Felices los 4 (Canta: Maluma): No se nota el autotune, pero
la letra y el ritmo son inaguantables. El chico bonito y sucio decepciona con
su hit hecho para dejar en ridículo al cuarto arte hecho en Colombia. No puedo
creer que tenga tantos compositores… Es vergonzoso.
-
Chantaje (Canta Shakira con Maluma): La cantante
experimentada se pegó a este tipo para llamar la atención. Y adivinen:
¡Funcionó! Letra desinspirada compuesta en menos de 10 minutos con una parte
instrumental hecha por Alvin y las Ardillas en su millonésima aparición en una
canción de moda. A propósito… ¿Cinco escritores para esta cosa? ¿5? No me
jodan.
-
Vente pa ca (Canta: Ricky Martin con Oh Sorpresa: Maluma): Lo
peor que ha hecho el intérprete de “Livin la Vida Loca” en su historia
artística. Fórmula fácil, decepción masiva. Dan pereza este tipo de
composiciones.
2.
Álbum del Año: Otorgado al intérprete y al equipo de producción del álbum
entero.
Nota: Sólo colocó un fragmento (o canción) del disco. Es un primer vistazo para que conozcan el material.
Nota: Sólo colocó un fragmento (o canción) del disco. Es un primer vistazo para que conozcan el material.
- Obras son Amores (Antonio Carmona):
Estilo simple, pero con una ejecución grandiosa. Con cuerdas y percusiones
minimalistas, el cantante nos sumerge en un universo romántico que ofrece un
estilo clásico.
-
Salsa Big Band (Rubén Blades con Roberto Delgado y Orquesta):
¿Quieren revivir el estilo de la salsa clásica de la Fania con temas enfocados
a la belleza natural y estilo contemporáneo? Este contenido es para ustedes.
Promete mucho para el género en el que mejor se desenvuelve el señor Blades.
Fuerte candidato.
- A
la mar (Vicente García): Un disco con instrumentación folclórica y
que hace valer al reggae en Latinoamérica. El infiel favorito de todo el mundo
hispanoparlante ofrece un contenido sólido, tierno y que explora distintas
facetas aparte del sonido tropical: alternativos, baladas, bachata… hay de
todo. Realmente merece ganar.
-
Mis Planes son Amarte (Juanes): A pesar de sus defectos
notables, es el regreso esperado de Juanes a la calidad que alguna vez lo
caracterizó en sus mejores épocas. Se rehúsa a seguir la moda de llamar la atención
de forma barata. Más bien, crea conceptos geniales y atractivos que son
impulsados aún más con la representación visual que realizó. También deja notar
que productores de trabajos reggaetoneros pueden dejar un buen trabajo fuera de
su zona de confort. Candidato indudable para ganar.
-
Musas (Natalia Lafourcade): Ella se supera con cada nueva
creación que presenta. En mi opinión, es el álbum más excelente de los
nominados. Tiene todo: esencia, instrumentación, inspiración, gran
interpretación vocal, sentimientos realistas, esfuerzo… de todo. Gracias
Natalia, después de “Hasta la Raíz”, vuelves a sorprender con un deleite
auditivo en toda regla.
-
Fénix (Nicky Jam): Pasar de la hermosura de antes, a esta
cosa… Es como pasar de la maravillosa naturaleza andina, a la contaminación
masiva de cualquier ciudad industrializada tipo Pittsburgh. ¿Qué carajo? No
puedo creer que esto se encuentre nominado. El contenido se centra en el
reggaetón y en una especie de pseudo trap, que es ridículo por donde se le vea.
Casi todos los tracks se sienten como una patada en la entrepierna. Y no
exagero. Que ni se asome a ganar… Vergüenza.
-
La Trenza (Mon Laferte): Recuperamos el rumbo. El
disco tiene fallas garrafales, y puede sentirse lento en ciertas ocasiones…
Pero es una bocanada de aire fresco en cuanto a variedad de voces, géneros,
estilos e instrumentos. Se viven diferentes experiencias que hacen que este
álbum sea rico en diversidad musical. Genial.
-
Residente (Residente): Hace falta Visitante,
claramente. Residente como solista no tiene las capacidades suficientes para
que la instrumentación sea consistente. El desorden es general, pero no es
nefasto o irreparable. Letras que a veces resaltan problemáticas sociales (se supone). Es regular. No sería digno
merecedor de premio.
-
El Dorado (Shakira): El segundo peor álbum de Shakira está
nominado. Las cuatro canciones en las que se ve envuelto Luis Fernando Ochoa no
son suficientes para cubrir las fallas exponenciales de tracks “inspiradísimos”
como: Me Enamore (bazofia), Chantaje
y Trap (basura marca Maluma), Perro
Fiel (insoportable), Comme Moi (¿qué carajo?) … entre otras joyas.
Terrible.
-
Palabras Manuales (Danay Suarez): El mayor problema de este
disco es que la parte instrumental es simplona a más no poder. Puede que
algunas letras se salven, pero el lío es de fondo. La desinispiración respecto
a melodías y acordes es notable. No es un buen producto, aunque sí que es muchísimo
mejor que El Dorado.
3.
Canción del Año: Premia al interprete y al compositor del sencillo.
-
Amárrame (Mon Laferte y Juanes): Ya hablé de está.
