¡Ahora han entrado a un nuevo inicio!
El día de publicación de este
artículo, es el cumpleaños de Daniel Acosta: el vocalista del grupo. ¡Feliz
Cumpleaños! Y espero que disfrute leer este artículo.
Por
todo el infinito cielo… He aplazado mucho a TELEBIT, porque esto comenzó desde
noviembre y aún no le he dado fin. Estoy apenado, considerando que es una
travesía por uno de los mejores sonidos rockeros que tiene la escena nacional
actualmente. Lastimosamente, muy pocas bandas jóvenes más le dan la talla (y si creen que hablo de DE o RP, están
bastante equivocados). Ahora sí, entremos al artículo como tal:
Este
es el comienzo de la segunda temporada de E&H, donde analizaremos canción
por canción a cada uno de los grupos de la nueva ola de música en Colombia:
Aquellos que han empezado a tener una influencia notable desde hace algunos
años, y que llevan la batuta de una propuesta novedosa basada en el label
alternativo en contra de todo prejuicio con el que nos quieran emparentar.
Un estudio de grabación de AN, aquella plataforma de música con resultados increibles
Como
preludio, quiero contarles acerca de una de las plataformas artísticas que se
ha encargado de reforzar la labor de potenciar a aquellas agrupaciones que
prometen traer buen material musical para el desarrollo cultural de Colombia:
Árbol Naranja. El trabajo de gestión, producción y posicionamiento de artistas
y bandas nacionales como Esteman, El Freaky Colectivo, The Mills, The Hall
Effect, Monsieur Periné, LosPetitFellas, Divagash, Superlitio, etc; ha sido
realizado de manera exitosa gracias a este proyecto que continúa impulsando
aquellas promesas colombianas.
Logo de Arbol Naranja, con desempeño para el medio alternativo en Colombia
Por
supuesto que también han trabajado con grupos internacionales como Bajofondo, o
con cantantes como Natalia Lafourcade. Viéndolo así, es notable el apoyo y el
buen trabajo que ha resultado de esta organización que da mucho para hablar.
Sin embargo, este no es el tema aquí.
A
lo que si nos vamos a referir es a una de las bandas “de la casa”. Dos agrupaciones
que surgieron bajo este sello y que han trabajado bajo el patrocinio exclusivo
de esta empresa. Uno es Pedrina y Río, de la cual ya tuve el honor de hablar…
acerca de su pop alternativo con tintes de música tradicional (Link del E&H Aquí). El tema de hoy será de la primera agrupación que se originó en este
lugar: TELEBIT.
Ellos son esta agrupación, que ha traído frescura al sonido rockero en Colombia
¿Quiénes
son los TELEBIT?
- Daniel Acosta (Fluxus): Voz y Guitarra
- Felipe Rondón: Guitarra y Programación
- Cesar Barajas – Bajo
- Daniel Chamorro – Guitarra
- Nicolas García – Batería
Al
principio eran conocidos como Polifoni-K, un grupo oficialmente creado en 2009
que empezó su recorrido tocando covers de Muse en conciertos universitarios (más específicamente de la Universidad
Javeriana). Alcanzaron a lanzar un sencillo propio antes de su supuesta
defunción: Polos Opuestos.
El primer vestigio del grupo que hoy vamos a analizar
Aquella
canción ya podía ser la prueba del estilo rockero que habían adoptado, porque
en pleno 2010 podían empezar a ser parte de una movida colombiana que buscaba
revitalizar los ritmos alternativos (y un
poco de rock no quedaría mal). Tiempo después el grupo desaparecería, para
dar paso a una reagrupación completa que se convertiría en lo que hoy llamamos
TELEBIT.
Esto
surge en el año 2011 como una propuesta que ellos mismos han definido bajo lo
que muy comúnmente se llama rock en español.
Pero no es cualquier proyecto que pretende emular a aquellas bandas latinoamericanas
de las tres últimas décadas… Más bien, la banda pretende dejar su huella a
través de una singular combinación entre los sonidos electrónicos anglosajones
(puede ser cercano al shoegazing) y la música autóctona de la región que
rememora en su mayoría a la cultura precolombina.
Esta es la representación artística de la impresión sobre el primer disco...
¿Suena
un tanto extraño, verdad? Y las impresiones a primera vista pueden estar casi
siempre equivocadas (algo similar me sucedió). Por lo cual vamos a analizar la
evolución de TELEBIT a través de sus discos, que nos demuestran como es el
crecimiento y el desempeño de una banda con altas proyecciones y expectativas,
con un largo camino por delante y una trayectoria destacable durante años
pasados.
