¡Ahora han entrado a un nuevo inicio!
Una
dedicatoria muy especial para aquellas parejas que disfrutan del romanticismo sin
límites, dos amantes cuyas almas se fusionan, dos champiñones que... Ah, ya
entendieron el mensaje repleto de cursilería. Este es su artículo, tortolitos. (Para las solteras y los solteros que leen
esto: No se alteren, ustedes pueden disfrutar al por mayor el siguiente
contenido. Solteras... llámenme ( ͡° ͜ʖ ͡°).)
¿Y por qué digo lo anterior? Sencillo, en esta nueva entrega
de AlbumEscape (donde analizo álbumes de
toda laya) veremos un tesoro en
bruto de la música latinoamericana. No es rock, ni pop, ni algún género
alternativo. No es una rareza de por sí, porque en su época fue muy publicitado
y aclamado por los medios.
Esperamos que lloviera café... Algún día será. Y nuestros infantes tendrán alegría...
Sí, por si se lo preguntan, nunca he tocado algún trabajo
discográfico del género que hoy nos atañe en esta dimensión: Tal vez porque no
lograba encontrar una satisfacción musical al revisar piezas de este calibre.
No digo que Wilfrido (Vargas) o
Anthony (Alias Romeo) sean
intérpretes perversos, ni que su popularidad sea inmerecida (aunque “El baile del perrito” o “Propuesta
Indecente” me generen amplios vacíos intelectuales). Es que encontrar un
trabajo elaborado de la manera más cuidada en géneros que, lastimosamente, sólo
los hacen brillar en fiestas, pistas de baile o discotecas colgadas de
tendencias; es bastante complicado.
Ahí aterriza un artista, productor, frontman y cantautor muy
querido y respetado en la industria latina. Uno que ha hecho historia con
varios de sus trabajos hechos mano a mano con la agrupación insignia con nombre
de nota de afinación instrumental: 4.40. Con más de 30 años de vida musical, 13
álbumes realizados y miles de conciertos en su haber... ¡Damas y Caballeros,
demos la bienvenida a Juan Luis Guerra y 4.40!
Desempolvaré mi voz, cantaré la vie en rose. ¡Moving in, moving on; merengue, bachata y son, now!
¡Ya, ya! Tomemos con calma esta variedad que ofrece el cantautor como
sencillo principal de su décimo álbum del mismo nombre (La llave de mi corazón). Ese lo dejaremos para otro día (que a propósito, no está muy lejano). Hoy
veremos lo que fue durante mucho tiempo la magnum opus del dominicano: Un disco
lleno de romanticismo, diversas emociones, rítmica e instrumentos variados: Bachata “con algo de merenguito, jazz y
son” Rosa. ¡Veámoslo!
Contraportada de Bachata Rosa. Los 4 integrantes del grupo en aquel 1990.
Bachata Rosa (1990)
1. Rosalía
2. Como abeja al panal
3. Carta de Amor
4. Estrellitas y Duendes
5. A pedir su mano
6. La bilirrubina
7. Burbujas de Amor
8. Bachata Rosa
9. Reforéstame
10. Acompáñeme civil
Todas las canciones
fueron escritas y musicalizadas por Juan Luis Guerra y 4.40
La combinación de distintos ritmos y géneros es el imán que
atrae hasta a los gustos más tradicionales. Más allá de ser canciones para el
momento o para el baile; han trascendido por más de 25 años como composiciones
con un alto grado de romanticismo (a más
de uno le puede chocar), una instrumentación evolucionada frente al
merengue que tradicionalmente se impuso en la memoria colectiva y mensajes de
todo tipo que abordan desde el erotismo hasta la crítica social. Así de
competente es este disco.
Se explota una diversidad de géneros implacable. Comenzando por la bachata y el merengue de origen dominicano, por supuesto.
No es por ser un lamebotas de JLG y 4.40 (Aunque ya sé que algunos lo van a decir... ¡Sí, ya sé quiénes son
ustedes!), pero no me cabe la menor duda de la influencia que esta pieza
discográfica dejó en la variedad de géneros que ya mencioné con anterioridad.
Es más... antes de este punto, la bachata era considerada muy “callejera” y
“poco noble” en los rincones donde era escuchada. Uno de los aportes que
cambiaron tal perspectiva fue Bachata Rosa. Así que, entremos en este mundo
romántico:
Abre Rosalía, una
especie de merengue con el tempo un poco disminuido; el cual es adornado con
trompetas/trombones en las partes cruciales (además
del obvio acompañamiento de las percusiones y el teclado). El sentido de la
letra se basa en las expectativas, más que en la realidad. Es más, me sorprende
que una canción con una realidad poco detallada y nada prometedora tenga un
ritmo tan alegre y festivo (Tal vez se
quiera representar un oxímoron por aquí). Para resumir, es una bella obra
de arte. Se evidencia que es poco memorable, y actúa como tu típica canción para
danzas y fiestas genéricas... pero no es mala. Es contagiosa, pegajosa y
aceptable.
