“Tarda en llegar, y al final, al final, hay recompensa… En la zona de promesas” (Soda Stereo)
Después
del éxito de talla gigante que tuvo Michael Jackson con Thriller
alrededor del mundo, un sinfín de sucesos irían marcando la vida personal y
profesional del cantante a un punto irreversible… Bueno, no es como si a una
persona del común no experimentara algo similar, pero por lo que parece, el
talento y la fama acentuaron cada una de las vivencias que el rey del pop
tendría entre la publicación de su disco anterior en 1982, y el de su nuevo
material en 1987.
Algunos
de ellos fueron la grabación del vídeo y publicación de “Say say say” a dúo con
Paul McCartney (con quién después tendría una disputa por la compra del
catálogo de The Beatles), el trabajo en el último disco con sus hermanos
“Victory” para después abandonar la banda (incluyendo grabaciones con Freddie
Mercury y Mick Jagger), los comerciales con Pepsi incluyendo el accidente que
lo quemó gravemente en uno de ellos, los constantes chismes de farándula
publicados en diferentes medios… Todo se acumuló a tal punto de que el próximo
álbum tendría una rudeza y extroversión que no había salido a la luz de la
manera en la que se mostró. Ahí surge Bad.
Bad
[1987]
1- Bad
2- The way you make me feel
3- Speed Demon
4- Liberian Girl
5- Just good friends (ft. Stevie Wonder)
6- Another part of me
7- Man in the mirror
8- I just can’t stop loving you (ft. Siedah Garrett)
9- Dirty Diana
10- Smooth Criminal
11- Leave me alone
Las
melodías fueron escritas por: Terry Britten y Graham Lyle (5), Siedah Garrett y
Glen Ballard (8); Michael Jackson (1, 2, 3, 4, 6, 7, 9, 10, 11)
Más
que dedicarle uno o dos párrafos a cada una de las canciones, tal como lo
pueden notar en las más recientes reseñas de discos, para este caso sería más
interesante realizar la revisión por temáticas, en donde hay bastante tela por cortar.
Iniciemos con esta curiosa travesía:
Acto
1: Crítica Social
Desde
el mero inicio del disco tenemos acceso al primer mensaje social, más
específicamente de burla hacia ese tipo de personas que presume acerca de un
estilo o moda determinada. El repetir excesivamente “¿Soy malo?” en el coro de Bad
no es un mensaje literal, sino una manifestación de rebeldía frente a seguir
tendencias y a perpetuar las actitudes nefastas que tenemos como seres humanos.
Eso, mezclado con un ritmo acelerado en donde las cuerdas, el sinte y la
trompeta se enredan sin parar; dejan un inicio potente y más agresivo que el de
cualquier álbum anterior de Michael Jackson.
De
aquí saltamos hasta la parte central, en donde se encuentran Another part of
me y Man in the Mirror; uno teniendo un mensaje más crudo y
explícito que el otro. El foco central continúa estando en el rol que tenemos
como especie, de ser responsables y empáticos con nuestros semejantes, así como
con el ambiente en el que vivimos. Mientras la primera se centra en la unión
como humanidad por un gran propósito, la segunda se enfoca en cómo
lograr el gran cambio en la sociedad, más específicamente en solucionar
problemáticas como el hambre y la pobreza, iniciando por sí mismo y tomando el
liderazgo para apoyar a las personas necesitadas.
Aunque
abordan temáticas semejantes, aspectos como el nivel de detalle o el mismo
estilo musical evitan que se caiga en una redundancia que sería aún más notable
cuando ambas melodías son consecutivas. Una trayendo un poco de las viejas
glorias del funk, y la otra con tintes de góspel ideal para una reflexión
profunda… En conjunto, una transición atractiva entre la euforia más optimista
y la tristeza más realista frente a lo que acontece en el mundo.
Acto
2: El amor y el romance en varias fases desordenadas.
Just
good friends en compañía de Stevie Wonder pretende rescatar
y renovar algo parecido a aquella canción realizada con Paul McCartney para el
álbum anterior (reseña por aquí), The girl is mine. También trata de un
triángulo amoroso, también la mujer que los engaña no los valora lo suficiente,
y posiblemente el único cambio sería esa actitud orgullosa (disimulando una
posible agresividad) en la que cada hombre sólo le queda por decir que ella y
él “son solamente amigos”. Ritmo frenético y nostalgias de finales de los 70s
por el estilo tan característico, pero a mi parecer es la de menor calidad de
toda la lista.
En el
extremo contrario está la melodía más romántica de las once, I just can’t stop
loving you. Si bien, al inicio se pensó en una participación junto a Whitney
Houston o Barbra Streisand (que rechazaron la oportunidad); no se puede
desprestigiar el trabajo que resultó de Siedah Garrett, quién no solo dio la
talla, sino que le brindó una identidad inimitable al resultado final. Suave,
tierna y sincera. No es por exagerar, pero la balada contiene algunos de los
versos más elegantes y hermosos en canción alguna, que le brindan la suficiente
humanidad para que lo transmitido sea 100% creíble… Lean la estrofa posterior
al primer coro y me darán la razón.
Y no
puedo abandonar el tema sin mencionar el intento de Michael Jackson por crear
un álbum en español, que al final nunca vio la luz, y cuya mayor evidencia fue
la versión en lengua cervantina, Todo mi amor eres tú. Producto de unos
cuantos días, y con la dirección y traducción aportada por Rubén Blades, que
fue contactado por el productor Quincy Jones para dicha labor. No tiene
desperdicio, y es un pedazo curioso de la historia del pop que no es tan
conocido a nivel masivo.