El
álbum debut de esta agrupación salió al mercado en 2012, con el nombre de
Primera Dimensión. Consolidado como el primer espacio en el que los TELEBIT
demostraban esa capacidad y libertad artística que poseían para crear contenido
ingenioso. Aquí está el disco:
Primera Dimensión (2012)
1. Sin señal
2. Más y Menos
3. Caer
4. Androides
5. No lo ves
6. Estática
7. Primera Dimensión
8. Holograma
9. Frecuencia Cero
10. Polos Opuestos
El
álbum debut del quinteto se enfoca hacia un terreno bastante electrónico,
experimental y poco común. Desde el primer track nos damos cuenta de eso, y a
lo largo de todo este trabajo nos encontramos con el rock latino visto desde
los sentidos de cinco mentes juveniles que quieren ampliar su entorno armónico
más allá de lo imaginable. Mientras procedamos a explorar más de cerca este
proyecto, más nos daremos cuenta de la calidad y el valor que Primera Dimensión
puede tener en la actualidad del cuarto arte en Latinoamérica.
Aquí
se empieza a gestar la identidad del grupo… no obstante, aún no está del todo
clara. Se intenta probar con influencias basadas en las formaciones típicas de
la banda rockera, unos sonidos electrónicos que realizan la variación del
género ya citado y unas líricas que parten de una base simple hacia un todo
prometedor. No todo el trabajo encontrado en el disco es de total éxito, así
que ¿Es un buen principio para el quinteto? Ya lo veremos:
Sin señal se
siente como la introducción a un universo entero. Uno paralelo a lo que ya
hemos conocido, repleto de guiños futuristas en sus beats. La canción es
instrumental, pero revela más de lo que cualquier persona puede pensar: Un
ambiente armónico, donde el placer auditivo tiende a aumentar con cada nueva
sección. Ya no tengo nada más por decir, sólo lo podría resumir en: ¡aspecto
minimalista, esencia fenomenal!
Más y menos
es de esas canciones que le afectan el paso de los años (a pesar de que han sido prácticamente pocos). En su época de
furor, se interpretó como una de las sensaciones más relevantes del rock
colombiano por su estilo vanguardista… que luego se convirtió en el génesis de
aquel estilo genérico que D.E. utilizaría en casi todas sus canciones. Sin
embargo, posee el mérito de ser la primera (con
una identidad más definida) en ser realizada.
La
letra habla acerca de un mundo que cambió, unos sentimientos vividos y la
intención de seguir adelante sin mirar hacia atrás. Los sintetizadores
sobresalen en los coros más allá de sólo ser parte del decorado. Y los
instrumentos son muy típicos: cumplen su labor sin ser la joya más increíble
del track. Por cierto, este acaba de golpe a los casi tres minutos, para dar
paso a unos de los sencillos más conocidos de los TELEBIT.
Caer
sigue el mismo estilo de la anterior canción, con un rock muy simple y suave,
con versos que expresan un enfoque topográfico y un coro bastante amigable con
el oyente casual al pretender estar pegado a tu mente por más tiempo del
necesario. Alabo bastante la instrumentación notada en las secciones carentes
de voz, pero el resto no es de mi total agrado (fenómeno causado gracias a la peculiar experiencia con bandas del
mismo estilo y el enorme aprecio que le tengo a Doce Vientos).
Así
comenzó el quinteto, con una formula muy poco vista en su tiempo, pero que ha envejecido
fatal por la sobreexplotación a la que ha sido sometida… y no necesariamente
por los TELEBIT, sino por otros grupos de rock colombiano que no quiero
mencionar.
Androides comienza
similar a sus anteriores, pero le doy más crédito al tener una letra más
elaborada. Sí, sé que se repite mucho a lo largo de la segunda parte del track;
pero eso no le quita el gran empeño puesto en esta pieza. Lo voy a aclarar de
manera definitiva: El atractivo real de Primera Dimensión se centra en la
innovación instrumental y armónica presente, debido a que aún las letras no
están bien desarrolladas como en posteriores trabajos.
Y
eso es Androides, una letra básica que gana más calidad al estar inmersa en una
abstracción de metáforas y sentidos implícitos cubiertos por unos efectos de
sonido experimentales. ¡Es rescatable y hasta sobresaliente a nivel rítmico!