Tengo un conuco de arcoiris bajo el arroyo. Voy a sembrarlo de caricias, trigo y verduras...
Continuamos con un clásico de amor y erotismo
latinoamericano: Como abeja al panal.
No tengan pensamientos sucios al respecto, ya que esta pieza se basa
simplemente en ese romance desenfrenado combinado con unos deseos eróticos
bastante puros y para nada burdos (Si
analizan la letra, lo verán bien). El dúo formado entre Juan Luis y Adalgisa
es excepcional, no tiene ningún error notable. La química se siente desde la
interpretación vocal, pasando por la parte instrumental y terminando en el
impacto que pueda dejar la misma letra en los espectadores. ¿Esta abeja musical
llega al panal de sus gustos más remotos? Yo les aseguro que sí. Aprecio mucho
los aderezos con cierto saxofón por ahí que trae algunos matices de jazz.
¡Sobresaliente!
Cuando yo llego a tu puerto, llega la abeja al panal...
Una introducción de salsa es lo que viene de la mano de Carta de Amor, un experimento
interesante de parte de todo el grupo de JLG y 4.40. Casi nunca se ven esos
intentos por penetrar otros géneros sin necesidad de la mezcla que aun así es
bien recibida. Quiero decir, el género de salsa se le siente raro: Es
claramente bueno, pero siento como si algo los limitara y no pudieran
desarrollar sus ideas en su totalidad. Con las características dignas de un hit
salsero, mezcladas con las líricas románticas del estilo bachata y varias
referencias a la cultura pop que son reflejos del colectivo social en temas
políticos o de farándula; esta singular carta logra ser el reflejo de las
extrañas novedades que puede abordar el álbum. ¡Es buena!
Tan sólo vivo por refugiarme desnudo en tu corazón, punto y aparte.
Regresamos al estilo suave con un track bastante apreciado
desde que nació. Estrellitas y Duendes puede
percibirse como una obra ambientada en el entorno más meloso posible... y lo
es, en cierto modo. No obstante, el uso de retratos y diversos recursos
estilísticos adicionales (donde cabe una
que otra metáfora) demuestra una ejemplificación casi perfecta de lo que es
hacer una letra romántica. Y digo casi, porque no alcanza esa excelencia
suprema por tener esa sensación latente de ficción (Como si esa poesía no trascendiera a la realidad). Es algo muy
difícil de explicar, pero lo dejo ahí. Igual, con una instrumentación que evoca
tranquilidad y una armonía enfocada en la naturaleza; llega a ser una de las
mejores composiciones del disco. Ahí se las dejo.
No se olvida el idioma, cuando dos hacen amor
A pedir su mano... Otra tonada muy conocida de Juan Luis Guerra y 4.40. Destaca
más la rítmica y los arreglos instrumentales, establecidos como el ideal de un
merengue para bailar en una fiesta. Tiene ciertos elementos que la salvan de
ser el estándar genérico de este tipo de música: La interpretación vocal única
de Juan Luis; el uso moderado (y no
excesivo) de trompetas/trombones y; por supuesto, el espíritu de las tribus
nativas de varias regiones de Latinoamérica presente en las metáforas del
compromiso eterno, el amor constante y ciertos cánticos al final que denotan
tal esencia con más certeza. ¿Quién diría que pedir compromiso se convertiría
en una aventura bailable sin caer en lo común?
Voy a volar de norte a sur, para buscar arriba del pino el nido que quieras tú
A muchos les subió la Bilirrubina
cuando esta canción salió como sencillo promocional de este álbum. No es para
menos, pues el track es pegadizo a más no poder. Y a la vez, es la más flojita
de todo lo que hemos revisado... no precisamente porque sea demasiado
contagiosa. Decir que es mala sería erróneo, teniendo en cuenta que la letra es
una montaña rusa de recursos líricos relacionados a lo más básico del mundo de
las hormonas, las enfermedades y los remedios. Sin embargo, no va más allá. La
siento superficial, aunque parece que esa fue la idea desde un principio: Tener
un hit que en ninguna fiesta de merengue pudiera faltar. No le siento un fin a
esta bilirrubina, sólo sabemos que “contamina” y que sus síntomas son bastante
“extraños”.
Es que la ciencia no funciona; sólo tus besos, vida mía
Puede sonar torpe, pero no le encuentro ese enfoque que
fácilmente encontraba en Como abeja al
panal o A pedir su mano (Se nota menos aquí) ... hasta en Rosalía hay una exploración más
detallada del tema que en este fenómeno corporal. Me van a apedrear por esto,
pero esta canción no es la gran cosa. No hay nada interesante que ver aquí, más
allá de una canción de fiesta promedio.
Oh... tampoco es perfecta, pero Burbujas de Amor demuestra que una melodía con menos pretenciones
es más efectiva en su ejecución y en las emociones que transmite que cualquier bilirrubina. El erotismo sale a relucir
de nuevo con una canción que envuelve en un romanticismo puro esos momentos de
intimidad que los amantes tienen en el momento culmen de su adoración y cariño.