Luego
está The way you make me feel, la cual corresponde a una etapa más
temprana del amor, algo que nace de la atracción y gusto por una persona en lo
que llaman popularmente como el proceso de conquista. Los sintetizadores se
notan más con un sonido más callejero, y las trompetas solo acentúan ese estilo
más coqueto y arriesgado. Uno de los clásicos más conocidos del cantante del
que ya se ha dicho prácticamente todo.
Por
último, mi favorita de esta sección. Si la admiración casi romántica tuviera
una canción que la representara, sin duda sería Liberian girl… Dios mío,
que composición tan hermosa tenemos aquí. Desde el primer segundo, tenemos esa
ambientación en un entorno natural que da paso al “Te amo mucho, te deseo
mucho” susurrado en swahili, y que inicia una letra no muy compleja, pero lo
suficientemente fuerte para ser esa declaración que toda maravillosa mujer
merece. Oscila entre la sensualidad y el cariño de forma excelente. ¡Me
encanta!
Acto
3: Cotidianidad
La
vida cotidiana de una persona común, fuera de los enredos del amor, no es tan
abordada como se quisiera en la música. Y aquí se presenta Speed Demon
como una propuesta diferente que nos introduce en una máquina a toda velocidad
en donde la adrenalina de experimentar el riesgo se enfrenta al raciocinio de
preservar la vida a toda costa. Dilema que bastantes personas han tenido en
algún momento de su vida, y que Michael Jackson acompaña con una melodía
rockera que muestra el lado más mundano (más no superficial) del ser humano.
Una bonita sorpresa en la discografía del cantante.
El
siguiente sencillo no necesita presentación, debido a la trascendencia
histórica tanto en el pop como en la historia musical en general. Smooth
Criminal es la reliquia que consolidó al artista en los más alto de la
coreografía, creación de vídeos musicales, interpretación vocal… En resumen, la
joya de la corona que es este álbum. La letra va de un asalto, que trasciende
al peor día de la vida de una persona, la cual incluso llega a morir después de
lo que parece ser un ajuste de cuentas típico de una mafia. Y además de narrar
dicha trama, se transmite la preocupación y angustia de saber si la víctima se
encuentra en condiciones aceptables o, todo lo contrario. Cuerdas, teclados y
vientos en el instante preciso para acompañar el torbellino de sensaciones que
se presentan a cada segundo. Lo mejor de lo mejor.
Acto
4: Fama
Un
arma de doble filo… Y cuando llega la tormenta, puede convertirse en la más
perversa que uno se pueda imaginar. Entre las tantas anécdotas sucedidas a
personas famosas, están los fans obsesivos, y por supuesto, no podía faltar una
letra sobre la incomodidad y las consecuencias nefastas de uno de estos. Dirty
Diana es, como su nombre lo indica, la representación de la fanática más
atrevida, explícita y pesadillezca que un famoso se pueda imaginar: Una femme
fatale capaz de seducir a cualquier artista reconocido, buscando una buena vida
en el proceso, sin descartar la destrucción de relaciones amorosas para lograr
su objetivo. Y acorde al mensaje, la instrumentación que la acompaña
corresponde a la del hard rock en todo sentido, donde las descargas de guitarra
eléctrica (cortesía de Steve Stevens) son tan frecuentes como los gritos de
desahogo del artista. Muy recomendada, a mi juicio (la canción, no la
situación… Nunca desearía algo similar).
Cerrando
el disco, está la respuesta directa de Michael Jackson a la farándula por todo
el ruido provocado en los últimos años: Leave me alone. Una reliquia
funky que no teme caracterizar la difícil relación con los medios de un
cantante archifamoso: este último necesitando todos los recursos disponibles
para impulsar su carrera, y los tablones de noticias aprovechando su
reconocimiento para sacar titulares (reales o no confirmados) para generar más
dinero, atención o morbo. Esta composición no se anda con rodeos para criticar
una situación lamentablemente normalizado en la sociedad. Me fascina que un
mensaje así, con ese nivel de glamour, sea el que de término a esta bonita
travesía.
Con el
paso de los años, se ha revalorizado este trabajo de una manera impresionante,
debido a que originalmente había estado a la sombra de Thriller. No se debe
negar que Bad fue un éxito, pero a mi parecer merecía mejor suerte en ventas y
popularidad teniendo en cuenta la carencia de canciones mediocres o aburridas.
Aquí todas tienen algo destacable, a pesar de no tener un Billie Jean (aunque
Smooth Criminal estuvo casi a la par de eso). Por lo que en una escala de -4 a
4, Bad es acreedor de un…
VF:
3,5 (Tres y medio positivo). ¿Mejor que Thriller? Un
rotundo SÍ. La influencia de los hechos en la vida del cantante, su experticia,
el apoyo de los diferentes invitados y la producción de Quincy Jones generaron
el que, a mi parecer, es el mejor trabajo discográfico creado por MJ. Cuando
diez de once melodías son por lo menos, sobresalientes; sabes que hay algo muy
especial ahí.
Ahora
es momento de que comenten en la parte inferior la opinión que tienen sobre
este álbum. ¿Qué temática les interesó más? ¿Cuál fue la parte más floja? ¿Qué
parte les pareció más trascendental? Aquí los leo, y armamos una conversación
agradable. ¡Nos vemos pronto!
Página
de Facebook: https://www.facebook.com/yaviene.todoasutiempo15
“Liberian girl, more precious than any pearl, your
love's so complete”