No lo ves
es el mismo concepto, pero conducido de una forma más destacable y llevadera.
Puede que al principio suene como una tonada con pequeños arreglos electrónicos
y un resto genérico; no obstante, al cabo de unos segundos se convierte en algo
más importante, más valorado, con mayor calidad a nivel lírico. Cabe aclarar
que dentro de la letra hay ciertas referencias ocultas hacia otras compañeras
de disco (Un hecho que sucede en gran
porción de las melodías que he analizado). Es buena, y tiene un valor
artístico muy alto respecto de las otros tracks.
Estática
es la mitad de este trabajo bastante variopinto. Si les soy sincero, mientras
avanzamos se puede evidenciar mayor calidad en cada canción que vemos. Y esta
no es la excepción: Con un comienzo suave, un ritmo
constante/relajante/desprendido, un mensaje abstracto que a la vez es un tanto
comprensible y una fórmula mejor evolucionada; esta melodía nos muestra el
verdadero potencial que los TELEBIT pueden tener dentro de su primer paso
discográfico. ¡Sin duda, sobresaliente!
La pista homónima
nos devuelve a algo más suave, llevadero, ligero, en el sentido más rockero
posible. Siento decir que no supera el gran desempeño que Estática tiene como pieza, pero logra reflejar la contemporaneidad
del rock en español de una forma interesante y bacana. No tiene unas líricas
complejas, pero si transmite un placer auditivo gracias a la instrumentación
repleta de sonidos electrónicos utilizados en los momentos precisos. Es buena,
y hasta mejor que No lo ves.
Holograma
comunica un ambiente más espacial, alejado de lo que nuestro mundo puede
transmitir. El principio no es tan placentero de escuchar; pero en el
transcurso de la tonada, el placer se va manifestando en forma de ritmos
electrónicos. ¿El tema de la canción? Una búsqueda implacable del rastro de
aquella realidad formada en cuerpo y alma. Segundo a segundo, el progreso del
tema se torna más inmersivo y el viaje musical sigue siendo verdadero. No es de
las mejores… es buena a secas, pero tiene un punto fuerte en su rítmica
sintética (como casi todo el álbum).
Existe
una versión alternativa de esta pieza que hace aparición en la página del
BandCamp del grupo. Esta es realizada con la colaboración de Pipe Bravo de
Superlitio. Si les soy honesto, se evidencia un punto más de calidad con la
aparición de este cantante… que con su particular tono de voz brinda cierta
variación al sentido explorador de la melodía. Al final, destaca bastante esta
otra versión y la puedo tratar como una prueba fenomenal.
Frecuencia Cero
puede sonar bastante desordenada, pero está lejos de ser mala. Cuenta con unos
versos que manifiestan el deseo de despegar hacia un nuevo rumbo en la vida;
también existe un coro muy pegadizo que repite un ¡No! con un eco adictivo.
Aprecio mucho esos detalles de excelente uso de sintetizadores siempre
presentes, pero aquí se escuchan con muy poca armonía en la mayor parte del
tiempo (Hay ciertas excepciones). Pero
como tal, es una de las recomendables y sobresalientes. ¡Una imperfección
demasiado hermosa!
Y
cerramos el disco con Polos Opuestos.
Junto con algunas anteriores, sobrevivió del repertorio de Polifoni-K para
sumergirse en la esencia recién formada de TELEBIT. Un ritmo más acelerado, con
un enfoque más centrado al rock típico. El tema de la canción es el fin de una
relación justificada por la imposibilidad de los Polos Opuestos por convivir
mutuamente en la vida (Una temática final
sorprendente, a mi gusto).
De
las típicas de rock dentro de Primera
Dimensión, esta es la que más se aleja de ser común y genérica. Gracias a
su imprescindible energía, su intención directa y sus líricas detalladamente
creadas, logra ser una pieza bastante relevante… y un cierre bacano para un
debut establecido en un entorno paralelo.
El
primer contenido de los TELEBIT fue revelador y logró dar la rienda para que
otros comienzos de grupos rockeros colombianos se manifestaran. Después aquellos
conjuntos vendrían a sobreexplotar la industria y a llenarla de cualidades repetitivas
y carentes de innovación. El quinteto protagonista no seguiría ese camino, sino
que se plantearía un sendero diferente por el cual continuar.