Sorprendente.
-
Chantaje (Shakira y Maluma). Ya hablé de esta: Basura
marca Maluma.
-
Desde que estamos juntos (Melendi y Descemer Bueno): El
ritmo tropical de esta canción no suena forzado. Más bien, se desarrolla la
poética romántica de este sencillo mediante unos instrumentos con sonido muy
natural y expresivo. Compases variados y estilo cambiante a cada momento.
Cuatro minutos y medio que deberían ser más difundidos en el entorno musical
latino. Fuerte contendiente.
-
Despacito (Ya saben quiénes). Ya hablé de esta. El limbo
mental más fastidioso de este año.
-
Felices los 4 (Ya saben quién). Ya hablé de esta. La
estupidez vende.
-
Ella (Ricardo Arjona): O se ama, o se odia a Arjona.
No hay puntos medios para el guatemalteco. Le doy crédito por manejar una
esencia diferente a la que de forma rutinaria maneja. No hay metáforas
estúpidas y los arreglos instrumentales son de eterna guitarra eléctrica oscura
(Bueno, al menos no usó el autotune
milagrosamente). Es buena, a secas. Pero no es para que se lleve el premio…
No llega a eso.
-
Guerra (Residente): Ya hablé de esta. Buena, a secas.
-
La Fortuna (Diana Fuentes y Tommy Torres): Romántica
y melosa a más no poder. Pero esa inocencia es muy creíble. Aunque ninguno de
los dos es muy conocido por estos lares, logran demostrar en esta canción que
las intenciones inocentes y amorosas en una interpretación de género cantautor
sigue más viva que nunca en América Latina. Diferentes géneros son explorados,
y eso destaca. Candidata fuerte respecto a su calidad innegable.
-
Vente pa ca (Ricky Martin y Ya saben quién): Ya
hablé de esta. El peor lado de Ricky.
-
Tu si sabes quererme (Natalia Lafourcade y Los Macorinos):
Primer sencillo de Musas. Una interpretación con estilo tradicional que
demuestra la profesionalidad que ya ha adquirido la mexicana a lo largo de su
carrera. Los arreglos instrumentales folclóricos tienen un notable trabajo para
que gocen de esa excelencia notable. Merece ganar, y por mucho.
4.
Mejor Nuevo Interprete: Artista revelación del año.
-
CNCO: La bandita adolescente del momento. Nada que
ver, sólo pretenden imitar tendencias musicales pendejas de la actualidad. Patéticos.
- Paula Arenas: Casi se me olvida agregarla a esta lista. La puedo definir con una sola palabra: Ternura. Esas notas de piano junto a su voz característica, envuelve en un paraíso auditivo a cualquiera que la escuche. Premio bien merecido para ella.
- Paula Arenas: Casi se me olvida agregarla a esta lista. La puedo definir con una sola palabra: Ternura. Esas notas de piano junto a su voz característica, envuelve en un paraíso auditivo a cualquiera que la escuche. Premio bien merecido para ella.
-
Vicente García: Ni tan revelación. Con más de 10 años de
carrera, ha demostrado su calidad desarrollando buen material en su estilo
único.
-
Martina la Peligrosa: Me tiene sin cuidado. A veces
lanza cosas rescatables, a veces decepciona. Es una caja de sorpresas precisamente peligrosa.
-
Sebastián Yatra: Deja buena marca con sus canciones pop y
baladas. Fastidia con su reggaetón. Dos caras, doble vida. Ciertas veces merece
el galardón, otras varias ni en chiste.
-
Mau y Ricky: Casi el mismo caso de Yatra. Sólo que ya no es
sólo uno, ¡son dos!
-
Rawayana: Ofrece un estilo similar al de Vicente.
Resalta en ocasiones. Si se lleva el Grammy, sería justo.
-
Danay Suarez: Instrumentación bastante pobre. Las líricas no
pueden sacar adelante a una interprete con una falla tan notable como esa.
-
Sofía Reyes: Una idol juvenil. Bonita voz, interpretaciones
dudosas. Más cuando tiene featurings para llamar la atención cual Shakira
necesitada. De nuevo, con la voz no se puede rescatar por completo algunos
contenidos que se desintegran en el mar de la mediocridad.
-
Rosalía: Con interpretaciones muy artesanales, esta
señorita logra enamorar con su simpleza y su ternura en cada acorde. Puede
tornarse un poco aburrido, pero eso no sucede a menudo. Poco famosa que merece
el galardón más que muchos de la lista.
Y ya
está. Es un mix de contenido de mucho deleite, combinada con cosas vomitivas.
Lastimosamente, estas últimas son las que invaden el mainstream con contenido
chatarra para el público. Ya sólo queda ver si la premiación aún reconoce a los
artistas de buen trabajo y buena formación, o sólo prefiere seguir perdiendo el
respeto de los verdaderos amantes de la música. Al menos, este año no está tan pobre en calidad como lo anticipaba anteriormente. Ya veremos quién gana...
Polvo son, en polvo se convertirán... Podría usarlo como adorno de baño (así como Julio Correal).
Espero
les haya gustado el análisis de… esta vaina. Nos veremos cuando me encuentre
menos ocupado. ¡Hasta la otra!
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“Ahora el fin marca un nuevo inicio”