Los sentimientos también se manifiestan en el saxofón, la percusión y las
cuerdas que sobrellevan esa pasión manifestada en cada verso de la lírica. Esta
pieza representa aquella situación cuando la simplicidad se transforma en esa
complejidad deseada en la que la satisfacción es inmensa. Excelencia cercana a
esa perfección anhelada por muchos.
Cara a cara, beso a beso, y vivir... por siempre, mojado en ti.
Y, ¿Qué hay de la homónima del disco? Es un deleite de
principio a fin. La representación maestra del movimiento rosa de este género
antes infravalorado. Bachata Rosa
puede estar sencillamente al nivel de su anterior track; y es complicado
decidir qué canción es mejor entre las dos, debido a que ambas tienen sus
virtudes muy bien pulidas. Arreglos instrumentales conducidos por percusiones y
teclados, acompañamientos de silbidos y sonidos silvestres, una letra directa
de amor en la que los complementos no sobran. Consideremos esta mera como el
apéndice de Burbujas de Amor. Ambas
son travesías interesantes a lo largo del sentimiento más hermoso del universo (Sí, eso sonó cursi. Ya lo sé).
Te regalo mis manos, mis párpados caidos
El beso más profundo, el que se ahoga en un gemido, oh.
A Reforéstame le
da vida aquella Adalgisa que ya cubrió con inocencia y pasión aquellos
estribillos de Como abeja al panal. La madre naturaleza se hace presente en las
diversas metáforas que existen por aquí, manifestando el aliento de reconstruir
ese sentimiento de amor que alguna vez fue herido. La letra tiene una
elaboración cuidada, pero no llega al impacto que puede causar aquella otra
canción en la que estuvo presente la mujer. Siento como si las cualidades
artísticas de ella no fueran aprovechadas al máximo y sólo cubrieran lo básico
en una tonada poco esencial para el álbum. Así, es aceptable y básica. No es
muy destacable.
Siembra una tarea de cariño en mi corazón. Dale de beber, abonalo en tu pecho.
Y cerramos este recorrido multifacético con Acompáñeme Civil, un merengue
experimental en todo el sentido de la palabra. Desde la voz más juvenil que lo
canta (Roger Zayas), la utilización
de teclados y percusiones como creadores de melodía (en una onda medio futurista del género), y el tema en sí: Una
crítica social a la cuestionable moral de las autoridades policiales de varias
naciones latinoamericanas. Ok, hasta los sonidos extraños que quieren evocar un
dudoso futurismo resulta ser un presagio de que la situación será igual después
de varios años. La letra deja todo en claro: Representa un realismo más
tangible que cualquiera de los tracks anteriores. Es impresionante el trabajo
hecho en esta obra desconocida cuya frase más impactante resulta ser: “Cómpreme
el silencio, y olvídese de mi”. No parece pertenecer al álbum, pero no
desentona en su totalidad.
Cómpreme el silencio, y olvídese de mí...
Como tal, Bachata Rosa pretende ser aquel experimento para
que dejen de encasillar los géneros abordados. Gracias a esto: dejamos de ver
al merengue como música superficial para fiestas de toda laya, dejamos de ver a
la bachata como música indigna y callejera, dejamos de ver a la salsa como un
universo apartado de la fusión, dejamos evolucionar a las baladas a un nivel de
consistencia más sólido.
Estoy consciente de que Juan Luis Guerra y 4.40 no fueron los
creadores de estas tendencias, ni fueron los únicos que supieron fusionar
géneros de una manera natural. Sin embargo, innovaron al manifestar su propia
visión de los diversos géneros que abarcaron; además de demostrar que América
Latina aún tenía mucho que dar respecto a géneros que ya se empezaban a
encasillar en un solo estilo. Tal vez algunos vean al romanticismo excesivo
como nocivo para el desarrollo del cuarto arte en esta parte del mundo; pero no
hay que olvidar que aquel sentimentalismo abrió el horizonte musical de
diversos estilos de música en algún punto de la historia.
Así, procedo a calificar a uno de los mejores trabajos
discográficos de JLG y 4.40.
DESEMPEÑO: 2. Logra salir de lo normal y corriente para intentar modificar
la esencia de varios géneros a través de su fusión. Tiene errores notables en
ciertas partes relacionados con el objetivo de ciertas piezas; mas no opaca el
trabajo hecho por varias canciones que ya se han quedado en la mente del
colectivo que sigue anhelando cambios notables y constantes en el cuarto arte.
Una obra muy buena.
Aquí finalizó este análisis poco esperado por los seguidores
de este espacio (Sí, no se la esperaban).
Nos veremos en el siguiente artículo. ¡Hasta la otra! (Nota: Alguien que me comente un mal disco para juzgarlo como se lo merece. Saludos)
Página de Facebook: https://www.facebook.com/yaviene.todoasutiempo15
“Ahora el fin marca un
nuevo inicio”
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