Estarían en varios festivales y presentaciones que les darían mayor reconocimiento en su país de origen
El
Festival Estéreo Picnic, SOMA, y otros festivales serían la carta de
presentación de este grupo que había realizado una propuesta interesante en el
ámbito del rock. Su desempeño en vivo mostraba que la belleza de las canciones
no se manifestaba totalmente en la mezcla detallada de sonidos sintéticos, sino
que los integrantes de la banda podían dar lo mejor de sí con su voz o
instrumento respectivo en cualquier escenario en el que se presentaran.
Existió
una ruptura, un tiempo en el que los 5 integrantes tenían una vida propia
alejada del proyecto grupal, del que se distanciaron. Incluso casi se llega a
separar la banda con pocos años de vida, pero con una alta fuerza de voluntad
regresaron al estudio a idear nuevos experimentos a nivel musical. También se
quería buscar una identidad definida, con la que el nuevo trabajo intentara
superar con creces y no imitar a Primera Dimensión.
Cortesía: Radiónica (RTVC Sistema de Medios Públicos)
“Siempre
será frustrante no poder entregarle un disco de TELEBIT a Gustavo Cerati”
Daniel
Acosta (Fluxus) – 2016
“La
ruptura permitió una sensatez plasmada en la creación del disco”. ¿Qué
sucedería después? Las piezas presentes en el segundo trabajo discográfico
pueden responder esta incógnita, ya que en conjunto son un trabajo espectacular
que puede tener la tendencia de superar al primero. ¿Realmente lo supera? ¿Es
Doce Vientos un disco significativo para el rock colombiano? ¿Es acaso
infravalorado? Sí, en este momento hay más preguntas que respuestas; sin
embargo, cada track del disco que sigue resolverá sus dudas.
Esta nueva etapa de TELEBIT sería la que los consolidaría definitivamente en varios países de América Latina
Doce Vientos (2015)
1. Llévame Ritual
2. Despertar
3. Somos Coyotes
4. Amuleto
5. Meridianos
6. Sombras
7. Entre piedras y carbón (ft. Andrea Echeverri)
8. Chía
9. Sideral
10. Universos Paralelos
11. Naufrago (ft. Pedrina)
12. Doce Vientos
Una
completa evolución de lo visto en el álbum debut. El hallazgo de una esencia
que ya define a los TELEBIT como un concepto único, una banda con un potencial
más visible y con piezas que reflejan los sonidos que rememoran los espíritus
nativos de nuestra tierra. La verdad es que los sonidos electrónicos reflejan
un encuentro con una identidad que no tiene límites para el tiempo, el lugar o
las emociones.
Podría
echarle flores durante más tiempo, pero es necesario analizar de manera crítica
su naturaleza y su razón de ser. Aun así, es inevitable tener una buena
impresión sobre este conjunto de melodías que trascienden en el rock. Antes de
que apareciera Doce Vientos, la industria rockera colombiana estaba llena de
varios intentos musicales parecidos a aquella lejana dimensión… y se hacía
necesario un cambio importante. Uno evidenciado en las siguientes canciones:
Llévame Ritual
es aquella pista que nos introduce en el concepto de este segundo disco. Un
inicio que contiene la esencia precolombina con unos sonidos electrónicos placenteros
se acompaña de una letra que evidencia la entrada hacia una nueva etapa de la
vida llena de nuevos pensamientos y sentimientos. No puedo dejar pasar el gran
avance que el contenido lírico ha realizado con respecto a tres años atrás (Es demasiado sorprendente y fenomenal).
Sensación de éxtasis auditivo, una excelente composición que destaca sobre todo
en la rítmica.
"Y a la fiebre me acostumbraré, rayo de luz me muestra el camino"
Despertar
trae consigo un superdesarrollo de la estructura típica de una canción del
género bajo el estilo de los TELEBIT. Es un uso más moderado del efecto
sintético, pero logra ser armónico frente a la construcción básica de las
líricas y la instrumentación que hacen parte del espíritu de la canción. De
nuevo, lo que llega a ser más relevante son los arreglos instrumentales con una
minuciosa creación… Pero no se puede desprestigiar la temática de soledad y
abandono propio que las líricas nos ofrecen.
"La tierra todo se tragó, pero me ha dejado aquí. Y ahora sin ti, y ahora sin ti"
Somos Coyotes
es uno de los sencillos (concretamente el segundo) que sale a representar la
ardua labor realizada dentro de los Doce Vientos. Representa el sentimiento de roadtrip físico y mental al lado de
aquella persona especial en la que se refugian las sensaciones más bellas y
eufóricas del individuo. El ocaso plasmado en la particular mezcla entre
instrumentos reales y sintéticos logra ambientar la mente del aire explorador
que la letra posee. Como tal, es de esas tonadas que amas en el primer instante…
y que poco a poco vas justificando ese sentimiento en el gran detalle que se
evidencia. Muy buena.
"Luciérnagas en la noche me dejan ver, que somos coyotes en la hierba"
Amuleto
pone al sendero típico de la vida en contraposición a la naturaleza salvaje de
esta, acompañado por la historia de acompañamiento de dos seres que se
enfrentan a un difícil recorrido. Desde aquí se nota ese aspecto de espacio
exterior recreado en la electrónica que nutre segundo a segundo el contenido de
la melodía. Es adictiva, aunque puede sonar un tanto repetitiva. Las líricas no
sobresalen mucho en comparación a los tracks anteriores, pero son dignas de mención
por ese entorno rural que evocan.
"Si salgo corriendo no es para escapar, sé lo que estás sintiendo"
Meridianos
es la antítesis de aquellas canciones sobre amor y eterna compañía. Nos muestra
el fin de una etapa, la nostalgia por volver a vivirla, y la ansiedad por el
futuro desconocido. Presenta un compás más moderado y lento, que permite la
comprensión más empática acerca de las emociones transmitidas; acompañado de
leves notas de sintetizador que complementan a aquella eternidad presente en la
batería y en el bajo. Es tierna, sincera, con un anhelo triste cercano a la
realidad. Una de las mejores melodías.
"Vuélveme a encontrar, y quédate conmigo acá"
Sombras,
aquellos vestigios de corazón que son casi imposibles de alcanzar; pero en
donde no se debe perder la esperanza. En un pensamiento subjetivo, puede ser
tomado como la representación del más allá: un mundo infinito en el que, aunque
tienes limitaciones en un principio; puedes alcanzar tus sueños metafísicos
representados en emociones mundanas y a la vez, puras.
Es
el puente o conexión entre Primera Dimensión y Doce Vientos, lo cual trae
consigo una revolución de la esencia precolombina sobre los sonidos sintéticos,
los cuales reflejan el estilo inigualable que los TELEBIT adoptaron para esta
nueva etapa. Unos acordes con una armonía surreal son los que marcan a la
canción como un viaje hacia ese universo metafísico y ancestral. Una pieza de
ensueño.
"Hoy quiero atrapar el eco de sus ojos, lento intento entrar al fondo de su corazón"
Entre piedras y carbón
presenta la primera colaboración de este disco, con Andrea Echeverri como
protagonista. Un debate entre la vida y la muerte, donde las ganas de vivir se
hacen presentes y el miedo a morir es una constante en la que no se quiere caer
(no por egoísmo, sino para continuar sueños
y objetivos en la que seres queridos son el principal objetivo). Por mucho,
esta es la letra más oscura y profunda de todo el álbum…y este hecho le permite
ser la más canción desnuda, la que menos sonidos electrónicos posee, la más
acústica.
La
armonía entre las dos voces es impecable, los fallos son prácticamente inexistentes
y Andrea sigue demostrando que su potencia vocal y su carisma artístico sigue
estando presente, como desde hace 25 años. Las situaciones pueden ser
complicadas, y el destino no está siempre a nuestro favor; sin embargo, esta
canción es la fortaleza necesaria para afrontar esas dificultades en las que la
humanidad es vulnerable. Excelencia Pura.
"De esta tierra me agarro fuerte, no es momento de partir"
Chía retorna
a ese conjunto de espíritus sintéticos en una historia en la que el aprecio
puro y ese ser amado es representado en la luna como una metáfora de cariño,
utopía y hasta adicción (sin punto de
exageración, claro está). Un perfecto ejemplo de representación
precolombina del amor platónico. Sin duda, puede ser considerada como una de
las canciones más enternecedoras debido a la energía vocal, su intención lírica
y los variables sentimientos reflejados. ¡Es demasiado buena, sobresaliente!
"Cuando está en mi camino, el resto del mundo llega a su final"
Sideral
es la representación lírica de aquella intención de representar lo sobrenatural
y lo metafísico en un ciclo de vida efímero, donde no hay prisa y se tiene
conocimiento de las consecuencias que pueda traer. Es una melodía muy optimista
para el mensaje que intenta transmitir, o así lo siento yo (Demasiado extraño y
hasta bizarro). La electrónica se presenta en dosis más breves, pero aun así
armoniza en buena medida la intención excéntrica de la canción. Es buena,
aunque me sigue pareciendo rara por su naturaleza.
"Explotan nuestros astros, sólo quedan ideas en el aire"
Universos Paralelos
es la tonada más experimental que puede existir dentro de Doce Vientos. Es algo
así como el Síndrome de Fregolí, visto desde los ojos de un grupo rockero con
mucho talento y visión inteligible. Nos trae un compás con mayor movimiento y
una sensación adictiva medio festivalera. De por sí, no tengo nada más por
decir… Junto a la anterior son los tracks más flojos del álbum, pero están
lejos de ser mediocres.
"Con el dolor de su ausencia, no puedo vivir más"
Naufrago
es el contenido más romántico que habita dentro del disco. Extrañar a una
persona que significa mucho para ti, donde la distancia es el peor cáncer y la
única sensación que deseas es la compañía eterna de ese ser amado: Así realmente
se siente la canción. La segunda y última colaboración de Doce Vientos es con
una cantante ya muy conocida y querida por aquí: Pedrina. Se respira una
armonía realista en las emociones de los dos intérpretes, los cuales evocan muy
bien esa añoranza que comunica la letra.
Es
una melodía muy especial que se ha ganado esa categoría de ser una canción que
poco se interpreta en vivo (y las veces
que se hace, son de gran importancia para el grupo). Posee un poco de
melancolía, pero lo interesante es más la nostalgia que segundo a segundo se
experimenta gracias a un acompañamiento también acústico, con poco espíritu
sintético, y desnudez musical en una de sus máximas expresiones: Guitarra
natural, bajo y batería inmersa en un compás lento que te hará sentir de todo,
menos aburrimiento. Es de una altísima calidad y un gran deleite auditivo.
"Y volver a encontrarnos, tan solo una vez más. Cruzar nuestros caminos, dejar lo malo atrás"
Doce Vientos
es el cierre del álbum mediante el testimonio de un nuevo principio. Si Llévame
Ritual empezó el recorrido de todo este trabajo discográfico, esta canción nos
predispone hacia un futuro completamente nuevo, donde el destino aún no está
escrito y el futuro está en nuestras propias manos. Se evidencia una esencia
electrónica más madura frente a todo lo visto, y la armonía sigue siendo de muy
buen disfrute. Sólo soy capaz de decir: Buen trabajo, un cierre que trasciende
cualquier final, y una sensación de euforia y expectación asegurada.
"Descubriré mi propio cielo, para dejar mi cuerpo descansar"
Y
aquí termina el disco… ¿Cuáles son las conclusiones que se pueden sacar a
partir de los que ya hemos podido sentir? La verdad es que hay un gran trecho
entre cada trabajo: Mientras el segundo álbum concretó una identidad mediante
el uso de piezas musicales de calidad elevada, Primera Dimensión dirigió un
rumbo hacia un bosquejo de lo que sería más adelante el proyecto de los
TELEBIT.
¿Y qué opino del disco y de ellos? Abajo mi juicio y crítica
Los
Doce Vientos son en conjunto, una experiencia que explora grandes matices de un
género que simplemente no es capaz de vivir en una zona de confort. Se sale de
aquel espacio y se comienza a viajar por diferentes rumbos en los que las
variadas temáticas y las distintas manifestaciones sintéticas construyeron y ambientaron
efectivamente el espíritu del trabajo.
¿Es
excelente? Sí, es una de esas pocas bandas que realmente se tienen que tener en
cuenta para conocer el qué tan lejos puede llegar un rockero latinoamericano
con el fin de crear nuevas expresiones artísticas. No son un grupo de
trayectoria amplia; no obstante, puedo decir con seguridad que son el mejor grupo
joven de rock de esta década en Colombia.
Una fortuna conocerlos. Espero que adquieran más reconocimiento y éxito en un futuro cercano. ¡Se lo merecen!
Y
aquí termino mi largo análisis. Espero que hayan disfrutado esta travesía llena
de rock. Nos veremos en una próxima ocasión con temas más variados (excluyendo aquella serie de artículos que
ya casi va a terminar). ¡Hasta Pronto!
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“Ahora el fin marca un nuevo inicio”